Breve Historia de filosofía griega
Entre el 600 y el 200 a.C., la
filosofía griega constituyó el fundamento de toda la especulación filosófica en el
mundo occidental. Las hipótesis intuitivas de los antiguos griegos presagiaron diversas
teorías de la ciencia moderna, incluso muchas de las ideas morales elaboradas por los
filósofos griegos han sido incorporadas a la doctrina moral cristiana. Las ideas
políticas desarrolladas por los pensadores griegos han influenciado a muchos líderes
políticos a lo largo de la historia.
La filosofía griega puede ser dividida entre
aquellos filósofos que buscaban una explicación del mundo en términos físicos y
quienes subrayaban la importancia de las formas inmateriales o ideas. La primera escuela
importante de la filosofía griega, la jonia o milesia, era en gran parte materialista.
Fundada por Tales de Mileto en el siglo VI a.C., partió de la creencia de Tales según la
cual el agua es la sustancia primigenia de la que procede toda materia. Anaximandro
ofreció una idea más elaborada y mantuvo que la base de toda materia es una sustancia
eterna que se transforma en todas las formas materiales conocidas comúnmente. Esas
formas, a su vez, cambian y se funden en otras de acuerdo con la regla de la justicia, es
decir, una especie de equilibrio y proporción. Heráclito consideraba que el fuego es la
fuente primordial de la materia, pero creía que el mundo entero está en constante cambio
o flujo y que la mayoría de los objetos y sustancias se producen por la unión de
principios opuestos. Consideraba el alma, por ejemplo, como una mezcla de fuego y agua. El
concepto de nous (inteligencia), sustancia infinita e inmutable que penetra y
controla cada objeto viviente, fue desarrollado por Anaxágoras, que también pensaba que
la materia consistía en partículas en una escala infinitesimal pequeña, o átomos.
Compendió la filosofía de la escuela jonia al proponer un principio no físico director,
junto a una base materialista de la existencia.
La división entre idealismo y materialismo se hizo
más clara con el paso del tiempo. Pitágoras destacó la importancia
de la forma sobre la materia al explicar la estructura material. La escuela pitagórica
también incidió mucho en la importancia del alma, considerando al cuerpo como una simple
cárcel del alma.
* Pitágoras (c. 582-c. 500
a.C.), filósofo y matemático griego, cuyas doctrinas influyeron mucho en Platón. Nacido en la isla de Samos,
Pitágoras fue instruido en las enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales de Mileto, Anaximandro
y Anaxímenes. Se dice que Pitágoras había sido
condenado a exiliarse de Samos por su aversión a la tiranía de Polícrates. Hacia el 530
a.C. se instaló en Crotona, una colonia griega al sur de Italia, donde fundó un
movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos, conocido como
pitagorismo. La filosofía de Pitágoras se conoce sólo a través de la obra de sus
discípulos. Doctrinas básicas. Los pitagóricos asumieron ciertos misterios,
similares en muchos puntos a los enigmas del orfismo.
Aconsejaban la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir alimentos, la
sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito del autoanálisis. Los
pitagóricos creían en la inmortalidad y en la transmigración
del alma. Se dice que el propio Pitágoras proclamaba
que él había sido Euphorbus, y combatido durante la guerra de Troya, y que le había
sido permitido traer a su vida terrenal la memoria de todas sus existencias previas. Teoría
de los números. Entre las amplias investigaciones matemáticas realizadas por los
pitagóricos se encuentran sus estudios de los números pares e impares y de los números
primos y de los cuadrados, esenciales en la teoría de los
números. Desde este punto de vista aritmético, cultivaron el concepto de número,
que llegó a ser para ellos el principio crucial de toda proporción, orden y armonía en
el universo. A través de estos estudios, establecieron una base científica para las matemáticas. En geometría
el gran descubrimiento de la escuela fue el teorema de la hipotenusa, conocido como teorema de Pitágoras, que establece que el cuadrado de la
hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los otros
dos lados. Astronomía. La astronomía de los
pitagóricos marcó un importante avance en el pensamiento científico clásico, ya que
fueron los primeros en considerar la tierra como un globo que gira junto a otros planetas
alrededor de un fuego central. Explicaron el orden armonioso de todas las cosas como
cuerpos moviéndose de acuerdo a un esquema numérico, en una esfera de la realidad
sencilla y omnicomprensiva. Como los pitagóricos pensaban que los cuerpos celestes
estaban separados unos de otros por intervalos correspondientes a longitudes de cuerdas
armónicas, mantenían que el movimiento de las esferas da origen a un sonido musical, la
llamada armonía de las esferas.
