lunes, 3 de septiembre de 2012

LAS LENGUAS ROMANCES

Lenguas romances

Las lenguas romances (también denominadas lenguas románicas o lenguas neolatinas) son una rama indoeuropea de lenguas estrechamente relacionadas entre sí y que históricamente aparecieron como evolución del latín vulgar (entendido en su sentido etimológico de ‘hablado por el pueblo’ y opuesto al latín clásico).
El número de lenguas romances conocidas supera la veintena, aunque en la actualidad muchas variedades regionales están severamente amenazadas y sólo media docena de ellas tienen un uso general y tienen varios millones de hablantes.


Ubicación e historia: la Romania




Mapa de las lenguas románicas con su distribución actual en Europa.

Distribución de las lenguas romance más habladas a principios del siglo XXI: español (verde oscuro y verde claro), francés (azul y celeste), italiano (amarillo), portugués (anaranjado) y rumano (rojo).

División tradicional entre lenguas románicas orientales y occidentales.
Estas lenguas se hablaban y se siguen hablando en un territorio que recibe el nombre de Romania, que cubre en su mayor parte el sur europeo del antiguo imperio romano. Los términos romance y Romania proceden efectivamente del adjetivo latino romanicus: se consideraba que sus hablantes empleaban una lengua tomada de la de los romanos, por oposición a otras lenguas presentes en los territorios del antiguo Imperio, como el fráncico en Francia, lengua de los francos perteneciente a la familia de las lenguas germánicas.
El primer escrito en que se encuentra el término romano, de una manera u otra, se remonta al sínodo de Tours, en el año 813. Es a partir de ese sínodo cuando se considera que la primera lengua vulgar se separa del latín, y se designa en efecto como una lengua aparte. Se trata de una forma de protofrancés que recibe el nombre de romana lingua o román. No obstante, en los Cartularios de Valpuesta, hay un texto anterior que data del año 804, y está escrito en un latín muy romanizado.
La evolución del latín vulgar hacia las lenguas románicas se fecha, grosso modo, de la siguiente manera:
  1. Entre el 200 aec y el 400 aproximadamente: diferentes formas de latín vulgar.
  2. Entre el 500 y 600: estas formas comienzan a distinguirse entre sí.
  3. A partir del 800: se reconoce la existencia de las lenguas romances

Del latín clásico al latín vulgar

En la antigua Roma se presentaba diglosia: el latín de los textos literarios o sermo urbanus (o ‘discurso urbano’, es decir, refinado) se encontraba estancado por la gramática (como ya lo estaba el sánscrito en la misma época en India). Por lo tanto la lengua cotidiana no era el latín clásico sino una forma distinta aunque cercana, en un proceso de desarrollo más libre, el sermo plebeius (‘discurso plebeyo’). El sermo plebeius era la lengua cotidiana del pueblo llano, los comerciantes y los soldados y podemos identificarlo ampliamente con el latín vulgar, que nos es conocido sobre todo por citas indirectas y críticas pronunciadas por los hablantes de un latín literario, así como por numerosas inscripciones, registros, cuentas y otros textos corrientes, y por la evidencia deducible a partir de las lenguas románicas.

Criollización frente a evolución

El proto-romance intuible a partir de la comparación lingüística de las lenguas romances difiere notablemente del latín literario clásico en su pronunciación, vocabulario y gramática. Existen dos teorías sobre el origen de las lenguas romances:
  1. La teoría tradicional que conjetura que las lenguas romances proceden del llamado latín vulgar que sería evolución natural continua del latín clásico, cuyos rasgos aparecen definidos solo a partir de los siglos IV o V d. C.
  2. La teoría de que las lenguas romances derivan de formas criollizadas del latín.1 2 3 En favor de esta hipótesis está el que muchos rasgos típicamente romances son sorprendentemente tempranos.

