jueves, 30 de agosto de 2012

COMEDIA ANTIGUA : ARISTÓFANES , HISTORIA

LA COMEDIA ANTIGUA. ARISTÓFANES

El más famoso comediógrafo es  Aristófanes, que nace en el demo de Cidateneo, en 450 a. C. asa gran parte de su vida en Atenas pero conoce muy bien la vida campesina. Vive en una época fundamental en la historia de esta polis, es testigo de la Guerra de  Peloponeso  y también de la derrota ateniense  ante los espartanos. Por sus obras pasan los protagonistas del desastre y no los trata con suavidad. Escribió casi  cuarenta comedias  de las que conservamos  once:
Acarnienses, Caballeros, Nubes, Avispas, Paz, Aves, Lisístrata, Tesmoforias, Ranas, Asambleístas y Pluto.
En la comedia de Aristófanes la ciudad es el punto de partida, se trata un tema serio,  que podemos llamar la idea crítica, de un modo divertido, que sería el tema cómico. El autor parte de la realidad  y denuncia un problema,  e intenta darle solución mediante  la fantasía y el humor.
Una comedia tiene dos partes. Cada una tiene su desenlace y el primero es más importante que el segundo.
La estructura es la que sigue:
La comedia empieza con un prólogo más largo que el de una tragedia, donde se explica  la situación de partida.
A continuación interviene el coro, es la párodos, el vestuario es un gran atractivo del espectáculo a continuación entre el coro y los personajes se produce el agón  enfrentamiento  a veces incluso físico que es la acción  propiamente dicha, tras cuyo final se produce ya el primer desenlace. Con el escenario vacío de actores, el coro avanza hacia el público y habla por boca del autor, exponiendo el punto de vista de este y haciendo referencias literarias, se trata de la parábasis. Tras este intermedio, se suceden varias escenas cortas relacionadas con la primera parte de la obra. En el éxodo interviene de nuevo el coro antes de la escena final, salvo dos de sus comedias conservadas, Nubes y Tesmoforias, las demás tienen un final feliz que termina con una fiesta con canto y danzas.
COMEDIAS DE ARISTÓFANES
De las obras conservadas de Aristófanes podríamos resumir así sus argumentos:
Acarnienses. Es una defensa de la paz en un momento en que  Atenas sufre pérdidas por los ataques que los espartanos realizan en los campos del Ática.
Un ciudadano, Diceópolis, cansado de la guerra, negocia una tregua privada para él sus allegados. Tras los buenos resultados que él obtiene todos quieren imitarlo y participar de la paz.
Caballeros. En Atenas la clase política  es impresentable. Cleón, que gobierna en ese momento, destaca por su inmoralidad  y por su ignorancia.
Dos esclavos de Cleón conspiran para derrocarlo. Van al mercado y convencen a un morcillero de que ocupe el puesto de aquel .Es un personaje más bajo que Cleón y más ignorante incluso, pero con mejores intenciones. El morcillero  lo derrota y  sustituye, así,  el viejo Demo, el pueblo de Atenas, está satisfecho, Cleón debe vender morcillas en el ágora.
Nubes. Los nuevos sistemas educativos que proponen Sócrates y los sofistas socavan la tradición y sus valores.
Por culpa de la obsesión de su hijo, Fidípides por los caballos, el viejo Estrepsíades se está arruinando. Para aprender a argumentar ante sus acreedores de modo creíble, decide entrar en el Frontisterion, escuela de sofistas que dirige Sócrates. Como es incapaz de seguir las lecciones, envía a su hijo que, siguiendo las enseñanzas  de los sofistas, termina por argumentar a favor de los acreedores en  lugar de defender a su padre. Este, desesperado, incendia el Frontisterion.
Avispas.  Los pleitos por cualquier motivo están proliferando en Atenas.
El viejo Filocleón está obsesionado con el Tribunal, su hijo  lo encierra para que no acuda  a juzgar al día siguiente, pero sus compañeros jueces, disfrazados de avispas, lo van a buscar y el hijo los convence de que su padre no acuda al tribunal, sin embargo, se decide que se le instituirá al viejo un tribunal privado donde se parodia un juicio entre dos perros.
Aves. En Atenas no se puede vivir debido a la presión fiscal y los pleitos.
Dos atenienses, Pistetero y Evelpides deciden huir al país de las aves y fundar una ciudad en  donde no tengan cabida ni sicofantas ni recaudadores de impuestos, ni parásitos, etc. Es un asunto difícil y deben negociar con  los dioses y con las aves, pero al final, terminan  obteniendo unas alas y fundando Nefelococygia, donde se quedan a vivir.
Paz. La guerra  ya no es soportable para nadie y menos aún para los campesinos.
Trigeo, a lomos de un escarabajo gigante, asciende al cielo  para rescatar a Irene, la Paz,  a quien tiene prisionera Pólemos, la Guerra. Tras luchar ayudado por un coro de campesinos, logra rescatarla. Cuando la Paz llega a Atenas,  los que sacan provecho de la guerra intentan oponerse, pero triunfan la amistad y el diálogo.