La escuela eleática
Corriente griega de filosofía que tuvo
su apogeo en los siglos VI y V a.C. El pensamiento eleático se opone tanto a la
filosofía materialista de la escuela jónica como a la teoría del flujo universal
formulada por el filósofo griego Heráclito. Según los eleáticos, el universo es en
esencia una unidad inmutable, que, siendo infinita en tiempo y espacio, está más allá
de la cognición proporcionada por los sentidos humanos. Sólo a través de la reflexión
filosófica, afirmaban, se puede alcanzar la verdad última. Las observaciones sensoriales
ofrecen tan solo una visión limitada y distorsionada de la realidad. El nombre de eleática
viene de la ciudad griega de Elea, al sur de Italia, el hogar de Parménides y Zenón,
máximos exponentes de la misma escuela. Los eruditos difieren en si la escuela fue
fundada por Jenófanes o Parménides. Muchas de las doctrinas eleáticas se basaron en las
enseñanzas de Jenófanes, mientras que Parménides desarrolló sus doctrinas dentro de un
sistema de metafísica. La filosofía eleática sirvió como base para el sistema
metafísico de Platón. Según Parménides, guía de la escuela eleática, la apariencia
del movimiento y la existencia en el mundo de objetos distintos son mera ilusión: sólo
parecen existir. Las ideas de Pitágoras y Parménides supusieron la base del idealismo
que caracterizaría después a la filosofía griega.
* Parménides (vivió sobre
el 500 a.C.), filósofo griego, considerado por muchos eruditos como el miembro más
importante de la escuela eleática. Se dice que visitó Atenas a la edad de 65 años, y
que en tal ocasión Sócrates, entonces un hombre joven, le oyó hablar. Parménides
expuso su filosofía en forma de versos y su única obra que ha perdurado se nutre de
extensos fragmentos de un poema didáctico, Sobre la naturaleza. En esta reflexión
aboga por la existencia del Ser absoluto,cuya no existencia Parménides declaraba
resultar inconcebible, pero cuya naturaleza admitía ser también inconcebible, ya que el
Ser absoluto está disociado de toda limitación bajo la cual piensa el ser humano.
Parménides mantenía que los fenómenos de la naturaleza son sólo aparentes y debidos en
esencia al error humano; parecen existir, pero no tienen entidad real. Mantenía también
que la realidad, Ser verdadero, no es conocida por los sentidos sino que sólo se
puede encontrar en la razón. Esta creencia le convirtió en un precursor del idealismo de
Platón. La teoría de Parménides de que el ser no puede originarse del no ser, y que el
ser ni surge ni desaparece, fue aplicada a la materia por sus sucesores Empédocles y
Demócrito, que a su vez la convirtieron en el fundamento de su explicación materialista
del universo.
* Zenón
de Elea (fl. siglo V a.C.), matemático y filósofo de la escuela
eleática, conocido por sus paradojas filosóficas. Zenón nació en Elea, al suroeste
de Italia. Llegó a ser el discípulo predilecto del filósofo griego Parménides
y le acompañó a Atenas cuando tenía 40 años. En
Atenas, Zenón enseñó filosofía durante algunos
años, concentrándose en el sistema eleático de metafísica.
El estadista ateniense Pericles y Calias estudiaron con
él. Zenón regresó más tarde a Elea y, según cuenta la tradición, se unió a una
conspiración para librar a su ciudad nativa del tirano Nearcco; la conspiración fracasó
y Zenón fue torturado con dureza, pero se negó a delatar a sus compañeros. No se
conocen más circunstancias de su vida. Sólo pocos fragmentos de la obra de Zenón perduran, pero las obras
de Platón y Aristóteles se nutren de
referencias textuales de los escritos de Zenón. En el plano filosófico, Zenón aceptaba
la creencia de Parménides de que el universo, o el ser, es una sustancia indiferenciada,
simple, única, aunque pueda parecer diversificada para los sentidos. La intención de
Zenón fue desacreditar las sensaciones, lo que pretendió hacer a través de una
brillante serie de argumentos o paradojas, sobre el espacio y el tiempo que han perdurado
hasta nuestros días como mosaicos intelectuales complejos. Una paradoja clásica afirma
que un corredor no puede llegar a la meta porque, para lograrlo, debe recorrer una
distancia; pero no puede recorrer esa distancia sin primero recorrer la mitad de ella, y
así ad infinitum. Porque existe un número infinito de bisecciones en una
distancia espacial, uno no puede recorrer una distancia en tiempo finito, a menos que
acorte la distancia o aumente la velocidad. Este argumento, como muchos otros de Zenón,
se proponía demostrar la imposibilidad lógica del movimiento. Dado que los sentidos nos
llevan a creer en la existencia del movimiento, los sentidos son ilusorios y por lo tanto
no existe ningún obstáculo para aceptar las inverosímiles teorías de Parménides de
otra forma. Zenón es reconocido no sólo por sus paradojas, sino por establecer los
debates filosóficos que favorecen la discusión razonada. Por todo ello, Aristóteles le
consideró el creador del razonamiento dialéctico.