Primeras evidencias

Un testimonio importante del latín popular es el Satyricon de Petronio, una especie de “novela” escrita probablemente en el primer siglo de nuestra era que fue pasando por los entornos marginales de la sociedad romana. En ella, los personajes se expresan —según su categoría social— en una lengua más o menos próxima al arquetipo clásico.
Otra fuente importante de diglosia es el Appéndix Probi, una especie de compilación de "errores" frecuentes, recopilados por un tal Probus, que data del siglo III de nuestra era. Son estas formas, y no sus equivalentes en latín clásico, las que se encuentran en el origen de las palabras utilizadas en las lenguas romances.
He aquí algunos ejemplos de “faltas” citadas por Probus (según el modelo A non B, ‘[diga] A, no B’), clasificadas aquí según el tipo de evolución fonética y acompañadas de comentarios que permiten señalar las principales diferencias entre el latín clásico y el latín vulgar.
Algunas evidencias de construcciones de tipo romance en inscripciones latines populares son muy tempranas (muchas inscripciones en la Pompeya del 79 d. C.). Algunos autores han sostenido que las lenguas romances no proceden de la evolución usual del latín clásico, sino que estas podrían venir de versiones criollas de dicha lengua. Existen diversos argumentos:4 5
  • Algunas evidencias de construcciones gramaticales de tipo romance son muy tempranas, cuando muchos de los cambios fonéticos típicos de latín tardío aún no habían comenzado.
  • En muchas regiones el latín substituyó a lenguas como el celtíbero y el lepóntico tipológicamente similares al latín, sin embargo, el latín de esas regiones parece haber tenido desde muy temprano características tipológicas diferentes.
  • El latín contrasta con el griego clásico, si bien el griego moderno ha perdido muchas características de la lengua clásica el grado de retención parece más alto, incluso dialectos alejados de Grecia como el griego de la Magna Grecia (sur de Italia) que se remonta a la época clásica muestra una retención más alta que las lenguas románicas. Esto se habría debido a que el griego antiguo habría evolucionado sin criollización.
  • Las lenguas eslavas y en parte algunas las germánicas han retenido mucho más fácilmente la declinación en los últimos dos milenios aun cuando no existió una lengua culta.
La criollización del latín pudo compartir rasgos con la formación de otras lenguas criollas a parte del francés, el portugués, el holandés y el español. En los estadios iniciales, cuando había escasez de hablantes de la lengua colonizadora, las lenguas romances pudieron haberse propiciado en entornos multiétnicos, por el surgimiento de pidgins entre personas que hablaban lenguas diferentes bajo la misma administración. Sólo a medida que el número de hablantes de latín aumentaba, el criollo latinizado se "relatinizaba" pero sin llegar a ser el latín clásico literario. La situación pudo haber sido diglósica, por lo que a pesar de que el uso de las formas arromanzadas de latín pudieron ser tempranas, la escritura lo reflejaba en pequeña medida, de la misma manera que las variedades criollas fueron ampliamente ignoradas hasta la independencia de las antiguas colonias.

Lenguas de la familia y clasificación interna


Clasificación de las lenguas romances de acuerdo con Koryakov Y.B.6
Ante todo, conviene aclarar que hasta el momento no existe una clasificación unificada y científica respecto a los grupos y subgrupos de las variedades lingüísticas románicas, universalmente aceptada. Sin embargo, tradicionalmente se han usado clasificación en que se agrupan a las lenguas según áreas geográficas, teniendo en cuenta también rasgos distintivos fonéticos y gramáticos. De acuerdo con estos criterios, se considera lenguas románicas orientales aquellas que forman el plural mediante vocales (generalmente -i o -e) y no sonorizan las oclusivas sordas intervocálicas /p, t, k/ de origen latino; mientras que pertenecen a la Romania Occidental aquellas variedades que sonorizan /p, t, k/ intervocálicas o forman el plural con -s. Entre estas dos ramas formarían un grupo de transición los dialectos centrales y meridionales de Italia, incluyendo también el italiano estándar.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que, al referirse a una «lengua románica», en ésta se puede a su vez comprender varios dialectos (por ejemplo las lenguas retorrománicas tradicionalmente se las considera una sola lengua con tres dialectos principales, aunque la inteligibilidad entre ellas es difícil). Los problemas en la clasificación se deben a que el modelo de árbol (Stammbaumtheorie) no es adecuado para describir la diferenciación de una familia lingüística en presencia de contacto lingüístico, como señaló Johannes Schmidt al proponer su "teoría de ondas" (Wellentheorie). Además, debe tenerse presente que las variedades románicas forman un continuo dialectal cuyas diferencias mutuas son en ocasiones mínimas, llegando a ser inteligibles entre sí en la mayoría de casos (más de manera escrita que de manera oral, aunque fácilmente inteligibles).
La clasificación interna exacta es uno de los problemas más complicados dentro de cualquier familia lingüística. Fuera de los grupos de primer nivel de variedades lingüísticamente muy estrechamente emparentadas resulta difícil establecer un árbol cladístico ya que las lenguas en su desarrollo histórico se influyen mútuamente y el modelo de árbol filogenético no resulta adecuado para representar la diferenciación lingüística de un conjunto de lenguas en contacto. Una enumeración de los grupos que muy probablemente constituyen unidades filogenéticas válidas es la siguiente:
  1. Lenguas iberorrománicas (español, gallego-portugués, asturiano-leonés y aragonés)
  2. Lenguas galorrománicas (francés y franco-provenzal)
  3. Lenguas retorrománicas (romanche, friulano y ladino)
  4. Lenguas occitanorromances (catalán y occitano-gascón)
  5. Lenguas galoitalianas (ligur, piamontés, lombardo, emiliano-romañolo y véneto).
  6. Lenguas italorromances (italiano estándar, romanesco, napolitano, siciliano, corso-gallurés)
  7. Lenguas balcorrumanas (rumano estándar, meglenorrumano, istrorrumano)
  8. Lenguas romances insulares (sardo, antiguo corso)
  9. Otras lenguas romances extintas (dálmata, mozárabe)
La relación exacta entre estos grupos es materia de discusión y no existe una única clasificación aceptada, así que diferentes autores basándose en distintos tipos de evidencias y criterios han hecho clasificaciones que agrupan de manera diferente estos grupos. A partir del las similaridades léxicas computadas por el proyecto comparativo ASJP y otras evidencias lingüísticas resulta un árbol diversificación como el siguiente:

atín

Galorrománico

francés


arpitán




romanche



Italo-rumano

rumano



italiano


siciliano





friulano

Occitano-románico

occitano


catalán




Iberrománico


navarroaragonés


español




asturleonés


galaico-
portugués

gallego


portugués







sardo



Grupo iberorromance




Lenguas iberorromances en España, Portugal, Francia, Andorra y Sardinia


Además existen dos lenguas de la Península Ibérica sobre las que no existe acuerdo sobre cómo clasificarlas:


Ethnologue clasifica a estas dos lenguas juntas como lenguas pirenaico-mozárabes (aunque no parecen existir isoglosas comunes exclusivas a estas dos lenguas). Para otros el aragonés tiene rasgos intermedios entre el iberorromance nuclear y el occitanorromance, aunque no existe consenso filológico en torno a su clasificación.8

Grupo occitanorromance



Distribución de las lenguas occitano-románicas: Catalán-Valenciano-Balear (rojo), Gascón-Occitano-Provenzal (morado).

Estas dos lenguas muy cercanas forman un continuo dialectal transicional entre las lenguas de oil y las iberorrománicas, llamado occitano-románico. Algunas fuentes clasifican ambas entre las lenguas galorrománicas, otras, como Ethnologue, dentro del grupo iberorrománico y, tradicionalmente, el catalán como iberorrománico y el occitano como galorrománico. Cada vez toma más fuerza entre los romanistas el denominado Grupo Románico Pirenaico, grupo puente entre el iberorrománico y el galorrománico, integrado por el occitano, el catalán y el aragonés.


Grupo galorromance



Lenguas de Francia


Grupo retorromance


Las lenguas retorrománicas son variedades lingüísticas galorrománicas muy cercanas habladas en el sur de Suiza y noreste de Italia (provincia romana de Raetia). Lingüísticamente comparten rasgos con los dialectos occitanos y el catalán.

  • Dialectos romanches (rumantsch): sursilvano, sutsilvano, surmirano, puter y vallader forman los cinco dialectos escritos, se hablan en Suiza (en el cantón de los Grisones), en la actualidad el número de hablantes de todos estos dialectos reunidos apenas frisa las 35.000 personas.
    • Interromanche (rumantsch grischun): especie de lingua franca romanche empleada en Suiza para unificar la veintena de dialectos romanches, y que se apoya sobre todo en el sursilvano, el vallader y el surmirano. El interromanche es una lengua oficial en el cantón suizo de los Grisones.
  • Dialectos ladinos (ladín): empleados en los Dolomitas (Italia), se consideran una lengua regional.
  • Friulano (furlan): hablado en la provincia italiana de Údine, tiene el estatus de lengua regional.

Grupo galoitaliano




Lenguas de Italia: el grupo galoitaliano se presenta en tonos verdes, los tonos azul morados del centro y sur se conrresponden con algunas el italorromance central, y el siciliano en marrón.

Las lenguas galoitalianas presentan características de transición entre las variedades del centro y sur de Italia y el resto de lenguas romances occidentales. Las lenguas galoitalianas cuentan en total con unos 15 millones de hablantes nativos en el norte de Italia. Si bien ninguna de ellas tiene reconomiento oficial por parte del estado italiano varias de ellas han sido reconocidas y son objeto de leyes de protección por parte de los parlamentos regionales. Las lenguas galoitalianas comúnmente reconocidas son:


Grupo italorromance centromeridional


Las lenguas italianas centromeridionales (italiano, napolitano y siciliano). Son un continuo dialectal desde el centro hacia el sur de la Península Itálica, muchas veces se los menciona sólo como dialectos italianos. Desde el punto de vista lingüístico, forman un grupo de transición entre la Romania Oriental y Occidental (por ejemplo, tienen el plural vocálico, pero a veces también se presentan sonorizaciones de /p, t, k/ intervocálicas).