Lisístrata.  La guerra debe ser detenida, los políticos deben recibir un escarmiento.
Durante la Guerra del Peloponeso, la ateniense Lisístrata  y la espartana Lampito proponen a las mujeres de ambos bandos que eviten  toda relación amorosa con los hombres hasta que estos acuerden la paz. Además, las mujeres ocupan la Acrópolis para controlar el tesoro del Estado. Aunque hay vacilaciones e intentos de deserción, los dos coros de hombres y mujeres  hacen las paces y los hombres se sentarán a negociar la tan ansiada paz.
 Tesmoforias. El escritor debe ser también educador del pueblo. Pero Eurípides da mal ejemplo, pues muestra mujeres poco ejemplares en sus obras. Hay que ponerle freno.
Hartas de ser criticadas en las tragedias de Eurípides, las mujeres conspiran contra él  para castigarlo durante la fiesta de las Tesmoforias. Él, sospechando, envía a un pariente suyo disfrazado de mujer. Pero es descubierto y lo castigan  amarrándolo a una roca como a Andrómeda. Eurípides debe rescatarlo en una parodia de la propia obra de este autor.
Ranas. Han muerto los grandes trágicos, y ya no se escriben buenas obras .
El propio Dioniso viaja al Hades para traer de nuevo al mundo un autor que revitalice la escena en decadencia. Allí, los grandes, Esquilo y Sófocles presentan sus credenciales ante el dios que  está ofuscado por Eurípides y  aquellos se defienden.
Asambleístas. La nueva situación política, tras la derrota sufrida ante Esparta en la guerra,  ha humillado a los atenienses, y lo que proponen los vencedores no convence a nadie.
Las mujeres de Atenas, hartas de la incapacidad de los hombres, dan un golpe de Estado. Disfrazadas de hombres, acuden  a la Asamblea y consiguen por votación que se entregue el gobierno a las mujeres. Estas imponen  una especie de régimen comunista que fracasa al ponerlo en práctica.
Pluto. Las desigualdades sociales aumentan al final de la guerra.
Crémilo, un anciano pobre, acude al templo de Apolo para  preguntar al dios cómo podrá cambiar su situación, aquel le contesta que acompañe  al primero que encuentre, este resulta ser un ciego, Pluto, la riqueza personificada. Por culpa de su ceguera la riqueza está mal repartida. Recobrando la vista en el santuario de Asclepio, debe distribuirla entre  los buenos y los justos, pero los más inmorales de la sociedad, descontentos, no aceptan la situación. Incluso Penía, la pobreza anuncia los problemas de una sociedad enriquecida donde desaparecerán el esfuerzo y el trabajo.
LA COMEDIA MEDIA Y NUEVA
Arruinados por las guerras del Peloponeso, los coregas atenienses no podían proporcionar coros; disminuye el número de figurantes y desaparecen los vestuarios fastuosos. Se atenúan los ataques personales, reglamentados tal vez por una ley. Probablemente se representaron algunas comedías de asuntos mitológicos y algunas escenas costumbristas, destinadas a ridiculizar a una clase social o a una determinada profesión. Desaparecen las partes cantadas y la parábasis.
A finales del S. IV a.C., reducida Atenas a ser una próspera ciudad de provincias por las victorias de Alejandro Magno y la política de sus sucesores, conserva su prestigio intelectual de antaño y una constitución aparentemente democrática. Sus ciudadanos se mantienen, al margen de la vida política. Sólo cuentan, pues, los conflictos derivados de la vida privada.
Menandro, ateniense 342 a.C.-- 292. Nacido en una familia rica, fue contemporáneo del filósofo Epicuro y algunos estudiosos defienden la influencia de este en las obras. Vivió en Atenas, al margen de los asuntos públicos, dedicado por completo a escribir se cree que hasta  unas cien comedias. Hasta fines del S. XIX sus obras sólo eran conocidas a través de fragmentos, pero los papiros descubiertos en 1898,1905 y 1907 pusieron de manifiesto una obra entera, El misántropo, y extensos fragmentos de otras, El arbitraje, La samia, El héroe, La mujer trasquilada y El adulador. Casi todas están basadas en un amor contrariado.
 En La Samia y El Arbitraje aparecen en escena personajes tomados de la vida real: ancianos prudentes y avaros; jovencitos aturdidos e impulsivos, a los que el amor agudiza el ingenio; cortesanas interesadas, pero con corazón  generoso; esclavos más bastos que astutos; amo res contrariados, que tienen un final feliz, cuando, tras el enredo, se disipan los malentendidos o se desvanecen  las diferencias de condición social entre los enamorados, casi siempre gracias al oportuno reconocimiento (anagnórisis) de la joven por sus verdaderos padres. Estos son los rasgos que se pueden ver en las comedias latinas de Plauto y Terencio, que a veces llegan a reproducir escenas enteras sacadas de obras de Menandro.

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