El materialismo
aplicado a la vida diaria inspiró la filosofía de un grupo conocido como los sofistas,
que surgió en el siglo V a.C. Haciendo hincapié en la importancia de la percepción
humana, sofistas como Protágoras dudaban que la humanidad pudiera
ser capaz de alcanzar nunca la verdad objetiva a través de la razón, y defendían que el
éxito material, en lugar de la verdad, debía ser el propósito de la vida:
* Sofistas (del
griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre de sabiduría'), en su
origen, nombre aplicado por los antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los
Siete Sabios de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los maestros itinerantes
que proporcionaban instrucción en diversas ramas del conocimiento a cambio de unos
honorarios convenidos con antelación. Personas que
compartían puntos de vista filosóficos mucho más amplios que los de una escuela, los
sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores; pero, basándose en su
interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi todos ellos concluyeron
afirmando que la verdad y la moral eran en esencia materias opinables. Así, en sus
propias enseñanzas tendían a enfatizar formas de expresión persuasivas, como el arte de
la retórica, que facilitaba a los discípulos
técnicas útiles para alcanzar el éxito en la vida, en especial en la vida pública.
Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre
todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad absoluta y la moral suscitó a
la postre fuertes críticas. Sócrates,
Platón y Aristóteles pusieron en tela de juicio los
fundamentos filosóficos de las enseñanzas de los sofistas. Platón y Aristóteles les
censuraron por aceptar dinero. Más tarde, fueron acusados por el Estado de carecer de
moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un significado despectivo, al igual
que el moderno término sofisma, que puede ser definido como astuto y engañoso o como
argumentación o razonamiento falsos. No obstante, diversas corrientes filosóficas han
reivindicado el sofismo como un espíritu crítico, desde mediados del siglo XX. Autores
tan dispares como el apátrida de origen rumano, Emil Michel Cioran, el español Fernando
Savater y diversos teóricos del postmodernismo han elaborado el gran elogio doctrinal del
sofismo. En último
extremo, los sofistas fueron de importancia menor en el desarrollo histórico del
pensamiento filosófico occidental. Fueron, sin embargo, los primeros en sistematizar la
educación. Entre los principales sofistas del siglo IV a.C. destacan Protágoras,
Gorgias, Hipias de Elide y Prodicus de Ceos.
* Protágoras (c. 480-c. 411 a.C.), filósofo griego, nacido en Abdera, Tracia.
En el 445 a.C. se estableció en Atenas, donde llegó a ser amigo del estadista Pericles y
consiguió gran fama como maestro y filósofo. Fue el primer pensador en llamarse a sí
mismo sofista y en enseñar a cambio de dinero, recibiendo grandes sumas de sus alumnos.
Enseñó gramática, retórica e interpretación de la poesía. Sus obras principales, de
las que sólo perduran algunos fragmentos, fueron tituladas Verdad y Sobre los dioses. El
fundamento de su reflexión fue la doctrina de que nada es bueno o malo, verdadero o
falso, de una forma categórica y que cada persona es, por tanto, su propia autoridad
última; esta creencia se resume en su frase: "El hombre es la medida de todas las
cosas". Acusado de impiedad, Protágoras se exilió, pereciendo ahogado en el
transcurso de su viaje a Sicilia. Dos célebres diálogos de Platón,
Teeteto y Protágoras, rebatieron las doctrinas de Protágoras.
* Gorgias (c. 485-c. 380
a.C.), retórico griego y filósofo sofista. Nacido en Leontini, Sicilia, Gorgias ejerció
como embajador en Atenas en el 427 a.C., donde más tarde se estableció para practicar y
enseñar el arte de la retórica. Como retórico, fue de los primeros en introducir la
cadencia en la prosa y en utilizar lugares comunes en los argumentos. Es el personaje del
título del diálogo Gorgias de Platón, donde Sócrates
discute sobre la retórica falsa y verdadera, y sobre la retórica entendida como el arte
de la adulación. La filosofía de Gorgias es nihilista
y está expresada en tres proposiciones: nada existe; si algo existe, no puede ser
conocido; si algo existe y puede ser conocido, no puede ser comunicado. Las obras de
Gorgias que han llegado hasta nosotros son El elogio a Helena y La apología de
Palamedes. Murió en Tesalia a la edad de 105 años.
En contraste con estas opiniones se mostraban las
ideas de Sócrates, con quien la filosofía griega alcanzó su cima. Su objetivo
reconocido fue "cumplir la misión del filósofo de buscar dentro de mí mismo y de
los demás hombres". El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear
una proposición, hacía una serie de preguntas destinadas a analizar y depurar la
proposición examinando sus consecuencias y comprobando si coincidía con los hechos
conocidos. Sócrates describió el alma no en términos de misticismo, sino como
"aquello en virtud de lo cual se nos califica de sabio o de loco, bueno o malo".
