LITERATURA HEBREA
ANTIGUO
TESTAMENTO
PENTATEUCO
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GENESIS
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ÉXODO
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LEVITICO
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NÚMERO
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DEUTERONOMIO
LIBROS
HISTORICOS
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JOSUÉ
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JUECE
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RUT
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1Y2
SAMUEL
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Y 2 REYES
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1
Y 2 CRÓNICAS
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ESDRAS
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NEHEMÍAS
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ESTER
SAPIENCIALES
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1,2Y
3 JUAN
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JUDAS
·
APOCALIPSIS
PENTATEUCO
GENESISI
El nombre de este libro quiere decir << origen>>
o << principio>>
El
libro génesis nos habla de los orígenes, este
libro se puede dividirse en dos grandes secciones: los primeros once capítulos hablan de los orígenes del ser
humano y del mundo en que vivimos así
como del origen de las diversas clases
de plantas animales. También hablan del origen de los diferentes idiomas, de las primeras ciudades, de las diferentes profesiones
e instrumentos musicales y de
cómo apareció el mal. Génesis habla también
de las diferentes naciones que
formaron parte de lo que se conoce como el medio oriente.
Génesis relata cómo comenzó el mundo. Nos cuenta cómo fue que Dios
siempre existió y cómo creó el mundo tan maravilloso, con el cielo, el agua, el
sol, la luna, las estrellas, las plantas, los arboles y las flores. Luego Dios
añadió toda clase de peces, insectos, aves, y otros animales, para que vivieran
en su fantástico mundo.
Todo el tiempo Dios hacia cosas porque
preparaba el mundo para su mejor creación: la gente. Las primeras
personas que Dios creó fueron un hombre llamado Adán y una mujer llamada
Eva.
Después de Adán y Eva, en el libro de
génesis nos vamos a encontrar con muchas otras personas creadas por Dios y
nos enteraremos de cuánto El las ama y las cuida, así como lo hace con
nosotros.
Los capítulos (12-50)
hablan de los antepasados del pueblo
de Israel, al que el antiguo testamento o biblia hebrea conoce como << el pueblo
de Dios>> o << pueblo de alianza>>. El antepasado
principal de ese grupo
es Abraham ; su nieto Jacob llegó a ser
el padre o antepasado principal
de los israelitas. Cuenta el
libro de génesis que Jacob tuvo doce hijos, de los cuales José fue el más importante. Este Jacob también es conocido como Israel. Diez
de sus hijos y dos de los hijos de
José llegaron a ser jefes de las tribus que formaron la nación
israelita.
1. En Adán se ven lecciones de vida y muerte. Él es figura de Cristo, porque él fue la cabeza de una raza; pero, en contraste con Cristo, él fue reclamado por la muerte, mientras que Cristo es una Cabeza Viviente.
2. Enoc nos enseña acerca del caminar y del traslado. Él caminó con Dios, y "por fe Enoc fue trasladado," un tipo de los santos que serán arrebatados a la venida del Señor.
3. Noé ilustra las obras y la salvación. Su obra fue una obra de fe, y su salvación fue entrar a un mundo nuevo, un tipo de aquellos creyentes salvados durante la Tribulación para la tierra del milenio.
4. Abraham nos habla de la fe y la separación. Su altar habla de lo primero, su tienda de lo segundo. Él llegó a ser un peregrino por llamamiento de Dios.
5. Isaac muestra los principios de la sumisión y la perseverancia, porque, en general, la suya fue una vida obediente y consecuente.
6. Jacob ilustra la disciplina y la previsión. Los tratos de Dios son vistos en su vida al asegurar el sometimiento de Jacob y llevándole a la adoración mientras se acercaba la muerte.
7. José: sufrimiento y exaltación son los temas de su vida. Un precioso ejemplo para la fe en todas las épocas.
La importancia de José puede verse claramente en que el libro le dedica un amplio espacio. Habla de su
niñez, del celo que le tenían sus
hermanos por ser el favorito de sus padres y por contarles sueños en los que él
aparecía como jefe de toda la familia.
Era tanto el odio que sus hermanos le
tenían, que quisieron matarlo. Al no poder
hacerlo, lo vendieron a unos comerciantes del desierto, quienes lo
llevaron al país de Egipto
y allí lo vendieron como esclavo
Después de varias experiencias difíciles, José llegó a trabajar como el ayudante especial del faraón es decir el rey de Egipto . Dios le dio a José
sabiduría e inteligencia y
así José pudo
salvar el hambre a los Egipcio, también
salvó a sus padres y hermanos de
morir de hambre en la tierra de Canaán.
El libro de génesis se puede dividirse en diez
secciones las cuales
empiezan con la frase hebrea que
tradicionalmente se traduce como
<<estas son las generaciones de >>. Génesis nos habla de Dios como el principio de todo. Sin él
nada de lo que existe existiría: no habría
vida ni existiríamos nosotros. Cuando Dios decidió crear la vida , nos
creó parecidos a él mismo, para que actuemos y vivamos como él vive y actúa . por eso podemos hablar, pensar
y sobre todo ser libres. Pero en lugar de vivir y de actuar como Dios nuestros
primeros padres decidieron seguir el
consejo de la serpiente así ellos y los que nacimos después preferimos escuchar y obedecer la voz de
otros, ¡hasta de un animal!, y no la voz de Dios. Pero no todo en génesis es
negativo también nos dice que hubo un
hombre llamado Abraham que obedeció a Dios
y confió en él en todo , fueron tan grandes el amor y la confianza que
Abraham mostró hacia Dios que llegó a ser conocido como <<el amigo de
Dios>> y <<el padre de la
fe>>.
ÉXODO
El nombre de este libro quiere decir
<<salida>>.
Éxodo comienza donde se queda Génesis, mientras Dios
trata con Su pueblo elegido, el judío. Éxodo sigue los eventos desde el tiempo
en que Israel entra en Egipto como invitados de José, quien era un personaje
poderoso en Egipto, hasta que ellos fueron eventualmente liberados de la cruel
esclavitud a la cual habían sido llevador por “…un nuevo rey que no conocía a
José”.
Este libro nos habla de dios libró el pueblo
israelita de la esclavitud que sufrían en el país de Egipto. Lo hizo a través
de su ayudante Moisés.
Los capítulos 1-14 describen las condiciones de
opresión de los judíos bajo el gobierno del faraón, el surgimiento de Moisés
como su libertador, las plagas traídas por Dios sobre Egipto a causa de la
negativa de su líder de someterse a Él, y la salida de Egipto. La soberana y
poderosa mano de Dios es apreciada en los milagros de las plagas – terminando
con la plaga de la muerte de los unigénitos y la institución de la primera
Pascua – la liberación de los israelitas, su paso por el Mar Rojo, y la
destrucción del ejército egipcio.
Este libro se puede dividirse en tres secciones:
La esclavitud (1-12)
Peregrinación por el desierto (13-18)
El servicio (19-40)
Con estas tres secciones podemos darle al libro el
siguiente título: << de la servidumbre al servicio>>. Con lo
anterior se afirma el mensaje central: El pueblo de Dios ha sido librado de la servidumbre o
esclavitud para servir a Dios y al prójimo. Sólo el que es libre puede obedecer
los mandamientos de Dios. Por eso Dios les da sus leyes y mandamientos después
de haberles dado libertad.
El texto
central del libro se encuentra en éxodo
y abarca todos los elementos que se han enlistado:
El éxodo
nos habla en primer lugar del castigo a
los malvados y en segundo lugar del cuidado especial que Dios tiene por el
pueblo que ha liberado. Además es un
llamado a los liberados a obedecer los mandatos de Dios y a cumplir una misión
especial sólo a mí.
El libro
de éxodo nos enseña mucho acerca de Dios
y de lo que hace a favor de
los que necesitan su ayuda :
Dios protege , salva de la muerte , guía
, provee agua y alimentos , provee abrigo y sobre todo siempre está
presente en medio de su pueblo. Además como buen padre, Dios reprende y
castiga. El propósito de las leyes y
mandamientos que Dios le entregó al pueblo de Israel especialmente los diez mandamientos es la obediencia del pueblo y no el castigo
de Dios.
La parte central de Éxodo es dedicada al peregrinaje
en el desierto y la milagrosa provisión de Dios para Su pueblo. Pero aunque Él
les dio pan del cielo, agua dulce de la amarga, agua de la roca, victoria sobre
aquellos que los hubieran destruido, Su Ley escrita en tablas de piedra por Su
propia mano, y Su presencia en forma de columnas de fuego y nube, la gente
continuamente murmuraba y se rebelaba contra Él.
La última tercera parte del libro, describe la
construcción del Arca del Pacto y el plan para el Tabernáculo con sus variados
sacrificios, altares, mobiliario, ceremonias y formas de adoración
LEVÍTICO
El libro trata
sobre esos días especiales que a todos nos encantan: fiestas y festejos.
Se refiere a los momentos felices de celebración cuando el pueblo de Dios
adoraba y agradecía al padre por su bondad.
También trata
de los momentos tranquilos de reflexión acerca de Dios y de las cosas
importantes que El desea que su pueblo sepa cuando lo obedecen, permanecen
saludables y viven felices una vida santa. Lo mejor de todo es que Levítico nos
dice cosas maravillosas acerca de Jesús, mucho antes que naciera.
Este libro se pude dividirse en tres partes:
Diferentes tipos de ofrendas (1-7)
La primera de ella está dedicada por entero a
reglamentar la presentación de las ofrendas y sacrificios ofrecidos como
demostración de gratitud al Señor o como signo de arrepentimiento y expiación
de algún pecado cometido.
Vestiduras y responsabilidades de los
sacerdotes (8-10)
La segunda describe el ritual seguido por Moisés
para consagrar sacerdotes a Aarón y sus hijos. Consiste en un conjunto de
ceremonias oficiadas por Moisés conforme a las instrucciones recibidas de
Jehová. Estos ritos de consagración, que incluían sacrificios de animales y el
uso de vestiduras especiales, fueron el paso inicial para instaurar el
sacerdocio aarónico-levítico, institución que fundamenta la unidad corporativa
del antiguo Israel. El relata la muerte de dos hijos de Aarón a causa de un
pecado de carácter ritual.
