LA COMEDIA ANTIGUA. ARISTÓFANES
El más famoso comediógrafo es Aristófanes,
que nace en el demo de Cidateneo, en 450 a. C. asa gran parte de su vida en
Atenas pero conoce muy bien la vida campesina. Vive en una época fundamental
en la historia de esta polis, es testigo de la Guerra de Peloponeso y
también de la derrota ateniense ante los espartanos. Por sus obras pasan
los protagonistas del desastre y no los trata con suavidad. Escribió casi
cuarenta comedias de las que conservamos once:
Acarnienses, Caballeros, Nubes, Avispas, Paz,
Aves, Lisístrata, Tesmoforias, Ranas, Asambleístas y Pluto.
En la comedia de Aristófanes la ciudad es el
punto de partida, se trata un tema serio, que podemos llamar la idea
crítica, de un modo divertido, que sería el tema cómico. El autor parte de la
realidad y denuncia un problema, e intenta darle solución mediante la
fantasía y el humor.
Una comedia tiene dos partes. Cada una tiene
su desenlace y el primero es más importante que el segundo.
La estructura es la que sigue:
La comedia empieza con un prólogo
más largo que el de una tragedia, donde se explica la situación de partida.
A continuación interviene el coro, es la
párodos, el vestuario es un gran atractivo del espectáculo a
continuación entre el coro y los personajes se produce el agón
enfrentamiento a veces incluso físico que es la acción propiamente dicha,
tras cuyo final se produce ya el primer desenlace. Con el escenario vacío de
actores, el coro avanza hacia el público y habla por boca del autor,
exponiendo el punto de vista de este y haciendo referencias literarias, se
trata de la parábasis. Tras este intermedio, se suceden varias
escenas cortas relacionadas con la primera parte de la obra.
En el éxodo interviene de nuevo el coro antes de la escena
final, salvo dos de sus comedias conservadas, Nubes y Tesmoforias, las demás
tienen un final feliz que termina con una fiesta con canto y danzas.
COMEDIAS DE ARISTÓFANES
De las obras conservadas de Aristófanes
podríamos resumir así sus argumentos:
Acarnienses.
Es una defensa de la paz en un momento en que Atenas sufre pérdidas por los
ataques que los espartanos realizan en los campos del Ática.
Un ciudadano, Diceópolis, cansado de la
guerra, negocia una tregua privada para él sus allegados. Tras los buenos
resultados que él obtiene todos quieren imitarlo y participar de la paz.
Caballeros.
En Atenas la clase política es impresentable.
Cleón, que gobierna en ese momento, destaca por su inmoralidad y por
su ignorancia.
Dos esclavos de Cleón conspiran para
derrocarlo. Van al mercado y convencen a un morcillero de que ocupe el
puesto de aquel .Es un personaje más bajo que Cleón y más ignorante incluso,
pero con mejores intenciones. El morcillero lo derrota y sustituye, así,
el viejo Demo, el pueblo de Atenas, está satisfecho, Cleón debe vender
morcillas en el ágora.
Nubes.
Los nuevos sistemas educativos que proponen Sócrates y los sofistas socavan
la tradición y sus valores.
Por culpa de la obsesión de su hijo,
Fidípides por los caballos, el viejo Estrepsíades se está arruinando. Para
aprender a argumentar ante sus acreedores de modo creíble, decide entrar en el
Frontisterion, escuela de sofistas que dirige Sócrates. Como es incapaz
de seguir las lecciones, envía a su hijo que, siguiendo las enseñanzas de los
sofistas, termina por argumentar a favor de los acreedores en lugar de
defender a su padre. Este, desesperado, incendia el Frontisterion.
Avispas.
Los pleitos por cualquier motivo están proliferando en
Atenas.
El viejo Filocleón está obsesionado con
el Tribunal, su hijo lo encierra para que no acuda a juzgar al día
siguiente, pero sus compañeros jueces, disfrazados de avispas, lo van a
buscar y el hijo los convence de que su padre no acuda al tribunal, sin embargo, se decide que se le instituirá al
viejo un tribunal privado donde se parodia un juicio entre dos perros.
Aves.
En Atenas no se puede vivir debido a la presión fiscal y los pleitos.
Dos atenienses, Pistetero y Evelpides
deciden huir al país de las aves y fundar una ciudad en donde no tengan
cabida ni sicofantas ni recaudadores de impuestos, ni parásitos, etc. Es un
asunto difícil y deben negociar con los dioses y con las aves, pero al final,
terminan obteniendo unas alas y fundando Nefelococygia, donde se quedan a
vivir.
Paz.
La guerra ya no es soportable para nadie y menos aún para
los campesinos.
Trigeo, a lomos de un escarabajo gigante,
asciende al cielo para rescatar a Irene, la Paz, a quien tiene prisionera
Pólemos, la Guerra. Tras luchar ayudado por un coro de campesinos, logra
rescatarla. Cuando la Paz llega a Atenas, los que sacan provecho de la
guerra intentan oponerse, pero triunfan la amistad y el diálogo.