En otras palabras, Sócrates consideraba el alma como una combinación de la inteligencia
y el carácter de un individuo. Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.), filósofo griego
fundador de la filosofía moral, o axiología que ha tenido gran peso en la filosofía occidental por su influencia sobre Platón. Nacido en
Atenas, hijo de Sofronisco, un escultor, y de Fenareta, una comadrona, recibió una
educación tradicional en literatura, música y gimnasia. Más tarde, se familiarizó con
la retórica y la dialéctica de los sofistas, las especulaciones de los filósofos jonios
y la cultura general de la Atenas de Pericles. Al principio, Sócrates siguió el trabajo
de su padre; realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron en la
entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a.C. Durante la guerra del Peloponeso contra
Esparta, sirvió como soldado de infantería con gran valor en las batallas de Potidaea en
el 432-430 a.C., Delos en el 424 a.C., y Anfípolis en el 422 a.C.
Sócrates creía en la superioridad de la discusión
sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de su vida de adulto en los
mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel
que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método
denominado mayeútica, o arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el
interlocutor descubra sus propias verdades. Según los testimonios de su época, Sócrates
era poco agraciado y corto de estatura, elementos que no le impedían actuar con gran
audacia y gran dominio de sí mismo. Apreciaba mucho la vida y alcanzó popularidad social
por su viva inteligencia y un sentido del humor agudo desprovisto de sátira o cinismo.
Actitud hacia la política: Sócrates fue obediente con las leyes de Atenas,
pero en general evitaba la política, contenido por lo que él llamaba una advertencia
divina. Creía que había recibido una llamada para ejercer la filosofía y que podría
servir mejor a su país dedicándose a la enseñanza y persuadiendo a los atenienses para
que hicieran examen de conciencia y se ocuparan de su alma. No escribió ningún libro ni
tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre su
personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de sus discípulos más
notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro y el
historiador Jenofonte, un escritor prosaico que quizá no consiguió comprender muchas de
las doctrinas de Sócrates. Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de una
irónica profesión de ignorancia, conocida como ironía socrática, y poseyendo una
agudeza mental y un ingenio que le permitían entrar en las discusiones con gran
facilidad.
Enseñanzas : La contribución de Sócrates a la filosofía ha
sido de un marcado tono ético. La base de sus enseñanzas y lo que inculcó, fue la
creencia en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el
conocimiento de uno mismo. Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que
ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen
el bien, actuarán de manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y
la búsqueda de definiciones generales, como queda claro en los escritos de su joven
discípulo, Platón, y del alumno de éste, Aristóteles. A través
de los escritos de estos filósofos Sócrates incidió mucho en el curso posterior del
pensamiento especulativo occidental.
Otro pensador y amigo influenciado por Sócrates fue
Antístenes, el fundador de la escuela cínica de filosofía. Sócrates también fue
maestro de Aristipo, que fundó la filosofía cirenaica de la experiencia y el placer, de
la que surgió la filosofía más elevada de Epicuro. Tanto para los estoicos como el
filósofo griego Epicteto, como para el filósofo romano Séneca el viejo y el emperador
romano Marco Aurelio, Sócrates representó la personificación y la guía para alcanzar
una vida superior.
El juicio: Aunque fue un patriota y un hombre de profundas
convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus
contemporáneos, a los que les disgustaba su actitud hacia el Estado ateniense y la
religión establecida. Fue acusado en el 399 a.C. de despreciar a los dioses del Estado y
de introducir nuevas deidades, una referencia al daemonion, o voz interior
mística, a la que Sócrates aludía a menudo. También fue acusado de corromper la moral
de la juventud, alejándola de los principios de la democracia y se le confundió con los
sofistas, tal vez a consecuencia de la caricatura que realizó de él el poeta cómico
Aristófanes en la comedia Las nubes representándole como el dueño de una
"tienda de ideas" en la que se enseñaba a los jóvenes a hacer que la peor
razón apareciera como la razón mejor.
La Apología de Platón recoge lo esencial de
la defensa de Sócrates en su propio juicio; una valiente reivindicación de toda su vida.
Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. Cuando, de
acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una réplica irónica a la
sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el
escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica,
enfadó tanto al jurado que éste volvió a votar a favor de la pena de muerte por una
abultada mayoría.Los amigos de Sócrates planearon su huida de la prisión pero prefirió
acatar la ley y murió por ello. Pasó sus últimos días con sus amigos y seguidores,
como queda recogido en la obra Fedón de Platón, y durante la noche cumplió su
sentencia bebiendo una copa de cicuta siguiendo el procedimiento habitual de ejecución.
Estaba casado con Jantipa, una mujer de reconocido mal genio y tenía tres hijos.