Reglas y leyes para vivir de acuerdo a la voluntad
de Dios (11-27)
Forman la tercera sección del libro, dedicada a
definir los términos de la pureza y la impureza ritual. También fija las normas
a las que, para recuperar la pureza legal, había de someterse todo aquel o todo
aquello que hubiera incurrido en algún tipo de impureza. Esta sección se cierra
con la descripción de los ritos propios del gran día de la expiación en hebreo,
que todo el pueblo debe celebrar el día 10 del séptimo mes de cada año. Se
ocupa de la llamada ley de santidad, enunciada de forma sintética Aquí nos
hallamos en pleno corazón del Levítico, donde, junto a algunas instrucciones
relativas al culto, se señalan las normas que Israel sacerdotes y pueblo está
obligado a observar para que la vida de cada uno en particular y de la
comunidad en general permanezca regida por los principios de la santidad, la
justicia y el amor fraternal. Respectivamente, una serie de bendiciones y
maldiciones, que corresponden a sendas actitudes de obediencia o desobediencia
a Dios y una relación de personas, animales y cosas que le están consagradas.
Este libre se
descubre el llamado a la obediencia en
situaciones concretas. Esto explica la constante repetición de la frase
<<yo soy el Dios de Israel >>, que era clave para que cada miembro del pueblo de Dios aprendiera a convivir con Dios y con
su prójimo .Así este libro nos
enseña que el apartarse del mal y el
vivir consagrados para servir a Dios, implica un doble compromiso: el
espiritual y el social.
Además de leyes y mandamientos levíticos también
ofrece algunos relatos. Por ejemplo nos habla del nombramiento de Aarón y de
sus descendientes como sacerdotes Israel. Nos cuenta también de la ceremonia en que vistieron a los sacerdotes con ropas especiales , y del
momento en que les derramaron aceite de
oliva sobre sus cabezas , en señal de que estarían al servicio de Dios .
hay un texto en el que merece ser estudiado en
nuestros días : el que habla del año de descanso para la tierra , del perdón de
las deudas y de la liberación de los esclavos ( capitulo25) . este pasaje es conocido también como el
<< mensaje del jubileo>> , es decir , la fiesta y alegría de saber
que Dios exige a los ricos y poderosos
perdonar las deudas y dar libertad a los oprimidos.
NÚMERO
Se llama así porque tanto al principio como al final
del libro se hace un censo a listado del
pueblo de Israel. Allí se encuentra el número de personas que
salieron en Egipto y también de las que estaban preparadas para entrar en la tierra prometida.
Números
comienza cuando este libro presenta el censo y el
ordenamiento de Israel en su marcha a través del desierto. Dios les dio
instrucciones para el servicio y la guerra, mientras iban de camino a la tierra
de Canaán. Dios mantuvo
la promesa que le había hecho a Abraham de que su familia algún día superaría
el número de las estrella. Esa familia enorme era la que estaba acampando
en el desierto. Dios los había traído de regreso al hogar que
habían tenido que abandonar hacia bastante tiempo cuando se quedaron sin
alimentos. Sin embargo ahora en Canaán había muchísima comida y Dios
quería que su pueblo volviera a vivir en ese hermoso lugar.
El pueblo de
Dios había aprendido a obedecer las leyes buenas que él les había dado y ahora
tenían una gran tarea por delante. Debían de contar para saber
cuántos hombres disponían para pelear como soldados cuando debieran enfrentarse
a los enemigos de Dios. Además necesitaban agrupar a; las personas
en grupos familias (tribus) para facilitar el traslado y los asentamientos
.Dios atribuyó a cada uno un lugar particular, según a cuál de las doce tribus
perteneciera. Los de las familias de la tribu de Leví —los coatitas, los
gersonitas y los meraritas— ayudaban a los sacerdotes en el servicio del
tabernáculo. Vemos en estos detalles la gran sabiduría de Dios, quien no cesa
de ordenar todos los asuntos de la vida de los creyentes en el curso de su
historia. Como los israelitas, nosotros, cristianos, también experimentamos la
travesía de este mundo que encontramos como un desierto.
La historia de Israel relatada en este libro corresponde
a casi cuarenta años de debilidad general, fracasos, quejas y desobediencias.
Estas características se repiten muy tristemente en la Iglesia hoy. No
obstante, el persistente cuidado y la fidelidad de Dios resplandecen
maravillosamente por encima de la flaqueza de Israel. Esto resalta en la
historia de Balaam (cap. 22-24), en la cual Dios defiende a Su pueblo contra
todos los esfuerzos del enemigo por derribarlo.
E medio de ese pueblo rebelde y miedoso, se destacan
dos hombres, Josué y Caleb que obedecieron a Dios y confiaron en él. A ellos,
Dios los mantuvo vivos y les permitió entrar
en la tierra prometida junto con toda una nueva generación es decir, los hijos y los nietos de los que
habían salido de Egipto.
Josué y Caleb
son ejemplos alentadores de inquebrantable consagración, en contraste
con la desobediencia general. Nos recuerdan con fuerza que no debemos
contentarnos con permanecer impotentes en las circunstancias de nuestras vidas
cristianas. Nos conviene apreciar el lugar que Dios tiene a bien asignarnos y
el servicio al cual nos llama, sin importarnos lo que los demás hagan a nuestro
alrededor.
Además este libro toca el tema de liderazgo. En
primer lugar habla de Moisés como líder del pueblo en segundo lugar cuenta cómo
sus hermanos Aarón y María quisieron
quitarle su liderazgo y finalmente como Josué fue llamado por Dios para dirigir
al pueblo después de la muerte de Moisés.
En general el mensaje de números gira en torno al
deseo de Dios por llevar hasta un lugar
seguro y permanente al pueblo que libró. A la vez, también muestra la
incapacidad de ese pueblo para mantenerse fiel y obediente a Dios. Por eso,
este libro habla de un tiempo de pruebas, de alianzas y de castigo . También
nos enseña que desobediente trae como consecuencia el castigo, el cual causa
mucho dolor y sufrimiento.
Pero no todo es negativo en este libro. También
encontramos aquí una historia llena de humor , de ironía y de sorpresas. Se
trata del relato de Balaam y su burra. Balaam era un profeta que estaba al servicio
del rey de Moab; la burra era un simple animal de carga, pero tuvo ojos para
ver el peligro y así salvar la vida de su amo. Dios le dio a la burra la
capacidad de hablar. Así ella le enseño a su amo que, especialmente un profeta
, debe obedecer y ser fiel al verdadero Dios.
DEUTERONOMIO
Deuteronomio significa << segunda ley >>
Son las palabras que Dios, por medio de Moisés, destinó a Israel antes de que
entrara en la tierra prometida, sin haber aún atravesado el Jordán. Examina
fielmente su historia, mostrando todo en la luz de la propia gloria de Dios. En
esa historia, muestra la aprobación de Dios por sus actos de obediencia y la
desaprobación divina a causa de su falta de fe y de su desobediencia. También
menciona la maravillosa gracia, la paciencia y la sabiduría de Dios en los
caminos de Su gobierno para con los israelitas. Así deben recordar que Dios los
ha conducido durante todo el camino. Lejos de exaltarlos, Él los humilló y los
puso a prueba en cuanto a si serían obedientes o no. Permitió que tuvieran
hambre, y los alimentó con maná a fin de que aprendieran a confiar en Él y en
su verdadera y suficiente Palabra.
El libro también destaca e insiste en la
responsabilidad que tenía Israel de hacer diligentemente la voluntad de Dios y
de rendirle cuentas. En esto, nos hace pensar en el tribunal de Cristo. Puesto
que este libro abunda en detalles, nos recuerda que los detalles de nuestras
vidas son mucho más importantes de lo que nos gustaría pensar. Serán examinados
con mucha atención cuando comparezcamos ante el Señor en aquel día.
Este libro aparecen varios relatos enseñanzas que
habían sido escritos en otros
documentos. Algunos de esos materiales se puede leer en los libros de Éxodo, Levítico y Números. El ejemplo que más
llama la atención son los diez
mandamientos, documento que aparece tanto en Éxodo 20 como en Deuteronomio
5.
Aunque las enseñanzas del Deuteronomio ya aparecen en otras partes de la biblia, es muy
importante repetirlas a una nueva generación que vive en un lugar diferente y circunstancias muy especiales. Si se lee con cuidado el texto de los diez
mandamientos de Éxodo 20, y se compara
con el de Deuteronomio 5, se notarán diferencias importantes. Lo mismo pasará
con otros relatos, como el del
peregrinaje por el desierto, y el de moisés cuando rompe las tablas de
la ley.
El carácter especial de Deuteronomio se
descubre al ver que aquí Dios le habla a
tres generaciones distintas. Los abuelos, padres e hijos. La generación de los << abuelos >> (la
pasada) no fue obediente a las
enseñanzas de Dios; por eso Dios
castigó a esa generación y no la dejo entrar
en la tierra prometida. La
generación de los <<
padres>> (la presente) es la principal receptora del mensaje de este libro,
y tiene por obligación enseñarles a sus << hijos>> (la generación
del futuro) lo que Dios quiere que hagan, y cómo deberán vivir en la tierra
prometida. Por eso el tema de la enseñanza
es muy importante en este libro la generación presente debe enseñar a
sus hijos la palabra de Dios. Esa palabra se encuentra en el libro de
Deuteronomio de manera especial en los
diez mandamientos.
La historia de que habla en Deuteronomio como es una
historia dirigida a la generación presente está en forma condicional . Dios les
dice a los padres : << si ustedes obedecen y le enseñan a sus hijos a
obedecerme entonces yo los bendeciré y
les daré la tierra prometida y los cuidaré y nunca les faltará nada. Pero si no
me obedecen entonces los castigaré y
los sacaré de la tierra que les daré>>. Los capítulos 27 y 28 muestran las
consecuencias de obedecer y de
no obedecer.
Además del tema de las tres generaciones y de la
historia condicional, aparecen muchas veces las palabras << hoy>> y << este día>>.
Puesto que el propósito de Deuteronomio
es la enseñanza y debido a que la
generación de los << padres>> es la central
entonces el presente es muy importante. Deuteronomio insiste en que lo
que pase << hoy >> es decisivo para lo que pasará en el futuro: hoy hay que
escuchar la enseñanza de Dios hoy hay que obedecerlo hoy se debe reconocer
al dios de Israel como el único Dios hoy
es necesario enseñar esta palabra a la generación futura es decir a los que hoy son niños y jóvenes.