  • Italiano (italiano, s. IX). derivado históricamente del toscano florentino, promovido por Dante en el siglo XIII constituye la base de la lengua oficial italiana.
    • Corso. Es un dialecto histórico del italiano, derivado del toscano, que ha sufrido un fuerte influjo francés. No obstante, Ethnologue lo clasifica aparte del italiano entre el grupo románico del sur, junto con las variedades sardas. Es propio de la isla francesa de Córcega. Afines al corso son el gallurés y el sassarés del norte de Cerdeña.
    • Dialectos italiano-centrales como el romanesco de Roma.
  • Napolitano y dialectos del centro-sur de Italia como pullés y calabrés del norte.
  • Siciliano (sichilianu o u sicilianu) o italiano meridional extremo, hablado en Sicilia y en los extremos de la península: Salento y Calabria central y meridional. Es una lengua románica que tiene muchas influencias del griego (que pervive en algunas localidades), del árabe, del francés, provenzal, catalán y del castellano, del alemán y del latín. Esto es por la razón de que Sicilia ha sido siempre tierra colonizada y encrucijada de los principales pueblos mediterráneos. No obstante, el idioma tiene sustrato y palabras derivadas de antiguos pueblos como los sicanos (no indoeuropeos), sículos y élimos.
    • Se distinguen ocho dialectos fundamentales en Sicilia e islas próximas:
      • Occidental (Palermo, Trapani)
      • Centro-Occidental (Agrigento)
      • Metafonética central (Enna, Caltanissetta)
      • Metafonética sudoriental (Ragusa y zona meridional de la Provincia de Siracusa)
      • No-metafonética oriental (Siracusa, Catania)
      • Messinés (Messina)
      • Pantesco (isla de Pantelaria) influenciado por el árabe.
      • Eoliano (Islas Eolias)
    • Relacionados con el siciliano están los otros dialectos italiano meridionales extremos:
      • Reggino o calabrés centro-meridional (Reggio, Catanzaro)
      • Salentino (en el 'tacón' de la 'bota' de Italia: Lecce, Otranto)

Grupo sardo


Sardo (sardu o limba sarda, s. XI), hablado en Cerdeña. Es una de las lenguas romances más conservadoras, lo que se puede explicar dado su aislamiento geográfico. Se considera que el grupo sardo constituye la primera rama desgajada del resto de lenguas románcias, ya que todas las demás presentan una evolución vocálica común que no está presente en sardo. Se distinguen varios dialectos sardos:

  • Campidanés (campidanesu): variante lingüística del sur.
  • Logudorés (logudoresu): variante lingüística del centro-noroeste, en que están escritas la mayoría de las obras literarias.
  • Nugorés (nugoresu): variante lingüística del centro-este.

Las dos últimas variantes lingüísticas tienen muchos aspectos en común respecto a la primera. Lingüístico-históricamente los dialectos sardos serían una transición entre el italiano del sur y las lenguas iberorrománicas. Respecto a sus rasgos fonéticos y gramáticos (sonorización y fricatización de las oclusivas sordas intervocálicas latinas, formación del plural mediante -s, etc.) pertenece a las lenguas romances occidentales, a pesar de que Ethnologue lo clasifica (junto a la variedad italiana de Córcega, el gallurés y el sassarés) dentro de las lenguas románicas del sur. Desde la Edad Media el sardo ha conocido numerosos superestratos, entre los cuales el catalán, el castellano, el ligur y el italiano estándar son los más relevantes.

Español Logudorés Nugorés Campidanés
el, la, los, las su, sa, sos, sas su, sa, sos, sas su, sa, is
agua abba abba acua
cuatro bàttoro bàttoro cuatru
lengua limba limba lingua
placer piaghere piakere praxeri/prajeri(a)
voz boghe boke boxi(a)

(a)donde la x se lee como la j francesa en jamais o je.

Grupo balcorromance



Las lenguas romances orientales tienen varios rasgos distintivos notorios:

  • No sonorizan las oclusivas sordas intervocálicas de origen latino /p, t, k/ (rasgo compartido también con las lenguas italianas centromeridionales).
  • Y forman el plural de las palabras mediante vocales -e, -i. (rasgo compartido por varias lenguas romances de Italia)
  • Los fonemas latinos /Ō, Ŏ/ se confunden en /o/ mientras que en el resto de lenguas romances (excepto el sardo), las mismas vocales latinas se siguen distinguiendo al evolucinar a dos fonemas diferentes /*o/ y /*ɔ/.

Dialectos rumanos

Rumano (română ; atestiguaciones parciales en el s. XII, a. completa en el s. XV): lengua de la antigua provincia romana de Dacia cortada del resto de la llamada Romania. El superestrato eslavo tiene relativamente poca relevancia salvo en el léxico y el rumano se asevera como una lengua bastante conservadora. Se considera que posee cuatro dialectos:


Varios lingüistas rumanos, sin embargo, consideran que las últimas tres variedades son lenguas apartes, ya que el idioma rumano propiamente dicho es sólo el dacorrumano (cf. «español» vs. «castellano, asturleonés, aragonés»).

Idioma dalmático

Lengua dálmata, lengua muerta que se hablaba en algunas ciudades costeras de Dalmacia (costa de la actual Croacia). Tenía dos dialectos conocidos:


El idioma dalmático estaba relacionado con el idioma istrioto, hablado por unos dos mil habitantes del sur de la península de Istria y considerado por la Unesco en serio riesgo de extinción. Otra de las lenguas romanobalcánicas relacionadas al idioma dalmático es el idioma morlaco, una lengua neolatina del interior de la Dalmacia, que se considera extinguida desde el siglo pasado.

Lenguas artificiales derivadas


Estas lenguas tratan de retomar elementos latinos (romances) tratando de ser neutrales a todas las lenguas romances actuales e incluso con otras lenguas los ejemplos más comunes son: el esperanto, interlingua (probablemente el mejor ejemplo de neutralidad en las lenguas romances), etc.