Platón y Aristóteles
El idealismo de Sócrates fue organizado por Platón en una filosofía sistemática. En su teoría de las ideas,
Platón sostuvo que los objetos del mundo real son meras sombras de las formas eternas o
ideas. Las únicas e inmutables ideas, las formas eternas, pueden ser objeto del
conocimiento verdadero; la percepción de sus sombras, es decir, el mundo tal y como se
oye, ve y siente, es una simple opinión. La meta del filósofo, decía, es conocer las
formas eternas e instruir a los demás en este conocimiento.
La teoría del conocimiento de Platón está
implícita en su teoría de las ideas. Sostenía que tanto los objetos materiales
percibidos como el individuo que los percibe están en constante cambio; pero, como el
conocimiento se relaciona tan sólo con los objetos inmutables y universales, el
conocimiento y la percepción son diferentes en esencia.
En lugar de las ideas de Platón, que poseen entidad
propia y eterna, Aristóteles propuso una serie de conceptos que
representan las propiedades comunes de cualquier grupo de objetos reales. Los conceptos, a
diferencia de las ideas de Platón, no tienen existencia fuera de los objetos que
representan. Más cerca del pensamiento de Platón se hallaba la definición aristotélica
de forma, como una distinguible propiedad de la materia, pero con una existencia
independiente de la de los objetos en los que se encuentra. Al describir el universo
material, Aristóteles afirmó que consiste en los cuatro elementos, fuego, aire, tierra y
agua, más un quinto elemento que existe en todas partes y es el único constitutivo de
todos los cuerpos celestiales.
En los escritos de Platón y Aristóteles las
tendencias dominantes de idealismo y materialismo en la filosofía griega alcanzaron, en
uno u otro caso, su más alta expresión, dando lugar a un cuerpo de pensamiento que sigue
ejerciendo una fuerte influencia sobre la investigación filosófica. La filosofía griega
posterior, que refleja un periodo histórico de agitación civil y de inseguridad
individual, se preocupó menos por la naturaleza del mundo que por los problemas
individuales. Durante ese periodo surgieron cuatro grandes escuelas filosóficas, en gran
parte materialistas e individualistas: la de los cínicos, y la de los que se adhirieron
al epicureísmo, escepticismo y estoicismo.
Platón (c. 428-c. 347 a.C.), filósofo griego,
uno de los pensadores más creativos e influyentes de la filosofía occidental.
Vida Platón nació en el seno de una familia
aristocrática en Atenas. Su padre, Aristón, era al parecer, descendiente de los primeros
reyes de Atenas. Perictione, su madre, estaba emparentada con el legislador del siglo VI
a.C. Solón. Su padre murió cuando aún era un niño y su madre se volvió a casar con
Pirilampes, colaborador del estadista Pericles.
De joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se
desilusionó con los gobernantes de Atenas. Más tarde se proclamó discípulo de Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: la
obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y más preguntas. Aunque se trata
de un episodio muy discutido, que algunos estudiosos consideran un metáfora literaria
sobre el poder, Platón fue testigo de la muerte de Sócrates durante el régimen
democrático ateniense en el año 399 a.C. Temiendo tal vez por su vida, abandonó Atenas
algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia y Egipto.
En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia,
institución a menudo considerada como la primera universidad europea. Ofrecía un amplio
plan de estudios, que incluía materias como astronomía, biología, matemáticas, teoría
política y filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado.
Ante la posibilidad de conjugar la filosofía y la
práctica política, Platón viajó a Sicilia en el año 367 a.C. para ser tutor del nuevo
gobernante de Siracusa Dionisio el Joven. El experimento fracasó. Platón regresó a
Siracusa en el año 361 a.C., pero una vez más su participación en los acontecimientos
sicilianos tuvo poco éxito. Pasó los últimos años de su vida dando conferencias en la
Academia y escribiendo. Murió próximo a los 80 años en Atenas en el año 348 o 347 a.C.
Obra Los escritos de Platón adoptaban la forma
de diálogos, donde se exponían ideas filosóficas, se discutían y se criticaban en el
contexto de una conversación o un debate en el que participaban dos o más personas. El
primer grupo de escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13 cartas. Se ha cuestionado la
autenticidad de algunos diálogos y de la mayoría de las cartas.
Primeros diálogos Los
diálogos se pueden dividir en tres etapas de composición. La primera representa el
intento que hizo Platón de comunicar la filosofía y el estilo dialéctico de Sócrates.