LIBROS
HISTORICOS
JOSUÉ
Dios usó a Moisés para liberar a los israelita de la
esclavitud en Egipto pero quedaba
pendiente la tarea de llevarlos a la tierra prometida cuando Moisés murió el pueblo todavía estaba en el desierto a las << puertas >> de su futuro
hogar.
Un joven llamado Josué había sido ayudante de Moisés y Dios lo había
elegido para ser el nuevo líder. Dios ya le había dicho a Moisés que preparara
a Josué para esa tarea y Moisés así lo hizo para esto Josué recibido de parte de
Dios una promesa y un consejo.
Esta fue la promesa. Nadie podrá derrotarte
jamás porque yo te ayudaré así como
ayudé a Moisés. Nunca te faltaré ni te abandonaré.
Y este fue el consejo: Nunca dejes de leer el
libro de la ley, estúdialo de día y de
noche y ponlo en
práctica para que tengas
éxito en todo lo que hagas.
Tanto Josué como el pueblo de Israel siguieron el
consejo de Dios y les fue bien. Aunque
Josué y el pueblo enfrentaron algunos
problemas el libro muestra cómo Dios premia la obediencia y la fidelidad, por eso cuando el autor de
libro evalúa esta parte de la historia
de Israel dice l siguiente:
“Así fue como dios entrego a los israelita toda la
tierra que balo juramento ya había prometido darles. Ello se instalaron y
vivieron allí. Dios también les había prometido que vivirían en paz y lo
cumplió les dio la victoria sobre todos sus enemigos y ninguno pudo hacerles frente Dios cumplió con todas
las promesas que les había hecho a los israelitas; no dejo de cumplir ninguna
de ellas”
El libro de
Josué y los libros de jueces, Samuel
y reyes forman junto con Deuteronomio lo que se conoce como la
historia Deuteronómica. Este último
libro da por lo menos cinco principios que debieron servir de guía al pueblo de
Israel: una alianza, una ley, un pueblo, una tierra y un solo Dios.
Cuando leemos este libro a la luz de estos cinco
principios, notamos que tanto el pueblo como su líder los siguieron. Desde el
comienzo del libro y hasta el final, Josué afirma que durante toda su vida,
él y su familia obedecerían al dios de Israel . El pueblo afirmo lo mismo.
La ley que dios había dado por medio de Moisés fue la guía de Josué y del pueblo.
Y cuando ya Josué estaba por morir
invitó al pueblo a renovar la alianza que Dios había hecho con
Moisés en el monte Horeb. En todas las guerras y hazañas el pueblo siempre
actuó unido. Por eso el pueblo recibió toda la tierra prometida tal como Dios
se lo había prometido a Abraham, a Isaac y Jacob sus antepasados.
JUECES
Este libro empieza donde termina el libro de Josué
y comienza de manera similar.
Después de la muerte de Josué.
Cuando uno lee esta historia del principio a fin, descubre que o que ocurrió en
la época de Josué pareciera haberse
borrado de la memoria del pueblo. La paz que Josué les había dado en el período de los jueces se había perdido. El pueblo ya no actuaba unido.
En el libro de
jueces constantemente se repite que cada uno hacía lo que le daba la gana.
No había un solo líder, sino muchos, y en lugar de adorar sólo al dios de
Israel, el pueblo adoraba a otros dioses. El libro de la ley que dios
había dado por medio de Moisés, se
ignoraba por completo la gente
practicaba toda clase de maldad: robos, engaños, asesinatos,
desobediencia y rebeldía. La tierra que
debería haber sido para todos no la
disfrutaban todas las tribus de Israel pues aun la ocupaban los pueblos enemigos.
La falta de unidad en el pueblo se retrata muy bien
al inicio del libro. Allí se nos dice cómo una y otra vez el pueblo caía en un
círculo vicioso:
1 primero hay un período de relativa calma
2 luego el pueblo de Israel abandona a Dios y sigue a otros dioses,
3 Dios se enoja y deja que un pueblo enemigo
conquiste y domine a Israel,
4 el pueblo de Israel sufre y pide ayuda a Dios
5 Dios se compadece de su pueblo y manda un nuevo
líder para que lo salve.
En aquella época de tanto cambio e incertidumbre
probablemente surgieron muchos jefes y líderes. Sin embargo el libro nos da una
lista de sólo doce que Dios envió para
ayudar al pueblo de Israel: Otoniel, Ehund, Samgar, Débora, Gedeón, tolá, Jaír,
Jefté, Ibsán, elón, Abdón y sansón.
Otoniel: Era de
la tribu de Judá y yerno de Caleb. El secreto de su victoria fue que el
Espíritu de Jehová vino sobre él.
Samgar: Hijo
de Anat
Débora: Mujer
de gran fe, sabía en su ministerio. Juez y profetisa. Componía poesía y
cantaba.
Gedeón: Se
caracteriza por su cautela, valentía y constancia. Destruyó los altares
de Baal.
Tola
Jair:
Hombre rico y de elevada posición social.
Jefté: Fue un
líder militar y un juez que sirvió a Dios pero hizo una promesa
difícil de cumplir.
Ibzán: Hombre
rico de procedencia de Belén de Judá
Elón:
Zabulonita
Abdón Nativo
de piraton en Efraín – hombre prominente.
Sansón.
Además de
las enseñanzas de estos doce jueces, el libro
tiene dos apéndices o secciones
finales . El primero narra un episodio donde idolatría. el segundo narra
episodios de terrible maldad y crueldad
contra gente inocente que no puede defenderse .
El libro de los Jueces nos ofrece una
importante lección para hoy : cuando no obedecemos a Dios , nosotros mismo
perdemos la oportunidad de disfrutar de
la paz y de la vida abundante que <dios ofrece.
RUT
El libro nos cuenta la historia de una familia
israelita que obligada por el hambre que había en su tierra busca sobrevivir en
Moab, un país cercano. Se trata de la
familia de Elimélec, su esposa Noemí y sus dos hijos Malhón y Quilión.
Poco tiempo después
de haber llegado a Moab, muere Elimélec. Los hijos de la vida Noemí se casan con mujeres moabitas,
pero después ambos hijos mueren. La desgracia acompaña a esta familia: Noemí se
queda sin esposo, sin hijos y llena de amargura.
Noemí decide
regresar a su tierra. Con ella regresa Rut una de sus nueras. Al
hacerlo, dirige a Noemí las siguientes
palabras, que han llagado a ser famosas por expresar lealtad y amor.
“No
me pidas que te deje
Ni
me ruegues que te abandone.
A
donde tú vayas iré,
Y
donde tú vivas viviré.
Tu
pueblo será mi pueblo
Y
tu Dios será mi Dios.
Donde
tú mueras moriré,
Y
allí mismo seré enterrada.
Que
Dios me castigue
Si
te abandono,
Pues
nada podrá separarnos;
¡Nada,
ni siquiera la muerte!”
La soberanía de nuestro Gran Dios es claramente
apreciada en la historia de Rut. Él guió cada uno de sus pasos para hacerla Su
hija y cumplir Su plan para convertirla en una antecesora de Jesucristo .De la
misma manera, nosotros tenemos la seguridad de que Dios tiene un plan para cada
uno de nosotros. Así como Noemí y Rut confiaron en Él para su provisión,
también debemos hacerlo nosotros.
En Rut vemos un ejemplo de la mujer virtuosa de
Proverbios 31. Además de ser devota a su familia y depender fielmente de Dios,
vemos en Rut a una mujer de sabias palabras. Sus palabras son amorosas, amables
y respetuosas, tanto para con Noemí como para con Booz. La mujer virtuosa de
Proverbios31 “Abre su boca con
sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.” .En la actualidad
podríamos buscar a lo largo y a lo ancho a una mujer tan valiosa como para ser
nuestro modelo a seguir como lo es Rut.
Ya en la tierra de Israel, Rut se casa con Booz, uno
de los parientes cercanos de su difunto esposo, y así asegura el bienestar y la
continuidad de su familia. Rut llegaría a ser bisabuela del rey David, cuya
familia nacería Jesús el salvador del
mundo.
1
Y 2 SAMUEL
SAMUEL 1 Y 2
Originalmente, los libros 1 y 2 Samuel eran un solo
libro. Los traductores de la Septuaginta los separaron, y nosotros hemos
conservado desde entonces esta división.
El libro de 1 Samuel puede ser claramente dividido
en dos secciones: la vida de Samuel (capítulos 1-12) y la vida de Saúl (capítulos
13-31). El libro comienza con el milagroso nacimiento de Samuel en respuesta a
la ferviente oración de su madre. Cuando niño, Samuel vivió y sirvió en el
templo. Dios lo eligió como profeta (3:19-21), y la primer profecía del niño
fue un juicio sobre sacerdotes corruptos.
Los israelitas van a la guerra con sus eternos enemigos, los filisteos. Los filisteos capturan el arca del pacto y se adueñan de ella temporalmente, pero cuando el Señor envía Su juicio, los filisteos regresan el arca. Samuel llama a Israel al arrepentimiento (7:3-6) y luego a la victoria sobre los filisteos.
El pueblo de Israel, queriendo ser como las otras naciones, desean un rey. Samuel se disgusta por sus demandas, pero el Señor le dice que no es el liderazgo de Samuel el que están rechazando, sino el Suyo. Después de advertirle a la gente lo que significaría tener un rey, Samuel unge a un benjamita llamado Saúl, quien es coronado en Mizpa (10:17-25).
Saúl disfruta del éxito inicial, derrotando a los amonitas en batalla (capítulo 11); pero entonces él comete una serie de errores: obstinadamente, él ofrece un sacrificio (capítulo 13), hace un inconsciente voto a expensas de su hijo Jonatán (capítulo 14), y desobedece las órdenes directas del Señor (capítulo 15). Como resultado de la rebelión de Saúl, Dios elige a otro para que tome su lugar. Mientras tanto, Dios retira la bendición de Saúl y un espíritu maligno comienza a atormentarlo, llevándolo hacia la locura (16:14).