Características lingüísticas comunes


Aunque las lenguas romances representan evoluciones divergentes del latín, sus rasgos comunes de hecho se deben prácticamente siempre al resultado de retener algún aspecto lingüístico que ya estaba en latín, y en muchos menos casos al efecto de la influencia común de otra lengua sobre varias lenguas románicas. Las características principales presentes en todas las lenguas románicas son las siguientes:


Cambios fonéticos


Algunos de los principales cambios fonéticos registrados tanto en el Appéndix Probi como en otras inscripciones son:

  • La aparición de un sistema fonológico de vocales abiertas y cerradas con al menos 4 grados de abertura /i u; e o; ε ɔ; a/ algunos autores postulan cinco grados de obertura al considerar también las vocales /ɪ ʊ/ como fonemas), a partir de un sistema basado en la cantidad vocálica (en posición átona este sistema se pudo reducir aún más a sólo 3 grados de abertura, reducción que el español aplicó también a las vocales tónicas).
  • La reducción de algunos diptongos /au/ > /ou/ > /o/ (la reducción en /o/ no se dio en galaicoportugués).
  • La síncopa o caída de vocales breves postónicas, como en los ejemplos recogidos por Probus: cálida > calda 'caliente', másculus > masclus 'macho', tábula > tabla 'mesa, tablón', óculus > oclus 'ojo'.
  • Las palatalizaciones son cambios muy frecuentes tanto en las vocales como en las consonantes. El latín clásico de hecho carecía de consonantes palatales pero en las lenguas románicas este tipo de consonantes son muy frecuentes. Algunos ejemplos son:
    • vinea > vinia > *vinya 'viña'
    • diurnum 'diurno' > *dyorno > it. giorno 'día', fr. jour 'día', esp. jornal 'salario de un día' y jornada 'período de un día'.
    • cuniculum 'conejo' > coneclo > catalán conill, español conejo, gallego coello
    • óculus 'ojo' > oclus > cat. ull, esp. ojo, gal. ollo.
    • En varias lenguas romances, no en todas, /kt/ > /yt/, lacte > *leyte > catalán llet 'leche', en algunas se da una palatalización completa /yt/ > /*yč/ palataliza totalmente *leyte > leche. En gallego se dice leite.
    • Similarmente en varias de las lenguas anteriores, /lt/ produce /jt/ multum > *muyto > portugués muito, con palatalización completa en otras lenguas como el español *muyto > mucho. En gallego se produce un diptongo decreciente: moito.
    • En algunas lenguas como el catalán y el leonés existe palatalización de /l-/ inicial latina: legere > catalán llegir.
    • En leonés y en las variedades noroccidentales del extremeño existe palatalización de /n-/ inicial latina: nurus > extremeño ñuera.
  • Simplificaciones varias de grupos consonánticos /pt/ > /t/.
    • En gallego y portugués desaparecen del latín muchas n y l intercaladas. Por ejemplo: lúa (luna), prata (plata).

La evolución de las vocales se compara en el siguiente cuadro:

Evolución de las vocales tónicas
Latín clásico Ī Ĭ Ē Œ Ĕ Æ Ā Ă Ŏ AU Ō Ŭ Ū
Protorromance Occidental *i *e *a *au *o *u
Oriental *i *e *a *o *u
Iberorromance Español i e ie a ue o u
Portugués i e/ei ɛ a ɔ o/oi u
Occitanorromance catalán oriental i ɛ e a ɔ o u
occitano9 i e ɛ/iɛ a ɔ/uɛ/(u)œ au o y
Galorromance francés antiguo10 i oi ie a/e ue eu u
francés i wa ie a/e œ ø y
Galoitaliano Piemontés
de Turín
i ɛi e a œ u y
Italorromance Italiano
estándar
i e iɛ/ɛ a uɔ/ɔ o u
Siciliiano i ɛ a ɔ u
Retorromance Romanche i/ɛ ai/e *ɛa >ia a/au *uɔ >o/œ o u
Ladín i ai/ei ia/iɛ a/e (u)ɔ/u(o) o u
Friulano i e ia/iɛ a uo o u
Balcorromance rumano11 i e/a ie a/ə o u

Transformación del sistema morfosintáctico


Las lenguas romances se caracterizan por una reducción de la declinación (gramática) tanto en número de casos como de paradigmas diferentes. Presumiblemente, esto se produjo por algunos cambios fonéticos que afectaron a las consonantes finales y también como resultado de la analogía morfológica.

La única lengua románica moderna que posee marcas de caso en el sustantivo es el rumano que retiene tres casos diferentes, cuando el latín tenía cinco casos básicos (o seis si se cuenta, el vocativo que era bastante defectivo, marginalmente también había restos de locativo, sólo aplicable a lugares Rōmae 'en Roma' y domī 'en casa'). De las lenguas románicas testimoniadas más antiguamente sólo el antiguo occitano y algunas variedades de romanche tenían también caso, pero las variedades modernas ya no tienen oposición de caso. Igualmente de los tres géneros del latín clásico, la mayoría de lenguas sólo conserva dos en el sustantivo (algunas en el pronombre y los artículos todavía retienen el género neutro). El número gramatical se ha conservado sin modificaciones importantes, existiendo singular y plural en todas las lenguas.