Algunos de esos diálogos tienen el mismo argumento. Sócrates se encuentra con alguien
que dice saber mucho, manifiesta ser ignorante y pide ayuda al que afirma saber. Sin
embargo, conforme Sócrates empieza a hacer preguntas, se hace patente que quien se dice
sabio realmente no sabe lo que afirma saber y que Sócrates aparece como el más sabio de
los dos personajes porque, por lo menos, él sabe que no sabe nada. Ese conocimiento, por
supuesto, es el principio de la sabiduría. Dentro de este grupo de diálogos se
encuentran Cármides (un intento por definir la templanza), Lisis (una
discusión sobre la amistad), Laques (una búsqueda del significado del valor), Protágoras
(una defensa de la tesis de que la virtud es conocimiento y que es posible aprenderla), Eutifrón
(una consideración sobre la naturaleza de la piedad), y el libro I de La República
(una discusión sobre la justicia).
Diálogos intermedios y últimos Los diálogos
de los periodos intermedio y último de la vida de Platón reflejan su propia evolución
filosófica. Las ideas de esas obras se atribuyen al propio Platón, aunque Sócrates
sigue siendo el personaje principal en muchos diálogos. Los escritos del periodo
intermedio abarcan los de Gorgias (una reflexión sobre distintas cuestiones
éticas), Menón (una discusión sobre la naturaleza del conocimiento), Apología
(la defensa que hizo Sócrates de sí mismo durante el juicio en el que fue acusado de
ateísmo y corrupción de la juventud ateniense), Crátilo (la defensa de Sócrates
de la obediencia a las leyes del Estado), Fedro (escena de la muerte de Sócrates,
en la que discute sobre la teoría de las ideas, la naturaleza del alma y la cuestión de
la inmortalidad), El Banquete (destacada realización dramática de Platón que
contiene varios discursos sobre la belleza y el amor) y La República (máxima obra
filosófica de Platón, que es una detallada discusión sobre la naturaleza de la
justicia).
Entre los trabajos del último
periodo se encuentran Teeteto (una negación de que el conocimiento tiene que ser
identificado con el sentido de percepción), Parménides (una evaluación crítica
de la teoría de las ideas), Sofista (una reflexión posterior sobre las ideas o
las formas), Filebo (discusión sobre la relación entre el placer y el bien), Timeo
(ideas de Platón sobre las ciencias naturales y la cosmología), y Leyes (un
análisis más práctico de las cuestiones políticas y sociales).
Teoría de las ideas En el centro de la
filosofía de Platón está su teoría de las formas o de las ideas. En el fondo, su idea
del conocimiento, su teoría ética, su psicología, su concepto del Estado y su
perspectiva del arte deben ser entendidos desde esta perspectiva.
Teoría del conocimiento La teoría de las ideas
de Platón y su teoría del conocimiento están tan interrelacionadas que deben tratarse
juntas. Influido por Sócrates, Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede
alcanzar. También estaba convencido de dos características esenciales del conocimiento.
Primera, el conocimiento debe ser certero e infalible. Segunda, el conocimiento debe tener
como objeto lo que es en verdad real en contraste con lo que lo es sólo en apariencia. Ya
que para Platón lo que es real tiene que ser fijo, permanente e inmutable, identificó lo
real con la esfera ideal de la existencia en oposición al mundo físico del devenir. Una
consecuencia de este planteamiento fue el rechazo de Platón del empirismo, la afirmación
de que todo conocimiento se deriva de la experiencia. Pensaba que las proposiciones
derivadas de la experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No son ciertas.
Más aun, los objetos de la experiencia son fenómenos cambiantes del mundo físico, por
lo tanto los objetos de la experiencia no son objetos propios del conocimiento.
La teoría del conocimiento de Platón se expone en La
República, en concreto en su discusión sobre la imagen de la línea divisible y el
mito de la caverna. En la primera, Platón distingue entre dos niveles de saber: opinión
y conocimiento. Las declaraciones o afirmaciones sobre el mundo físico o visible,
incluyendo las observaciones y proposiciones de la ciencia, son sólo opinión. Algunas de
estas opiniones están bien fundamentadas y otras no, pero ninguna de ellas cuenta como
conocimiento verdadero. El punto más alto del saber es el conocimiento, porque concierne
a la razón en vez de a la experiencia. La razón, utilizada de la forma debida, conduce a
ideas que son ciertas y los objetos de esas ideas racionales son los universales
verdaderos, las formas eternas o sustancias que constituyen el mundo real.
El mito de la caverna describe a personas
encadenadas en la parte más profunda de una caverna. Atados de cara a la pared, su
visión está limitada y por lo tanto no pueden distinguir a nadie. Lo único que se ve es
la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos
que pasan delante de una gran hoguera resplandeciente. Uno de los individuos huye y sale a
la luz del día. Con la ayuda del sol, esta persona ve por primera vez el mundo real y
regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese momento son
sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si quieren liberarse
de sus ataduras. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físico
de las apariencias. La escapada al mundo soleado fuera de la caverna simboliza la
transición hacia el mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta, que es el
objeto propio del conocimiento.