Samuel viaja a Belén para ungir a un joven llamado David como el siguiente rey (capítulo 16). Más tarde, David tiene su famosa confrontación con Goliat el filisteo, y se convierte en un héroe nacional (capítulo 17). David sirve en la corte de Saúl, casándose con su hija y entablando amistad con su hijo Jonatán. Saúl comienza a desarrollar un creciente sentimiento de celos por el éxito y la popularidad de David, e intenta matarlo. David huye, y así se inicia un extraordinario período de aventuras, intrigas y romance. Con ayuda sobrenatural, David consistentemente apenas logra evadir la encarnizada persecución de Saúl (capítulos 19-26). A través de todo esto, David mantiene su integridad y su amistad con Jonatán.
Los israelitas van a la guerra con sus eternos enemigos, los filisteos. Los filisteos capturan el arca del pacto y se adueñan de ella temporalmente, pero cuando el Señor envía Su juicio, los filisteos regresan el arca. Samuel llama a Israel al arrepentimiento (7:3-6) y luego a la victoria sobre los filisteos.
El pueblo de Israel, queriendo ser como las otras naciones, desean un rey. Samuel se disgusta por sus demandas, pero el Señor le dice que no es el liderazgo de Samuel el que están rechazando, sino el Suyo. Después de advertirle a la gente lo que significaría tener un rey, Samuel unge a un benjamita llamado Saúl, quien es coronado en Mizpa (10:17-25).
Saúl disfruta del éxito inicial, derrotando a los amonitas en batalla (capítulo 11); pero entonces él comete una serie de errores: obstinadamente, él ofrece un sacrificio (capítulo 13), hace un inconsciente voto a expensas de su hijo Jonatán (capítulo 14), y desobedece las órdenes directas del Señor (capítulo 15). Como resultado de la rebelión de Saúl, Dios elige a otro para que tome su lugar. Mientras tanto, Dios retira la bendición de Saúl y un espíritu maligno comienza a atormentarlo, llevándolo hacia la locura (16:14).
Samuel viaja a Belén para ungir a un joven llamado David como el siguiente rey (capítulo 16). Más tarde, David tiene su famosa confrontación con Goliat el filisteo, y se convierte en un héroe nacional (capítulo 17). David sirve en la corte de Saúl, casándose con su hija y entablando amistad con su hijo Jonatán. Saúl comienza a desarrollar un creciente sentimiento de celos por el éxito y la popularidad de David, e intenta matarlo. David huye, y así se inicia un extraordinario período de aventuras, intrigas y romance. Con ayuda sobrenatural, David consistentemente apenas logra evadir la encarnizada persecución de Saúl (capítulos 19-26). A través de todo esto, David mantiene su integridad y su amistad con Jonatán.
El libro de 2 Samuel puede ser dividido en dos
secciones principales – Los triunfos de David (capítulos 1-10), y los problemas
de David (capítulos 11-20). Esta última parte del libro (capítulos 21-24) es un
apéndice no cronológico, que contiene detalles posteriores del reinado de
David.
El libro comienza con David recibiendo las noticias de la muerte de Saúl y sus hijos. Él proclama un tiempo de duelo. En seguida, David es coronado rey sobre Judá, mientras que Is-boset es asesinado, y los israelitas le piden a David que reine sobre ellos también (capítulos 4-5).
David muda la capital del país de Hebrón a Jerusalén y más tarde transporta el Arca del Pacto (capítulos 5-6). El plan de David de construir un templo en Jerusalén es vetado por Dios, quien entonces le promete a David las siguientes cosas: 1) David tendría un hijo que gobernaría después de él; 2) El hijo de David construiría el templo; 3) el trono ocupado por el linaje de David sería establecido para siempre; y 4) Dios jamás apartaría Su misericordia de la casa de su casa (2 Samuel 7:4-16).
David conduce a Israel a la victoria sobre muchas naciones enemigas, las cuales se les rindieron. Él también muestra su bondad con la familia de Jonatán al aceptar y retribuir a Mefi-boset, el hijo lisiado de Jonatán (capítulos 8-10).
Entonces David cae. Él codicia a una hermosa mujer llamada Betsabé, comete adulterio con ella, y luego manda matar a su esposo (capítulo 11). Cuando Natán el profeta confronta a David con su pecado, David lo confiesa, y Dios en Su gracia lo perdona. Sin embargo, el Señor le dice a David que los problemas surgirían desde dentro de su propia casa.
El problema viene cuando el hijo primogénito de David, Amnón, viola a su media hermana, Tamar. En represalia, Absalón el hermano de Tamar, mata a Amnón. Absalón entonces huye de Jerusalén en vez de enfrentar la ira de su padre. Más tarde, Absalón encabeza una revuelta contra David, y algunos de los colaboradores más allegados a David, se unen a la rebelión (capítulos 15-16). David es forzado a salir de Jerusalén, y Absalón se establece él mismo como rey por corto tiempo. Sin embargo el usurpador es derrocado, y –contra los deseos de David—es muerto. David llora a su hijo caído.
Un clima generalizado de inquietud impregna el resto del reinado de David. Los hombres de Israel amenazan con separarse de Judá, y David debe sofocar otra insurrección (capítulo 20).
El apéndice del libro incluye información concerniente a tres años de hambre en la tierra (capítulo 21), una canción de David (capítulo 22), un registro de las hazañas de los guerreros más valientes de David (capítulo 23), y el pecaminoso censo de David y la consiguiente plaga (capítulo 24).
El libro comienza con David recibiendo las noticias de la muerte de Saúl y sus hijos. Él proclama un tiempo de duelo. En seguida, David es coronado rey sobre Judá, mientras que Is-boset es asesinado, y los israelitas le piden a David que reine sobre ellos también (capítulos 4-5).
David muda la capital del país de Hebrón a Jerusalén y más tarde transporta el Arca del Pacto (capítulos 5-6). El plan de David de construir un templo en Jerusalén es vetado por Dios, quien entonces le promete a David las siguientes cosas: 1) David tendría un hijo que gobernaría después de él; 2) El hijo de David construiría el templo; 3) el trono ocupado por el linaje de David sería establecido para siempre; y 4) Dios jamás apartaría Su misericordia de la casa de su casa (2 Samuel 7:4-16).
David conduce a Israel a la victoria sobre muchas naciones enemigas, las cuales se les rindieron. Él también muestra su bondad con la familia de Jonatán al aceptar y retribuir a Mefi-boset, el hijo lisiado de Jonatán (capítulos 8-10).
Entonces David cae. Él codicia a una hermosa mujer llamada Betsabé, comete adulterio con ella, y luego manda matar a su esposo (capítulo 11). Cuando Natán el profeta confronta a David con su pecado, David lo confiesa, y Dios en Su gracia lo perdona. Sin embargo, el Señor le dice a David que los problemas surgirían desde dentro de su propia casa.
El problema viene cuando el hijo primogénito de David, Amnón, viola a su media hermana, Tamar. En represalia, Absalón el hermano de Tamar, mata a Amnón. Absalón entonces huye de Jerusalén en vez de enfrentar la ira de su padre. Más tarde, Absalón encabeza una revuelta contra David, y algunos de los colaboradores más allegados a David, se unen a la rebelión (capítulos 15-16). David es forzado a salir de Jerusalén, y Absalón se establece él mismo como rey por corto tiempo. Sin embargo el usurpador es derrocado, y –contra los deseos de David—es muerto. David llora a su hijo caído.
Un clima generalizado de inquietud impregna el resto del reinado de David. Los hombres de Israel amenazan con separarse de Judá, y David debe sofocar otra insurrección (capítulo 20).
El apéndice del libro incluye información concerniente a tres años de hambre en la tierra (capítulo 21), una canción de David (capítulo 22), un registro de las hazañas de los guerreros más valientes de David (capítulo 23), y el pecaminoso censo de David y la consiguiente plaga (capítulo 24).
REYES
REYES 1Y 2
Este libro es la secuela de 1 y 2 de Samuel y
comienza por seguir la secuencia del surgimiento del reinado de Salomón después
de la muerte de David. La historia comienza con un reino unido, pero termina
con una nación dividida en 2 reinos, conocidos como Judá e Israel.
El Libro de 1 de Reyes comienza con Salomón y
termina con Elías. La diferencia entre los dos les da una idea de los que
sucede en medio. Salomón nació después de un escándalo en palacio entre David y
Betsabé. Como su padre, él tenía una debilidad por las mujeres que lo llevaría
al fracaso. Salomón lo hizo bien al principio, orando por sabiduría y
construyendo un templo a Dios que le tomó siete años. Pero luego pasó 13 años
construyendo un palacio para él mismo. Su acumulación de muchas esposas lo
condujo a adorar a sus ídolos y alejarlo de Dios. Después de la muerte de
Salomón, Israel fue gobernado por una serie de reyes, muchos de los cuales
fueron impíos e idólatras. Esto, como consecuencia, alejó a la nación de Dios y
ni aún la predicación de Elías pudo traerlos de regreso a Él. Entre los reyes
más malvados estaban Acab y su reina Jezabel, quienes llevaron la adoración a
Baal a nueva altura en Israel. Elías trató de llevar a los israelitas de
regreso a la adoración de Jehová, aún desafiando a los sacerdotes idolatras de
Baal a confrontarse con Dios en el Monte Carmelo. Desde luego Dios ganó. Esto
hizo que la reina Jezabel se enojara (por decir poco) tanto, que ordenó la muerte
de Elías, quien huyó y se escondió en el desierto. Deprimido y exhausto, le
dijo a Dios: “déjame morir.” Pero Dios le envió comida y ánimo al profeta y le
habló en un “suave murmullo,” y en el proceso salvó su vida para la obra aún
por hacer.
El Libro de 1 Reyes tiene muchas lecciones para los
creyentes. Vemos una advertencia acerca de las compañías que debemos mantener y
especialmente en lo relativo a la estrecha relación con las asociaciones y el
matrimonio. Los reyes de Israel quienes, como Salomón, se casaron con mujeres
extranjeras, se expusieron a sí mismos y a la gente que gobernaban a la maldad.
Como creyentes en Cristo, debemos ser muy cuidadosos de a quien elegimos como
amigos, socios de negocios y esposas. “No erréis; las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres.
La experiencia de Elías en el desierto también nos
enseña una valiosa lección. Después de su increíble victoria sobre los 450
profetas de Baal en el Monte Carmelo, el gozo se tornó en sufrimiento cuando
fue perseguido por Jezabel y tuvo que huir por su vida. Tales experiencias “en
lo alto de la montaña” son con frecuencia seguidas por la decepción, la
depresión y el desaliento que puede venir después. Debemos mantenernos en
guardia para este tipo de experiencias en la vida cristiana. Pero nuestro Dios
es fiel y jamás nos dejará ni nos desamparará. El quieto y suave murmullo que
animó a Elías nos animará a nosotros también.