La flexión verbal retuvo en un grado mucho mayor la variedad de categorías y formas diferenciadas de latín clásico. Aunque las formas sintéticas de voz pasiva se perdieron completamente en todas las lenguas, siendo substituidas por construcciones analíticas. Una suerte similar corrieron gran parte de las formas de perfecto que fueron substituidas por construcciones analíticas.

Sistema nominal


La caída de la /m/ final, consonante que se la encuentra a menudo en la flexión, crea entonces una ambigüedad: Romam se pronuncia como Roma, por lo que no se puede saber si el término está en nominativo, acusativo o ablativo. Para evitar tal ambigüedad, las lenguas románicas tienen que utilizar preposiciones. Antes de decir Roma sum por ‘yo estoy en Roma’ o Roma(m) eo por ‘yo voy a Roma’, hubo que expresar esas dos frases por sum in Roma y eo ad Roma. En este aspecto, conviene recordar que si ya —en latín clásico, desde la época imperial— la /m/ al final de palabra se omitía, no se podía confundir Roma sum con Roma(m) eo: en el ablativo (Roma sum), la /a/ final era larga; en cambio era breve en el acusativo: en el primero se pronunciaba /rōmā/, y en el segundo /rōmă/. El latín vulgar, no obstante, no utilizaba más el sistema de cantidades vocálicas: ambas formas son un tanto ambiguas.

En un mismo movimiento, los adverbios y las preposiciones simples son a veces reforzadas: ante, ‘antes’, ya no basta; hay que poner ab + ante en vulgar para explicar el francés avant, el español antes y el occitano avans, o bien in ante para el rumano o el asturleonés înainte enantes, etcétera.; igualmente avec proviene de apud + hoc, dans de de intus, etc.

El caso límite parece ser alcanzado con el francés aujourd'hui, noción que se decía simplemente hodie en latín clásico. El término francés se analiza en à + le + jour + de + hui, donde hui viene de hodiē (que se lo encuentra en el español “hoy”, en el occitano uèi, en el italiano oggi, en el asturleonés güei, en el romanche hoz o en el valón oûy). El compuesto aglutinado resultante es, en consecuencia, redundante, ya que significa, término a término: ‘en el día de hoy’ (en francés au jour d’aujourd’hui).

Ciertas lenguas conservadoras, entretanto, han mantenido adverbios y preposiciones simples: el español “con” y el rumano cu vienen de cum, igualmente que en español o în rumano son heredados de in. Se ve también este fenómeno con los términos simples heredados de hodiē.

De lengua flexional a la sintaxis ágil (el orden de los términos no cuentan enormemente para el sentido sino principalmente para el estilo y el énfasis), el latín vulgar llegó a ser un conjunto de lenguas, que utilizaban muchas preposiciones, en las cuales el orden de los términos es fijo: si en latín es posible decir Petrus Paulum amat o amat Petrus Paulum o Paulum Petrus amat o aun amat Paulum Petrus para querer decir que 'Pedro ama a Pablo', esto no es posible en las lenguas románicas, que han abandonado más o menos rápidamente las declinaciones; así, en español “Pedro ama a Pablo” y “Pablo ama a Pedro” tienen un sentido opuesto, sólo el orden de los términos indican quién es sujeto y quién es objeto.

Cuando las lenguas románicas mantuvieron un sistema de declinaciones, éste se ha simplificado y se limita a aquellos casos (con excepción del rumano): lo que ocurre en antiguo francés y en antiguo provenzal, que no poseen más que dos, el caso sujeto (heredado del nominativo) y el caso objeto (proveniente del acusativo), para todo lo que no sea sujeto. En francés, casi siempre, el caso sujeto desapareció; los nombres actuales heredados del francés antiguo son entonces todos del antiguo caso objeto y, por lo tanto, de antiguos acusativos; se lo puede constatar con un simple ejemplo:

Latín clásico
Francés antiguo
Francés

singular plural
singular plural singular plural
nominativo murus muri caso sujeto murs mur
acusativo murum muros caso objeto mur murs mur murs

El rumano, sin embargo, conserva un sistema flexional que funge con tres casos sincréticos: “caso directo” (nominativo + acusativo), “caso oblicuo” (genitivo + dativo) y “vocativo”. Estos casos se distinguen principalmente cuando el nombre está marcado por el artículo definido. En caso contrario, tienen tendencia a ser confundidos.

Otros puntos merecen ser señalados:

Primero, excluyendo el rumano y el asturleonés (que lo mantiene para sustancias incontables, como agua y fueya [‘hojarasca’]), los tres géneros, masculino, femenino y neutro, son reducidos a dos por la eliminación del neutro. Así, el término latino folia —nominativo y acusativo neutro plural de folium, ‘hoja’— es reinterpretado como un femenino. Es el caso, por ejemplo, en español, donde se vuelve hoja, más también en el francés feuille, en el italiano foglia, el romanche föglia, el valón fouye, el portugués folha, el catalán fulla, el occitano fuèlha, etc. (todos términos femeninos).