Lisístrata.
La guerra debe ser detenida, los políticos deben recibir un escarmiento.
Durante la Guerra del Peloponeso, la
ateniense Lisístrata y la espartana Lampito proponen a las mujeres de ambos
bandos que eviten toda relación amorosa con los hombres hasta que estos
acuerden la paz. Además, las mujeres ocupan la Acrópolis para controlar el
tesoro del Estado. Aunque hay vacilaciones e intentos de deserción, los dos
coros de hombres y mujeres hacen las paces y los hombres se sentarán a
negociar la tan ansiada paz.
Tesmoforias.
El escritor debe ser también educador del pueblo. Pero Eurípides da mal
ejemplo, pues muestra mujeres poco ejemplares en sus obras. Hay que ponerle
freno.
Hartas de ser
criticadas en las tragedias de Eurípides, las mujeres conspiran contra él
para castigarlo durante la fiesta de las Tesmoforias. Él, sospechando, envía a un
pariente suyo disfrazado de mujer. Pero es
descubierto y lo castigan amarrándolo a una roca como a Andrómeda.
Eurípides debe rescatarlo en una parodia de la propia obra de este autor.
Ranas.
Han muerto los grandes trágicos, y ya no se escriben buenas obras .
El propio Dioniso viaja al Hades para
traer de nuevo al mundo un autor que revitalice la escena en decadencia.
Allí, los grandes, Esquilo y Sófocles presentan sus credenciales ante el dios
que está ofuscado por Eurípides y aquellos se defienden.
Asambleístas.
La nueva situación política, tras la derrota sufrida ante Esparta en la guerra, ha
humillado a los atenienses, y lo que proponen los vencedores no convence a
nadie.
Las mujeres de Atenas, hartas de la
incapacidad de los hombres, dan un golpe de Estado. Disfrazadas de hombres,
acuden a la Asamblea y consiguen por votación que se entregue el gobierno a
las mujeres. Estas imponen una especie de régimen comunista que fracasa al
ponerlo en práctica.
Pluto.
Las desigualdades sociales aumentan al final de la guerra.
Crémilo, un anciano pobre, acude al
templo de Apolo para preguntar al dios cómo podrá cambiar su situación,
aquel le contesta que acompañe al primero que encuentre, este resulta ser
un ciego, Pluto, la riqueza personificada. Por culpa de su ceguera la
riqueza está mal repartida. Recobrando la vista en el santuario de Asclepio,
debe distribuirla entre los buenos y los justos, pero los más inmorales de
la sociedad, descontentos, no aceptan la situación. Incluso Penía, la pobreza
anuncia los problemas de una sociedad enriquecida donde desaparecerán el
esfuerzo y el trabajo.
LA COMEDIA MEDIA Y NUEVA
Arruinados por las guerras del Peloponeso, los
coregas atenienses no podían proporcionar coros; disminuye el número de
figurantes y desaparecen los vestuarios fastuosos. Se atenúan los ataques
personales, reglamentados tal vez por una ley. Probablemente se
representaron algunas comedías de asuntos mitológicos y algunas escenas
costumbristas, destinadas a ridiculizar a una clase social o a una
determinada profesión. Desaparecen las partes cantadas y la parábasis.
A finales del S. IV a.C., reducida Atenas a ser
una próspera ciudad de provincias por las victorias de Alejandro Magno y la
política de sus sucesores, conserva su prestigio intelectual de antaño y una
constitución aparentemente democrática. Sus ciudadanos se mantienen, al
margen de la vida política. Sólo cuentan, pues, los conflictos derivados
de la vida privada.
Menandro, ateniense 342 a.C.-- 292.
Nacido en una familia rica, fue contemporáneo del filósofo Epicuro y algunos
estudiosos defienden la influencia de este en las obras. Vivió en Atenas, al
margen de los asuntos públicos, dedicado por completo a escribir se cree que
hasta unas cien comedias. Hasta fines del S. XIX sus obras sólo eran
conocidas a través de fragmentos, pero los papiros descubiertos en
1898,1905 y 1907 pusieron de manifiesto una obra entera, El misántropo,
y extensos fragmentos de otras, El arbitraje, La samia, El héroe, La
mujer trasquilada y El adulador. Casi todas están basadas en un amor
contrariado.
En La Samia y El Arbitraje aparecen en
escena personajes tomados de la vida real: ancianos prudentes y avaros;
jovencitos aturdidos e impulsivos, a los que el amor agudiza el ingenio;
cortesanas interesadas, pero con corazón generoso; esclavos más bastos que
astutos; amo res contrariados, que tienen un final feliz, cuando, tras el
enredo, se disipan los malentendidos o se desvanecen las
diferencias de condición social entre los enamorados, casi siempre
gracias al oportuno reconocimiento (anagnórisis) de la joven por sus
verdaderos padres. Estos son los rasgos que se pueden ver en las comedias
latinas de Plauto y Terencio, que a veces llegan a reproducir escenas
enteras sacadas de obras de Menandro.
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