El Libro de 2 de Reyes, es una secuencia del Libro
de 1 de Reyes. Continúa la historia de los reyes sobre el reino dividido
(Israel y Judá). El Libro de 2 de Reyes concluye con el derrocamiento y
deportación del pueblo de Israel y Judá a Asiria y Babilonia respectivamente.
En Segunda de Reyes, a pesar de la caída y la
división del reino, los profetas continúan advirtiendo al pueblo que el juicio
de Dios está por llegar, pero ellos no se arrepentían. El reino de Israel es
repetidamente gobernado por reyes impíos, y aunque unos pocos de los reyes de
Judá son buenos, la mayoría de ellos alejan al pueblo de la adoración a Jehová.
Estos pocos buenos gobernantes, junto con Elías y otros profetas, no pueden
frenar la decadencia de la nación. El reino del norte de Israel es
eventualmente destruido por los asirios, y cerca de 136 años después, el reino
del sur de Judá es destruido por los babilonios.
Hay tres temas prominentes presentes en el Libro de 2 de Reyes. Primero, el Señor juzga a Su pueblo cuando ellos desobedecen y le dan la espalda. La infidelidad de los israelitas se reflejaba en la maldad de la idolatría de los reyes, y como resultado, Dios ejercita Su justa ira contra su rebelión. Segundo, la palabra de los verdaderos profetas de Dios siempre se cumple. Puesto que el Señor siempre guarda Su palabra, también las palabras de Sus profetas son siempre verdaderas. Tercero, el Señor es fiel. Él recordó Su promesa hecha a David y, a pesar de la desobediencia del pueblo y la maldad de quienes los gobernaban, el Señor no exterminó a la familia de David.
Hay tres temas prominentes presentes en el Libro de 2 de Reyes. Primero, el Señor juzga a Su pueblo cuando ellos desobedecen y le dan la espalda. La infidelidad de los israelitas se reflejaba en la maldad de la idolatría de los reyes, y como resultado, Dios ejercita Su justa ira contra su rebelión. Segundo, la palabra de los verdaderos profetas de Dios siempre se cumple. Puesto que el Señor siempre guarda Su palabra, también las palabras de Sus profetas son siempre verdaderas. Tercero, el Señor es fiel. Él recordó Su promesa hecha a David y, a pesar de la desobediencia del pueblo y la maldad de quienes los gobernaban, el Señor no exterminó a la familia de David.
Dios aborrece el pecado y Él no permitirá que
continúe indefinidamente. Si nosotros le pertenecemos a Él, podemos esperar Su
disciplina cuando le desobedecemos. Un Padre amoroso corrige a Sus hijos para
su beneficio y para probar que ellos realmente le pertenecen. Dios utiliza a
veces a los incrédulos para traer corrección a Su pueblo, y Él nos envía
advertencias antes de aplicar sus juicios. Como cristianos, tenemos Su Palabra
para guiarnos y advertirnos cuando nos desviamos de Su camino. Al igual que los
profetas de la antigüedad, Su Palabra es confiable y siempre habla la verdad.
La fidelidad de Dios para con Su pueblo jamás fallará, aún cuando nosotros lo
hagamos.
Las historias de la viuda y del leproso son ejemplos
para nosotros con respecto al Cuerpo de Cristo. Así como Elías tuvo
misericordia de aquellos procedentes de los niveles más bajos de la sociedad,
nosotros debemos darle la bienvenida a todos los que pertenecen a Cristo en
nuestras iglesias. Dios no hace “acepción de personas” ni tampoco debemos
hacerlo nosotros.
CRÓNICAS
CRÓNICAS 1 Y 2
Los Libros de 1 y 2 de Crónicas en su mayor parte
cubren casi la misma información que 1 y 2 de Samuel y 1 y 2 de Reyes. 1 y 2 de
Crónicas se enfocan principalmente en el aspecto del sacerdocio de ese período
de tiempo. El Libro de 1 de Crónicas fue escrito después del exilio para ayudar
a aquellos que regresaron a Israel, a entender la manera de adorar a Dios. La
historia se centra en el reino del sur, las tribus de Judá, Benjamín y Leví.
Estas tribus tendían a ser más fieles a Dios.
Los primeros 9 capítulos de 1 Crónicas están
dedicados a listas y genealogías. Esporádicamente a través del resto del libro
de 1 de Crónicas encontramos más listas y genealogías. A la mitad del libro se
registra la ascensión de David al trono y sus hechos posteriores. El libro
concluye con Salomón, el hijo de David convertido en el rey de Israel. En
resumen, el Libro de 1 de Crónicas se divide en: Capítulos 1:1 - 9:23 –
Genealogías selectas; Capítulos 9:24 – 12:40 – El ascenso de David; Capítulos
13:1 – 20:30 – El reinado de David.
El Libro de 2 Crónicas registra la historia del
reino del sur de Judá, desde el reinado de Salomón hasta la conclusión del
exilio babilónico. La decadencia de Judá es decepcionante, pero el énfasis
enfoca en los reformistas espirituales, quienes celosamente buscaron volver al
pueblo hacia Dios. Se dice poco de los malos reyes o de los fracasos de los
buenos reyes; solo se enfatiza la bondad. Puesto que 2 Crónicas tiene una
perspectiva sacerdotal, el reino del norte de Israel casi no es mencionado,
debido su falsa adoración y su negativa a reconocer el Templo de Jerusalén.
Segunda de Crónicas concluye con la destrucción final de Jerusalén y del
Templo.
ESDRAS
El libro de Esdras
pertenece lo mismo que crónicas y Nehemías a la tradición sacerdotal. Fue
escrito cuando los judíos regresaron del
exilio en Babilonia, muchos años después de destrucción de Jerusalén y del
templo de salomón.
El libro se divide en dos partes claramente
marcadas (capítulos 1-6 y 7-10). Estas
dos secciones hablan en primer lugar de
dos grupos que regresaron de Babilonia. El primero se encargó de reconstruir el
templo de Jerusalén, y el segundo del
exilio. Esto último se llevó a cabo bajo la dirección de Esdras .este
líder le señalo a la comunidad la
importancia de obedecer las enseñanzas de Dios
y de vivir según su palabra. Por eso el pueblo de Dios evito las
alianzas matrimoniales con otros pueblos.
NEHEMÍAS
Nehemías era un hebreo en Persia cuando escuchó la
noticia de que el Templo en Jerusalén había sido reconstruido. Su preocupación
creció sabiendo que no había muro que protegiera a la ciudad. Nehemías pidió a
Dios ser utilizado para salvar la ciudad. Dios respondió a su oración
ablandando el corazón del rey persa Atrajeres, quien no solo le dio su
bendición, sino también los suministros para utilizarlos en el proyecto.
Nehemías obtuvo el permiso del rey de regresar a Jerusalén, donde fue hecho
gobernador.
A pesar de la oposición y acusaciones, el muro fue construido y los enemigos silenciados. La gente, inspirada por Nehemías, ofrendó diezmos y mucho dinero, materiales y la mano de obra para completar el muro en increíbles 52 días, a pesar de mucha oposición. Sin embargo, este esfuerzo unido duró poco, porque Jerusalén cayó nuevamente en la apostasía cuando Nehemías se ausentó por un tiempo. A su regreso después de 12 años, encontró los muros fuertes, pero la gente debilitada. Él se dio a la tarea de enseñar moralidad a la gente, y no se anduvo con rodeos. “Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y les hice jurar, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos.” (13:25). Restableció la verdadera adoración a través de la oración y animó a la gente para un avivamiento mediante la lectura y sujeción a la Palabra de Dios.
A pesar de la oposición y acusaciones, el muro fue construido y los enemigos silenciados. La gente, inspirada por Nehemías, ofrendó diezmos y mucho dinero, materiales y la mano de obra para completar el muro en increíbles 52 días, a pesar de mucha oposición. Sin embargo, este esfuerzo unido duró poco, porque Jerusalén cayó nuevamente en la apostasía cuando Nehemías se ausentó por un tiempo. A su regreso después de 12 años, encontró los muros fuertes, pero la gente debilitada. Él se dio a la tarea de enseñar moralidad a la gente, y no se anduvo con rodeos. “Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y les hice jurar, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos.” (13:25). Restableció la verdadera adoración a través de la oración y animó a la gente para un avivamiento mediante la lectura y sujeción a la Palabra de Dios.
ESTER
El Libro de Esther puede ser dividido en tres
secciones principales. Capítulos 1:1-2:18 – Ester reemplaza a Vasti; 2:19-7:10
– Mardoqueo vence a Amán; 8:1-10:3 – Israel sobrevive al intento de Amán de
destruirlos. La noble Ester arriesga su propia vida al darse cuenta de lo que
estaba en juego. Ella voluntariamente hizo lo que pudo haber sido una maniobra
mortal, y denunció ante el rey a Amán, quien era el segundo al mando del reino
de su esposo. Ella demostró ser una oponente inteligente y más digna, a la vez
que humilde y respetuosa de la posición de su esposo el rey.
Es muy parecida a la historia de José en Génesis 41:34-37, ambas historias incluyen a monarcas extranjeros quienes controlan el destino de los judíos. Ambas narraciones muestran el heroísmo de individuos israelitas, quienes proveen los medios para la salvación de su pueblo y nación. La mano de Dios es evidente, en lo que parece ser una situación desesperada, que en realidad está bajo el control total del Dios Todopoderoso, quien en última instancia tiene en mente el bien de la gente. En el centro de esta historia está la continua división entre los judíos y los amalecitas, cuyo inicio fue registrado en el Libro de Éxodo. El objetivo de Amán es el esfuerzo final registrado en el período del Antiguo Testamento, para la completa extinción de los judíos. Eventualmente, sus planes terminaron con su propia muerte, y la elevación de su enemigo Mardoqueo a su propia posición, así como la salvación de los judíos.