Naturaleza de las ideas La teoría de las ideas
se puede entender mejor en términos de entidades matemáticas. Un círculo, por ejemplo,
se define como una figura plana compuesta por una serie de puntos, todos equidistantes de
un mismo lugar. Sin embargo, nadie ha visto en realidad esa figura. Lo que la gente ha
visto son figuras trazadas que resultan aproximaciones más o menos acertadas del círculo
ideal. De hecho, cuando los matemáticos definen un círculo, los puntos mencionados no
son espaciales, sino lógicos. No ocupan espacio. No obstante, aunque la forma de un
círculo no se ha visto nunca —y no se podrá ver jamás— los matemáticos y
otros sí saben lo que es. Para Platón, por lo tanto, la forma de círculo existe, pero
no en el mundo físico del espacio y del tiempo. Existe como un objeto inmutable en el
ámbito de las ideas, que sólo puede ser conocido mediante la razón. Las ideas tienen
mayor entidad que los objetos en el mundo físico tanto por su perfección y estabilidad
como por el hecho de ser modelos, semejanzas que dan a los objetos físicos comunes lo que
tienen de realidad. Las formas circular, cuadrada y triangular son excelentes ejemplos de
lo que Platón entiende por idea. Un objeto que existe en el mundo físico puede ser
llamado círculo, cuadrado o triángulo porque se parece ("participa de" en
palabras de Platón) a la idea de círculo, cuadrado o triángulo.
Platón hizo extensiva su teoría más allá del
campo de las matemáticas. En realidad, estaba más interesado en su aplicación en la
esfera de la ética social. La teoría era su forma de explicar cómo el mismo término
universal puede referirse a muchas cosas o acontecimientos particulares. La palabra
justicia, por ejemplo, puede aplicarse a centenares de acciones concretas porque esos
actos tienen algo en común, se parecen a, participan de, la idea de justicia. Una persona
es humana porque se parece a, o participa de, la idea de humanidad. Si humanidad se define
en términos de ser un animal racional, entonces una persona es humana porque es racional.
Un acto particular puede considerarse valeroso o cobarde porque participa de esa idea. Un
objeto es bonito porque participa de la idea, o forma, de belleza. Por lo tanto, cada cosa
en el mundo del espacio y el tiempo es lo que es en virtud de su parecido con su idea
universal. La habilidad para definir el término universal es la prueba de que se ha
conseguido dominar la idea a la que ese universal hace referencia. Platón concibió las
ideas de manera jerárquica: la idea suprema es la de Dios, que, como el sol en el mito de
la caverna, ilumina todas las demás ideas. La idea de Dios representa el paso de Platón
en la dirección de un principio último de explicación. En el fondo, la teoría de las
ideas está destinada a explicar el camino por el que uno alcanza el conocimiento y
también cómo las cosas han llegado a ser lo que son. En lenguaje filosófico, la teoría
de las ideas de Platón es tanto una tesis epistemológica (teoría del conocimiento) como
una tesis ontológica (teoría del ser).
Teoría política La República, la mayor
obra política de Platón, trata de la cuestión de la justicia y por lo tanto de las
preguntas ¿qué es un Estado justo? y ¿quién es un individuo justo?. El Estado ideal,
según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado reposa en
la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares y el liderazgo político es
asumido por los filósofos-reyes. La clase de una persona viene determinada por un proceso
educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el
máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades. Los que completan
todo el proceso educacional se convierten en filósofos-reyes. Son aquellos cuyas mentes
se han desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las
decisiones más sabias. En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante
todo, estructurado para producir filósofos-reyes.
Platón asocia las virtudes tradicionales griegas
con la estructura de clase del Estado ideal. La templanza es la única virtud de la clase
artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a los
gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la sociedad en su conjunto. El
Estado justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin
entrar en las actividades de las demás clases. Platón aplica al análisis del alma humana un esquema semejante: la racional, la voluntad y los apetitos. Una persona justa es aquella cuyo
elemento racional, ayudado por la voluntad, controla los apetitos. Existe una evidente
analogía con la estructura del Estado anterior, en la que los filósofos-reyes sabios,
ayudados por los soldados, gobiernan el resto de la sociedad.
Ética La teoría ética de Platón
descansa en la suposición de que la virtud es conocimiento y que éste puede ser
aprendido. Dicha doctrina debe entenderse en el conjunto de su teoría de las ideas. Como
ya se ha dicho, la idea última para Platón es la idea de Dios, y el conocimiento de esa
idea es la guía en el trance de adoptar una decisión moral. Platón mantenía que
conocer a Dios es hacer el bien. La consecuencia de esto es que aquel que se comporta de
forma inmoral lo hace desde la ignorancia. Esta conclusión se deriva de la certidumbre de
Platón de que una persona virtuosa es realmente feliz y como los individuos siempre
desean su propia felicidad, siempre ansían hacer aquello que es moral.