Además, las lenguas románicas desarrollaron un sistema de artículos determinados, desconocidos en latín clásico. Así, en español, “el” y “la” provienen respectivamente de los pronombres y adjetivos demostrativos ille e illa (más un neutro “lo” < illud); igualmente en italiano para il y la (así como lo < illum), en francés para le y la de los demostrativos illum e illa respectivamente, etc. El rumano se distingue por ser la única lengua románica en la cual el artículo va postpuesto: om (‘hombre’), om-ul (‘el hombre’). Los artículos indeterminados, por su parte, provienen simplemente del numeral unus, una (y unum en el neutro), que, en latín, habrían podido servir con este uso.

Finalmente, se revisa el sistema del adjetivo: mientras que los grados de intensidad eran marcados por sufijos, las lenguas románicas no se servían más que de un adverbio delante del adjetivo simple, ya sea magis (que devino en “más” en español, mai en occitano y en rumano, mais en portugués, més en catalán, etc.) ya sea plus (più en italiano, plus en francés, pus en valón, plu en romanche, etc.). Así, para decir “más grande” (comparativo de superioridad) en latín clásico era suficiente grandior. En español hace falta “más grande”, en italiano più grande, etc. Igualmente, el superlativo “el más grande” se decía grandíssimus en latín clásico, pero “el más grande” e il più grande en esas mismas lenguas.

Sistema verbal


Las conjugaciones latinas se modificaron profundamente, principalmente por la creación de tiempos compuestos: así nuestro “he cantado”, el francés j'ai chanté, el occitano ai cantat o el catalán he cantat vienen de un habeo cantátu(m) vulgar, que no existe en latín clásico. El uso de verbos auxiliares “ser” y “haber”, es notable: el latín ya usaba “ser” en su conjugación, pero no de manera tan sistemática como en las lenguas románicas, que han generalizado su uso para crear un juego completo de formas compuestas respondiendo a las formas simples. Generalmente las formas compuestas marcan el aspecto finalizado de la acción.

Un modo nuevo aparece, el condicional (atestiguado por primera vez en una lengua románica en la Secuencia de Santa Eulalia, construido a partir del infinitivo (a veces modificado) seguido de las desinencias del imperfecto: vivir + -ía genera “viviría” en español, asturleonés, gallego y portugués, así “vivrais” en francés, “viuriá” en occitano, “viuria” en catalán. A notar algunas de las modificaciones de la raíz: “haber + ía” > “habría” y no “*habería” o devoir + ais > devrais y no *devoirais. De igual manera, el futuro clásico es abandonado por una formación comparable a la del condicional, es decir, el infinitivo seguido del verbo haber (o precedido, como en el caso sardo): así cantare habeo (‘yo he de cantar’) da “cantaré” en español y catalán, cantarai en occitano, cantarei en gallego y portugués, je chanterai en francés, etc.

La forma pasiva se elimina a favor de un sistema compuesto que ya existía en latín (cantátur, ‘es cantado’, en latín clásico se convierte en est cantatus, que en latín clásico significa ‘ha sido cantado’). Finalmente, algunas conjugaciones irregulares (como la volle, en francés "vouloir") son rectificadas, aunque muchas mantienen su carácter irregular en las lenguas románicas, y se dejan de usar los verbos deponentes

Comparación léxica


La siguiente tabla presenta algunos ejemplos para comparar la evolución fonética de las palabras en las distintas variedades lingüísticas romances.