El ayuno es un tema importante en este libro. Hay diez banquetes registrados, y muchos de los eventos fueron planeados, conspirados, o expuestos en estos banquetes. Aunque el nombre de Dios nunca es mencionado en este libro, es evidente que los judíos de Susa buscaron Su intervención cuando ayunaron y oraron por tres días (Ester 4:16). A pesar de que la ley que autorizaba a su destrucción fue escrita de acuerdo a las leyes de los Medos y Persas que la hacían inalterable; el camino fue despejado en respuesta a sus oraciones. Ester arriesgó su vida al presentarse ante el rey sin haber sido invitada, no una, sino dos veces, (Ester 5:1-2; 8:3). Ella no estaba satisfecha con la destrucción de Amán; ella estaba decidida a salvar a su pueblo. La institución de la Fiesta del Purim está escrita y preservada para que todos la vean y aún es observada en la actualidad. Al pueblo elegido de Dios, sin ninguna mención directa de Su nombre, le fue concedida la suspensión de su ejecución a través de la sabiduría y humildad de Ester.
Es muy parecida a la historia de José en Génesis 41:34-37, ambas historias incluyen a monarcas extranjeros quienes controlan el destino de los judíos. Ambas narraciones muestran el heroísmo de individuos israelitas, quienes proveen los medios para la salvación de su pueblo y nación. La mano de Dios es evidente, en lo que parece ser una situación desesperada, que en realidad está bajo el control total del Dios Todopoderoso, quien en última instancia tiene en mente el bien de la gente. En el centro de esta historia está la continua división entre los judíos y los amalecitas, cuyo inicio fue registrado en el Libro de Éxodo. El objetivo de Amán es el esfuerzo final registrado en el período del Antiguo Testamento, para la completa extinción de los judíos. Eventualmente, sus planes terminaron con su propia muerte, y la elevación de su enemigo Mardoqueo a su propia posición, así como la salvación de los judíos.
El ayuno es un tema importante en este libro. Hay diez banquetes registrados, y muchos de los eventos fueron planeados, conspirados, o expuestos en estos banquetes. Aunque el nombre de Dios nunca es mencionado en este libro, es evidente que los judíos de Susa buscaron Su intervención cuando ayunaron y oraron por tres días (Ester 4:16). A pesar de que la ley que autorizaba a su destrucción fue escrita de acuerdo a las leyes de los Medos y Persas que la hacían inalterable; el camino fue despejado en respuesta a sus oraciones. Ester arriesgó su vida al presentarse ante el rey sin haber sido invitada, no una, sino dos veces, (Ester 5:1-2; 8:3). Ella no estaba satisfecha con la destrucción de Amán; ella estaba decidida a salvar a su pueblo. La institución de la Fiesta del Purim está escrita y preservada para que todos la vean y aún es observada en la actualidad. Al pueblo elegido de Dios, sin ninguna mención directa de Su nombre, le fue concedida la suspensión de su ejecución a través de la sabiduría y humildad de Ester.
SAPIECIALES
JOB
El libro inicia con una escena en el cielo, donde
Satanás llega a acusar a Job ante Dios. Él insiste en que Job solo le sirve a
Dios porque Dios lo protege, y busca el permiso de Dios para probar la fe y la
lealtad e Job Dios le concede Su permiso, solo dentro de ciertos límites.
¿Porqué sufren los justos? Esta es la pregunta que se levanta después de que
Job pierde a su familia, su fortuna, y su salud. Los tres amigos de Job,
Elifaz, Bildad y Zofar, llegan “consolarlo” y a discutir su aplastante serie de
tragedias. Ellos insisten en que su sufrimiento es un castigo por el pecado en
su vida. Sin embargo, Job permanece fiel a Dios a través de todo esto, y afirma
que su vida no ha sido una de pecado. Un cuarto hombre, Eliú, le dice a Job que
necesita humillarse a sí mismo y someterse a las pruebas usadas por Dios para
purificar su vida. Finalmente Job cuestiona a Dios mismo y aprende valiosas
lecciones acerca de la soberanía de Dios y su necesidad de confiar totalmente
en el Señor. Job es entonces restaurado en su salud, felicidad y prosperidad,
mucho más allá de su situación inicial.
Mientras Job reflexionaba sobre la causa de su
miseria, tres preguntas vinieron a su mente, todas las cuales son respondidas
solo en nuestro Señor Jesucristo. Estas preguntas ocurren en el capítulo 14.
Primero, en el verso 4 Job pregunta “¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.”
La pregunta de Job viene de un corazón que reconoce que no es posible complacer
a Dios o ser justificado a Sus ojos. Dios es santo; nosotros no. Por tanto,
existe un gran abismo causado por el pecado, entre Dios y el hombre. Pero la
respuesta a la angustiosa pregunta de Job se encuentra en Jesucristo. Él ha
pagado el castigo por nuestro pecado y lo ha intercambiado por Su justicia,
haciéndonos por ello aceptables a los ojos de Dios .
Segunda pregunta de Job, “Mas el hombre morirá, y será cortado; perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?” es otra pregunta acerca de la eternidad, la vida y la muerte que es respondida solo en Cristo. Con Cristo, la respuesta a ‘¿dónde estará él?’ es en la vida eterna, en el cielo. Sin Cristo, la respuesta es una eternidad “en las tinieblas de afuera” donde será “el lloro y el crujir de dientes.”
La tercera pregunta de Job, se encuentra en el verso 14, y dice “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” Una vez más, la respuesta se encuentra en Cristo. Nosotros realmente viviremos de nuevo si estamos en Él “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
Segunda pregunta de Job, “Mas el hombre morirá, y será cortado; perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?” es otra pregunta acerca de la eternidad, la vida y la muerte que es respondida solo en Cristo. Con Cristo, la respuesta a ‘¿dónde estará él?’ es en la vida eterna, en el cielo. Sin Cristo, la respuesta es una eternidad “en las tinieblas de afuera” donde será “el lloro y el crujir de dientes.”
La tercera pregunta de Job, se encuentra en el verso 14, y dice “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” Una vez más, la respuesta se encuentra en Cristo. Nosotros realmente viviremos de nuevo si estamos en Él “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
El Libro de Job nos recuerda que hay un “conflicto
cósmico” sucediendo tras bastidores, del que usualmente desconocemos todo
acerca de él. Con frecuencia nos preguntamos porqué Dios permite algo, y
cuestionamos o dudamos de la bondad de Dios, sin haber visto el panorama
completo. El Libro de Job nos enseña a confiar en Dios bajo todas las
circunstancias. Debemos confiar en Dios, no solo CUANDO no entendemos, sino
PORQUE no entendemos. El salmista nos dice “En cuanto a Dios, perfecto es su
camino.” (Salmo 18:30). Si los caminos de Dios son “perfectos”, entonces podemos
confiar en que cualquier cosa que Él hace – y cualquiera que Él permite –
también es perfecta. Esto pudiera no parecer posible para nosotros, pero
nuestra mente no es la mente de Dios. Es verdad que no podemos esperar entender
Su mente perfectamente, como Él nos lo recuerda “Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son
más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros
caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” (Isaías 55:8-9).
Sin embargo, nuestra responsabilidad hacia Dios es obedecerlo, confiar en Él y
someternos a Su voluntad, ya sea que la entendamos o no.
SALMOS
Salmos
significa “alabanzas”.
En el libro de
los Salmos, pertenece también a los libros sapienciales. Son himnos de
alabanza recopilados. Poemas que en su mayoría se cantaban en el templo, de los
cuales muchos son de David.
Orar es hablar con Dios. Es dialogar con Dios . También es cantar alabanzas a Dios. Oremos
cuando estamos tristes, cuando estamos alegres, cuando estemos tranquilos,
cuando estemos preocupados. De todo esto encontramos muchos ejemplos en el libro Salmos. Exactamente ciento cincuenta ejemplos.
El pueblo de Israel entendió lo que es orar y
siempre se mantuvo en
dialogo con Dios . Le pidió ayuda
cuando estuvo en peligro, le reclamó su silencio cuando pensó que Dios no lo escuchaba, le dio gracias
cuando Dios se hizo presente. Cada momento de la historia de Israel
está representado en estos ciento
cincuenta salmos que se presentan en 5
libros. Como si fuera una sola persona, el pueblo de Israel oró y
escribió sus oraciones, las guardó para
dejarnos un testimonio de su fe en el Dios de la vida, en el Dios de la historia, en el Dios del universo.
Tenemos aquí oraciones que nos hablan de las
bendiciones que reciben los que obedecen a Dios y del fin que les espera a
quienes no le obedecen (1, 7, 14, 18,37). Hay salmos que reflejan la angustia
de quien ora a Dios y aparece no tener respuesta (22, 42, 43, 55,74). Hay
salmos que son una confesión de pecados
y una súplica pidiendo el perdón de Dios (32,51). Hay salmos que hacen historia de las acciones de Dios a favor de su pueblo
(89, 107,136). En otros salmos se reconoce la grandeza de Dios en la creación
(8, 19, 24, 29,104) . En otros más se invita al pueblo de Dios y al universo entero a unirse al
salmista en su alabanza a Dios (84, 103, 148,150).
Los títulos de los Salmos ya figuran en originales
hebreos incluso en algunos con algunas anotaciones o pequeñas reseñas. Cada
salmo es un pequeño relato que su análisis requeriría toda una ambientación en
algunos casos. No obstante, son para un cristiano tomados muchas veces como una
oración, ruego o alabanza a Dios pese a que los autores principales
estaban bajo la ley y no bajo la gracia.
La poesía en este escrito se basa principalmente en
el pensamiento y su expresión o relato. Es el libro más extenso de la Biblia.
El salmo 119 , el salmo mas amplio y expresa el amor por la palabra de Dios. En
hebreo cada parte de este salmo comienza con la letra expresada que lleva por
título como si se dijera "de principio a fin amo la palabra de Dios sin
saltear una sola letra".
"Felices los que se mueven en el
perfecto camino,
Salmo 119:1
LOS PRIMEROS
50 SALMOS
SALMO
1. Se presentan las claves para gozar de prosperidad y ser
fructíferos, así como la importancia De
vigilar con quiénes nos relacionamos y cómo debemos meditar continuamente en la
Palabra de Dios.
SALMO
2. En términos muy descriptivos, se presenta la rebelión de los
paganos contra el Hijo y la vindicación y el gobierno finales de este hasta los
extremos de la tierra.
SALMO
3. David, angustiado, huye de su hijo Absalón; clama al Señor, es
escuchado, y recibe la seguridad de la salvación de parte de Él.
SALMO
4. David habla de cómo su angustia crece y luego su corazón se
alegra, para finalmente retirarse a dormir en paz. Este Salmo está relacionado
con el anterior.