Arte Platón tenía una idea antagónica
del arte y del artista aunque aprobara algunos tipos de arte religioso y moralista. Su
enfoque tiene que ver una vez más con su teoría de las ideas. Una flor bonita, por
ejemplo, es una copia o imitación de las ideas universales de flor y belleza. La flor
física es una reproducción de la realidad, es decir, de las ideas. Un cuadro de la flor
es, por lo tanto, una reproducción secundaria de la realidad. Esto también significa que
el artista es una reproducción de segundo orden del conocimiento y, en realidad, la
crítica frecuente de Platón hacia los artistas era que carecían de un conocimiento
verdadero de lo que estaban haciendo. La creación artística, observó Platón, parecía
tener sus raíces en una inspirada locura.
Influencia La influencia de Platón a
través de la historia de la filosofía ha sido inmensa. Su Academia existió hasta el
año 529 a.C., en que fue cerrada por orden del emperador bizantino Justiniano I, que se
oponía a la difusión de sus enseñanzas paganas. El impacto de Platón en el pensamiento
judío es obvio en la obra del filósofo alejandrino del siglo I Filón de Alejandría. El
neoplatonismo, fundado en el siglo III por el filósofo Plotino, fue un importante desarrollo posterior de las ideas de Platón.
Los teólogos Clemente de Alejandría, Orígenes y san Agustín fueron los primeros
exponentes cristianos de una perspectiva platónica. Las ideas platónicas tuvieron un
papel crucial en el desarrollo del cristianismo y también en el pensamiento islámico
medieval.
Durante el renacimiento, el primer centro de
influencia platónica fue la academia florentina, fundada en el siglo XV cerca de
Florencia. Bajo la dirección de Marsilio Ficino, los miembros de la academia estudiaron a
Platón en griego antiguo. En Inglaterra, el platonismo fue recuperado en el siglo XVII
por Ralph Cudworth y otros que se dieron a conocer como la escuela de Cambridge. La
influencia de Platón ha llegado al siglo XX de la mano de pensadores como Alfred North
Whitehead, que una vez le rindió tributo al describir la filosofía como una simple
'serie de anotaciones de Platón'.
Neoplatonismo
Neoplatonismo, denominación colectiva de las
doctrinas filosóficas y religiosas de una escuela heterogénea de pensadores
especulativos que buscó desarrollar y sintetizar las ideas metafísicas de Platón sobre
todo en lo relacionado con su teoría de las formas. Esta síntesis se produjo de modo
especial en Alejandría con el judaísmo helenista, ejemplificado por el filósofo Filón
de Alejandría, entre otras tendencias. La doctrina conservó en esencia su carácter
griego. Por extensión, el término se aplicó a teorías metafísicas similares expuestas
durante la edad media, el renacimiento y en épocas modernas.
La doctrina neoplatónica es una variante de
monismo idealista para el que la realidad última del universo era lo Uno, perfecto,
incognoscible e infinito. De este Uno emanan varios planos de realidad, siendo el nous
(inteligencia pura) el más elevado. Del nous deriva el alma universal, cuya
actividad creadora origina las almas inferiores de los seres humanos. El alma universal se
concibe como una imagen del nous, del mismo modo que el nous es una imagen
de lo Uno; de esta forma, tanto el nous como el alma universal, a pesar de su
diferenciación, son de la misma sustancia, es decir que son consustanciales con lo Uno.
El alma universal, no obstante, al constituirse como
un puente entre el nous y el mundo material, tiene la opción de preservar su
integridad e imagen de perfección o bien de ser sensual y corrupta por entero. La misma
elección está abierta a cada una de las almas inferiores. Cuando, por la ignorancia de
su verdadera naturaleza e identidad, el alma humana experimenta un falso sentido de
distancia e independencia, se vuelve presumida de un modo manifiesto y cae en hábitos
sensuales y depravados. El neoplatonismo mantiene que la salvación de esa alma es posible
gracias a la virtud de la libertad de la voluntad que le permitió elegir su camino de
pecado. El alma debe invertir ese curso, trazando en sentido contrario los sucesivos pasos
de su degeneración, hasta unirse otra vez con el origen de su ser. La reunión verdadera
se consuma a través de una experiencia mística en la que el alma conoce un éxtasis
total.
En un sentido doctrinal, el neoplatonismo se
caracteriza por la oposición categórica que se plantea entre lo espiritual y lo carnal,
elaborada a partir del dualismo platónico de idea y materia, oposición que se produce
mediante la hipótesis metafísica de agentes mediadores, el nous y el alma
universal, que transmiten el poder divino de lo Uno a todo, mediante una aversión al
mundo de los sentidos, y por la necesidad de la liberación de una vida de sensaciones a
través de una rigurosa disciplina ascética.
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