Latín (ac.) Aragonés Asturleonés Catalán Francés Gallego Eonaviego Italiano Ligur (genovés) Vèneto Normando Jèrriais Portugués Occitano provenzal Rumano Sardo Español
ÁLTU(M) alto altu alt haut alto/outo alto alto èrto alt haut alto12 aut înalt altu/artu alto
ÁRBOR(EM) árbol árbol/árbole arbre arbre árbore árbol albero èrbo albar bouais árvore arbre arbore / pom13 / copac14 àrvure árbol
ÁURU(M) oro oru/ouru or or ouro ouro oro öo oro or ouro aur aur òro oro
BRÁCCHIU(M)
> *BRATSU brácchiu(m)
brazo brazu/braçu braç bras brazo brazo braccio bràsso braso bras braço braç braţ bràtzu brazo
CÆLU(M)
> ČĘLU(M)
ciel cielu/ciêlu cel ciel ceo cêlo cielo çê çiel
céu ceu cer chelu/celu cielo
CLÁVE(M) clau llave/ļļave clau clef chave chave chiave ciâve chave clié chave clau cheie jàe/crae llave
DÍE(M)
DIURNU(M)
diya/día día dia /
jorn
jour día /
jornal
día giorno giórno jour dia jorn zi díe día
DÍGITU(M) dido deu dit doigt dedo dido dito dîo dedo det deget pòddighe/dídu dedo
DÚŌS dos dos/dous dos (m)
dues (f)
deux dous/dúas dous/dúas due doî/dôe deux dois / duas dos doi/două dúos/duus (m)
duas (f)
dos
(H)ÓMO o
(H)ÓMINE(M)
hombre/home home home homme home hòme uomo òmmo hom houmme homem òme om ómine hombre
LÍBRU(M) libro (/llibro) llibru/ļļibro llibre livre libro libro/llibro libro lìbbro liber livre livro libre carte15 líberu libro
LŪNA(M) luna (/lluna) lluna/ļļuna lluna lune lúa lúa/llúa luna lùnn-a luna leune lua luna lună lúna luna
MĀNU(M) man manu main man mao mano màn man main mão man mână mànu mano
NĬGRU(M) negro prietu/priêtu / negru negre noir negro/preto negro nero néigro neger nièr preto16 / negro negre negru niéddu/nígheddu negro
NĬVE(M) nieu ñeve neu neige neve nève neve néive nef neve nèu nea / zăpadă17 níe/níbe nieve
NŎCTE(M) nueit nueche/nueite nit nuit noite noite notte néutte note niet noite nuèch noapte note noche
NŎVU(M) nuevo nuevu/nuôvu nou nouveau novo novo nuovo nêuvo novo nouveau novo nouvo nou nou/novu nuevo
PECTU(M) peito pechu/peitu pit poitrine peito peito petto pêto pèto estonma peito
piept pétus pecho
QUĪ / QUEM qui quien qui qui quen quèn chi chi qui tchi quem quau cine kie/kini quien
SŪCU(M) suco zume / xugu suc jus zume xugo/zume succo sûgo tòcio jus suco / sumo suc suc sutzu jugo / zumo
TRĒS tres trés tres trois tres tres tre tréi/træ trei
três
trei tres tres
*UNIVERSITĀTE(M) universidat universidá/universidade universitat université universidade universidá università universcitæ universidà universidade universidade
universitate universidade universidad
ŪNU(M)ūnu(m) un ún / unu un un un un uno ùn en ieune um un unu unu un / uno
VACCA(M) vaca vaca vaca vache vaca vaca mucca18 / vacca vàcca armènta / vaca vaque vaca vaca vacă baca vaca
VÉTULU(M) viello vieyu/viêyu vell vieux19 vello veyo vecchio vêgio vecio vyi velho vièlh vechi20 / bătrân21 bètzu22 /bècciu viejo
Latín Aragonés Asturleonés Catalán Francés Gallego Eonaviego Italiano Ligur (genovés) Vèneto Normando Jèrriais Portugués Occitano provenzal Rumano Sardo Español

Numerales


Reconstrucción de los numerales del 1 al 10 para varios grupos romances:

GLOSA Ibero-
romance
Occitano-
romance
Galo-
romance
Galo-
italiano
Reto-
romance
Italo-
romance
Balco-
rumano
'1' *un/*una *un/*una *ɶ̃~*ɔ̃/*ynə *yŋ/*yna *uŋ/*una *uno/*una *un/*una
'2' *dos/*duas *dos/*duas *do/*due *dui/*due *dui/*duas *due *doi / *dowə
'3' *tres *tres *treis *trei/*trɛ *treis/*trei *tre *trei
'4' *kwatro *kwatre *katre *kwatr(o) *kwater *kwattro *patru
'5' *ʦinko *sink *sẽk *ʦinkwe *ʧiŋk *ʧiŋkwe *ʦinʦe
'6' *seis *sieis *sis *sei *seis *sei *sæse
'7' *sɛte *sɛt *sɛt *sɛt(e) *sɛt *sɛtte *sæpte
'8' *oito *ueit *uit *øt(o)~ɔt(o) *ɔt *otto *optu
'9' *nɔβe *nɔu *nɶf *nɶv *noʊv *nɔve *nowə
'10' *dɛʦ *dɛʦ *dis *dɛʒ(e) *deʃ *dɛʧi *ʣæʦe

Grados de inteligibilidad mutua entre las lenguas románicas


La siguiente tabla pretende mostrar las medidas de la inteligibilidad mutua entre las lenguas romances actuales, expresándola por el porcentaje de concordancia de los vocablos. La decimoquinta edición de Ethnologue (2005) el punto de referencia lo define por 85%: los valores superiores a éste, desde el punto de vista de la inteligibilidad mutua, podemos hablar de variedades lingüísticas o dialectos en cuanto a las lenguas comparadas, mientras que los valores inferiores a este porcentaje probablemente ya causarán dificultades en la comprensión de una lengua respecto al hablante de la otra estrechamente emparentada.23

% Francés Catalán Italiano Portugués Romanche Rumano Español Sardo
Francés
85 89 75 78 75 75 80
Catalán 85
87 85 76 73 85 75
Italiano 89 87
no hay datos 78 77 85 85
Portugués 75 85 no hay datos
74 72 89 78
Romanche 78 76 78 74
72 74 74
Rumano 75 73 77 72 72
71 74
Español 75 85 85 89 74 71
76
Sardo 80 75 85 78 74 74 76



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