SALMO
5. Contraste entre los impíos, que son infieles, y la seguridad que
el Señor da a David de que él entraría a la casa de Jehová en misericordia,
para adorarlo en santa reverencia.
SALMO
6. En su lecho de sufrimiento David ora pidiendo sanidad, y el
Señor le asegura que ha recibido su súplica.
SALMO
7. David clama al Señor para que lo salve de sus enemigos, que
caerán en el pozo que ellos mismos han cavado.
SALMO
8. El Señor Jesús es descrito como el Hijo del Hombre. Se citan
partes de este Salmo en Mateo 11:25 y Hebreos 2:6-10.
SALMO
9. Perecerá el recuerdo de los malos y de todas las naciones que
olvidan a Dios, pero el Señor será refugio para los oprimidos y los pobres.
SALMO
10. El malo, en su orgullo, persigue al pobre, pero Jehová es padre
de los huérfanos.
SALMO
11. David se niega a huir de los malvados, porque su confianza está
puesta en el Señor. Huir significaría que los fundamentos serían destruidos.
Jehová prueba al justo, pero sobre los malos hace llover calamidades, fuego,
azufre y viento abrasador.
SALMO
12. David clama pidiendo ayuda a causa de los hombres de doble ánimo
que se jactan con sus labios y prevalecen contra él. Por el contrario, las
palabras del Señor son puras, refinadas en horno
de tierra, y pasan
la prueba del tiempo.
SALMO
13. David clama a Jehová para que sus enemigos no prevalezcan contra
él. La confianza de David está puesta en el Señor, quien lo ha “colmado de
bien” (RVA).
SALMO
14. El necio dice que no hay Dios, y hace cosas abominables. Pero
sentirá gran terror cuando Dios visite a su pueblo afligido, que se gozará en
gran manera en Él.
SALMO
15. Exposición de los once requisitos para habitar en el tabernáculo
del Señor en el monte de Sion, su santo monte.
SALMO
16. Dios preservó a Cristo de experimentar la corrupción en la tumba
y luego lo elevó hasta sentarlo a la diestra del Padre. Pedro cita partes de
este Salmo en el día de Pentecostés para probar la
deidad de Jesús
(Hechos. 2:25-28).
SALMO
17. David clama para que su sentencia venga de la presencia del
Señor, y para que Él lo guarde como a la niña de sus ojos. David expresa
también su satisfacción por despertarse a la semejanza
de Dios. Marca el
contraste entre esta situación y los hombres del mundo cuya suerte y porción
está solo en esta vida, y que dejan su tesoro a sus hijos.
SALMO
18. David describe al Señor como su fortaleza y su alto refugio, su
Salvador y Libertador. La bondad del Señor hizo que David fuera grande y
pudiera vencer a todos sus enemigos.
SALMO
19. Los cielos, la ley y los estatutos de Jehová nos advierten y nos
instruyen. Grandes son las recompensas que esperan a quienes los guardan.
SALMO
20. Quienes confían en carros y caballos caen, pero quienes tienen
presente el nombre del Señor son levantados y permanecen firmes.
SALMO
21. La primera mitad de este Salmo muestra a Cristo disfrutando del
deseo de su corazón: eterna largura de días. La segunda mitad revela los
poderosos juicios de Cristo sobre sus enemigos.
SALMO
22. Este Salmo presenta la agonía de Cristo en la cruz y su triunfo
en la resurrección.
SALMO
23. El Señor es nuestro Pastor, quien consuela a todos los afligidos
y a los que atraviesan el valle de sombra de muerte.
SALMO
24. Se detallan cuatro condiciones para ascender al monte del Señor
y estar en su lugar santo. Este Salmo debe ser leído juntamente con el Salmo 15.
SALMO
25. David ruega al Señor que le muestre sus caminos, y recibe la
respuesta de que el Señor guía a los mansos y a ellos enseña sus caminos.
SALMO
26. David clama desde lo profundo de su alma para que el Señor lo
juzgue y lo pruebe, para que no lo condene con los demás pecadores.
SALMO
27. Aquí se revela que el corazón de David pertenece únicamente a
Dios. Él solo anhela habitar en la casa del Señor, para contemplar su hermosura
e inquirir en su templo. El corazón de David
está completamente entregado
al Señor, por lo que no temerá aunque ejércitos enemigos lo ataquen.
SALMO
28. El silencio del Señor hace que David sienta como si fuera uno de
los que descienden al
sepulcro, pero dado
que su corazón confió en el Señor puede decir que fue ayudado.
SALMO
29. Se nos invita a adorar al Señor en la belleza de la santidad, a
causa de su grandeza que se manifiesta en las maravillas que hace su voz.
SALMO
30. David declara gozosamente que cuando clamó al Señor, Él lo sanó
y cambió su lamento en baile.
SALMO
31. David declara su confianza en el Señor, la cual llega a su punto
culminante con el compromiso supremo de las palabras de Cristo en la cruz: “En
tu mano encomiendo mi espíritu”.
SALMO
32. Este es uno de los grandes Salmos instructivos sobre el arrepentimiento
y el perdón. La única forma de recibir el perdón de nuestros pecados y de ser
libres de culpa es reconocer nuestros pecados y confesarlos al Señor. Cuando lo
hacemos, Él borra completamente nuestro pecado, y experimentamos el tremendo
gozo de un criminal que ha sido perdonado.
SALMO
33. Se exhorta a los justos a alegrarse en Jehová y alabarlo por
todas sus bondades. Quienes temen al Señor y se regocijan en su misericordia
serán librados del hambre y la muerte.
SALMO
34. Una maravillosa victoria es nuestra, ya que el Señor escucha el
clamor de los justos y los libra de todos sus temores.
SALMO
35. David clama al Señor para que Él defienda su causa. Los enemigos
de David se alegraron cuando la adversidad lo golpeó, aunque él se había
afligido cuando ellos estuvieron enfermos. Pero David dice, confiado, que
quienes estén a favor de su justa causa dirán: “Exaltado sea el SEÑOR, quien se
deleita en el bienestar de su siervo” (NVI).
SALMO
36. Los impíos no temen al Señor, y como consecuencia de ello, caerán
y no volverán a levantarse. Por otro lado, los justos descubren que en la luz
del Señor verán la luz, y que beberán del manantial de la vida.
SALMO
37. El tema principal de este Salmo es la aparente prosperidad de
los malignos en contraste con la obvia aflicción del justo. Es un tema que ha
atormentado a los justos desde el comienzo de los tiempos, y es causa constante
de frustración. En este Salmo se dan respuestas bíblicas a esta paradoja, y
también varias claves para recibir nuestra herencia.
SALMO
38. David escribe este Salmo después de pecar con Betsabé, mientras
sufre una terrible enfermedad que le carcome la carne. Muchos perseguían a
David en este tiempo, pero él no buscaba reivindicarse ni defenderse.
SALMO
39. David calla ante los impíos y deja su defensa en manos del
Señor, clamando a Él para que le haga conocer su fin.
SALMO
40. David espera pacientemente en el Señor hasta que Él lo saca del
pozo de la desesperación. El Señor restauró totalmente a David después de su
pecado con Betsabé porque él se arrepintió verdaderamente, y lo llevó a nuevas
alturas en su relación con Dios, dándole una revelación del nuevo pacto en los
versículos 6-8.
SALMO
41. Aquí se presentan varias bendiciones que siguen a los que ayudan
al pobre. Los enemigos de David esperaban que muriera, y hasta su íntimo amigo
Ahitofel lo traicionó. Pero el Señor defendió a David, y en su soberanía lo
colocó delante de su presencia para siempre.
SALMO
42. Mientras David huye de Saúl, su corazón tiene cada vez más sed y
hambre de la presencia de Dios. Está angustiado y su alma turbada, pero
controla sus emociones y ordena a su alma que espere en el Señor. Se reflexiona
sobre la diferencia entre dejarse dominar por el alma (las emociones) y ser
espiritual.
SALMO
43. Este Salmo habla del orden divino de Dios. Primero el Señor
juzga y arregla las cosas en nuestras vidas, y después rompe el poder de
nuestros enemigos. Finalmente, nos lleva a Sion, donde nos unimos al Señor que
es nuestro supremo gozo.
SALMO
44. Al rememorar las antiguas misericordias de Dios para con Israel
y cómo les había dado su tierra, el salmista ahora clama porque el Señor los ha
desechado, y le ruega que se levante y los redima.
SALMO
45. El tema de este Salmo es la majestad de Cristo y la belleza de
su esposa, la Iglesia, toda gloriosa en su interior. La verdad, la humildad y
la justicia son las claves para la prosperidad.
SALMO
46. Dios es nuestro refugio en tiempos de angustia. El río de Dios
alegra su ciudad, y el Señor será exaltado entre las naciones en el milenio,
cuando terminen las guerras.
SALMO
47. Este es un Salmo de regocijo y victoria. Dios elegirá nuestra
herencia, y reinará sobre toda la tierra como Rey de reyes.
SALMO
48. Este Salmo describe al monte de Sion, la montaña de la santidad
de Dios. Pero la descripción de esta ciudad también es una descripción de sus
habitantes, que son santos y sin mancha delante del Señor.
SALMO
49. El salmista habla de la sabiduría. Los necios dan sus nombres a
sus tierras, pero no permanecerán. Los justos tendrán ascendencia sobre ellos.
SALMO 50. Este Salmo muestra los sacrificios agradables al Señor y
la forma de glorificarlo.
SALMO 91. Una sola idea se repite a lo largo de todo este Salmo:
los que se refugian en el Señor pueden afrontar confiadamente cualquier dificultad,
porque cuentan con la constante y eficaz protección divina. Muchas expresiones
tienen evidentemente un carácter hiperbólico, por ejemplo la del v. 13, y sólo
pretenden destacar la excepcional providencia con que el Señor cuida de sus
fieles. En la parte final del Salmo (vs. 14-16), un oráculo divino confirma la
enseñanza del salmista.
El pueblo de Israel hizo de los salmos su libro de
cantos y oraciones. lo mismo hizo la iglesia, y por lo tanto puede unirse a
Israel en este canto de alabanza al Dios único rey del universo y de la historia: << ¡alabemos a Dios , porque él es bueno!
¡Dios
nunca deja de amarnos!>>……
PROVERBIOS
En el libro de
Proverbios, perteneciente también al grupo de los libros sapienciales.
Habla principalmente de la sabiduría, moral y piedad. El libro está formado por
máximas principalmente recopiladas de Salomón. Dentro de la religión está la
forma sabia de proceder, es un error moverse sin sabiduría, ya que el principio
de esta radica justamente en Dios. Proverbios va dando consejos prácticos uno
tras otro de temas diversos, cada proverbio es para reflexionar.
En el libro se habla por
ejemplo que "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová" esto
puede interpretarse como una continuación en la idea de por ejemplo el salmo
119, el que no teme a Dios sin prestarle atención a sus mandamientos no estaría
en el principio de la sabiduría aquí indicado.
Proverbios es un libro de
"sanidad espiritual" de abrir los ojos, de prestar atención a lo
importante y no dejarse llevar por lo que no es o ocasiona daño, un libro que
insta a ser sabios e inteligentes, a trabajar, a no ser perezoso, incluso habla
del justo dándole esperanza y de la mujer virtuosa no sin mencionar de los
peligros del joven y de guardar los sentimientos, de no cometer engaño, de
cuidar las posesiones que uno posee y muchos temas más. Un libro para leer
varias veces reflexionando y pensando él, además de la puesta en práctica de la
esencia de la sabiduría que muestra. Un libro que busca impregnar de una manera
sabía de vivir junto a Dios y sus mandamientos, haciendo lo bueno.
La principal función del libro de
Proverbios, es “para conocer la sabiduría y la instrucción, para entender los
dichos de inteligencia: para adquirir instrucción en el buen proceder, en la
justicia, en el juicio y en la equidad; para comunicar sagacidad a los simples;
al joven, ciencia y prudencia” (Mishle 1:2,-4). Asimismo, este libro intenta
transmitir el principio de retribución “El que da al pobre no padecerá
necesidad, mas aquel que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones” (Mishle
28:28). Por último, el libro de Proverbios hace hincapié en el Temor a Dios:
“El Temor de Dios conduce a la vida, y quien lo posee quedará satisfecho, no
será visitado por el mal” (Mishle 19:23)En el libro de Proverbios, se pueden ver claramente las características de la Literatura Sapiencial: es Individualista, se ocupa de un hombre y no de la nación “Escucha hijo mío y sé sabio, dirige tu corazón en el camino recto” (Mishle 23:19). También, es Utilitarista, o sea que busca un bien concreto “Come hijo mío la miel, porque es buena y el panal es dulce a tu paladar” (Mishle 24:13). Por último, es Laica, se basa en las acciones cotidianas “No estés entre los borrachos de vino, ni entre los golosos de carne” (Mishle 23:20).
SABIDURÍA E INTELIGENCIA
·
“Dichoso el hombre que halló la sabiduría y el
hombre que ha adquirido la inteligencia, porque su ganancia vale más que la
ganancia de plata y mejor es su rédito que el oro puro. Porque más preciosa es
que las perlas” Mishle 3:13, 3:14, 3:15
·
“Di a la sabiduría tú eres mi hermana y a la
inteligencia tú eres mi amiga” Mishle 7:4
·
“Con la sabiduría se edifica la casa y con la
inteligencia se afirma” Mishle 24:3
JUSTICIA
·
“Pero la senda de los justos es como la luz de
la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto”
Mishle 4:18
·
“En la justicia se apoyan todos dichos de mi
boca; no hay en ellos cosa torcida ni perversa” Mishle 8:8
·
“De nada sirven las riquezas en el día de la
ira, mas la justicia libra de la muerte” Mishle 9:4
TEMOR DE D'S
·
“Hijo mío, si aceptas mis palabras y guardas mis
mandamientos dentro de ti (...) entonces entenderás el temor del Señor y
hallarás el conocimiento (...)” Mishle 2:1,5
·
“Oye, Hijo mío, y recibe mis dichos, y se te multiplicarán
los años de vida” Mishle 4:10
·
“El temor de Dios conduce a la vida y quien lo
posee quedará satisfecho, no será visitado por el mal” Mishle 19:23
SABIOS Y NECIOS
·
“Hay bendiciones para la cabeza del justo, pero
la maldición cubrirá la boca de los inicuos” Mishle 10:6
·
“Cuando viene el perverso viene también el
desprecio, y con la deshonra, la infamia” Mishle 18:3
·
“El hombre sabio es fuerte (...) y el propósito
de los necios es pecado” Mishle 24: 5,9
CORRECCIÓN
·
“Hijo mío no deseches la corrección del Señor,
ni te impacientes a causa de su precesión” Mishle 3:11
·
“No le niegues al muchacho la corrección (...)”
Mishle 23:13
·
Corrige a tu hijo y te dará descanso y
proporcionará deleite a tu alma” Mishle 29:17
PADRES E HIJOS
·
“El hijo sabio alegra a su padre (...)” Mishle
10:1
·
“ (...) La gloria de los hijos son sus padres”
Mishle 17:6
- “Un hijo infame y deshonrador es el que arruina al padre y ahuyenta a la
madre” Mishle 19:26MUJER
·
“Anillo de oro en hocico de cerdo es la mujer
hermosa que carece de sesos” Mishle 11:22
·
“Porque un hoyo profundo es la ramera y la
extraña, un pozo angosto” Mishle 23:27
- “La mujer virtuosa, quién la puede hallar? Pues que su valor supera en
mucho al de las perlas” Mishle 31:10LENGUA
·
“Abominación del Señor son los labios mentirosos
“Mishle 12:22
·
“El que guarda su boca vigila su vida, mas para
aquél que abre demasiado su boca habrá destrucción” Mishle 13:3
·
“Manzana de oro grabada en plata, es la palabra
que se dice oportunamente” Mishle 25:11
BEBIDA
·
“El vino es mofador (...) y cualquiera que se
entrega a él no es sabio” Mishle 20:1
·
“No estés entre los borrachos de vino” Mishle
23:20
·
“Dad el licor embriagante al que está a punto de
perecer, y el vino a los amargos de espíritu” Mishle 31:6
FRAUDES- “Esto aborrece el Señor (...) el testigo mentiroso que profiere Mentiras” Mishle 6:19
·
“El hombre que testifica lo que había escuchada
podrá hablar siempre” Mishle 21:28
·
“No engañes a tu prójimo” Mishle 24:28
PEREZOSO
·
“El que recoge en el verano es hijo diligente,
mas aquel que dormita en la siega es hijo perezoso”
·
“El alma del perezoso desea pero nada tiene,
pero el alma de los diligentes engordará” Mishle 13:4
·
“Un poco más de sueño, un poco más de
adormecimiento, un poco más de cruzar los brazos y tu necesidad vendrá como
hombre armado” Mishle 24:32,33,34
GENEROSOS
·
“El alma del hombre generoso engordará” Mishle
11:25
·
“Quien se compadece del desamparado presta al
Señor y el bien que ha hecho, Éste se lo devolverá” Mishle 19:17
·
“El que da al pobre no padecerá necesidad, mas
aquel que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones” Mishle 28:28
AMIGOS
·
“El amigo ama en todo el tiempo y viene a ser
hermano en tiempo de adversidad” Mishle 17:17
·
“No tengas amistad con el iracundo ni te
acompañes con el hombre furioso” Mishle 22:24
·
“No abandones a tu amigo (...)” Mishle 27:10
El libro de Proverbios, es una gran obra que
contiene frases muy útiles y ciertas, que sirven para la formación ética y
moral de las personas. Además su estilo, los hace más agradables y fáciles para
ser recordados, y los temas que abarca denotan su aguda utilidad .Asimismo, el
hecho de ser frases sabias, pero no leyes y carecer de principios religiosos,
los transforman en elementos ciertamente prácticos y aplicables a muchas
personas, ya que el hecho de dar a los pobres, o no rendirse ante la bebida,
son enseñanzas para toda la Humanidad y no sólo para los judíos.
De hecho, sus principios son tan importantes y
universales, que no solo han trascendido a lo largo de la historia - ya que la
mayoría continúa teniendo vigencia, aun habiendo sido escritos en épocas
remotas- sino que han pasado a formar parte de otras culturas, traduciéndose a
otros idiomas, o incluso perteneciendo al folklore de otras naciones. En
resumen, los proverbios ayudan a llevar una vida mejor ya que tratan las
cuestiones del trabajo, la bebida, la generosidad, los amigos, etc. y conllevan
a la reflexión o resultan como guía en momentos de incertidumbre para lograr el
éxito, el bienestar y la felicidad.
ECLECIASTÉS
El libro del Predicador (conocido con el nombre
de “Eclesiastés”), también fue escrito por Salomón, pero en su vejez. Presenta
un contraste patente con los Proverbios. Por inspiración divina, Salomón
declara cuáles son los resultados de toda la sabiduría humana, de las ventajas
y aspiraciones terrenales, del hecho de complacerse en todo lo que podía
procurar la riqueza y la sabiduría y que parece prometer una gran felicidad en
la tierra. Estando él en posición de probar todo esto completamente, pues fue
más sabio y más rico que cualquier otro hombre, aprende por amarga experiencia
que “todo era vanidad y aflicción de espíritu”.
Notemos que este libro invita al lector a sacar
provecho de todas las cosas materiales “debajo del sol”, es decir, a considerar
las cosas solamente desde un punto de vista terrenal. Nos enseña pues que, con
la excepción de la revelación dada por Dios, la historia del hombre es
miserable y sin esperanza. ¡Cuán maravilloso contraste con la presentación en
el Nuevo Testamento del Señor Jesucristo: Él reveló la gloria de Dios e hizo
conocer la herencia eterna de los creyentes en luz!
No se puede, pues, considerar que este libro enseñe doctrinas reveladas por
Dios, sino que muestra los pensamientos y conclusiones del hombre aparte de la
suprema revelación de los pensamientos de Dios.Por lo tanto, esto sólo enfatiza más fuertemente el hecho de que debemos buscar mucho más arriba la plena verdad que satisfará las necesidades del corazón. Esta verdad es plenamente provista en la bendita persona del Señor Jesús, en quien se revela la gloria de Dios, tal como se ve de forma tan hermosa en el Nuevo Testamento. El libro de Eclesiastés proporciona, bajo muchos aspectos, un excelente curso de filosofía.
EL
MENSAJE DE ECLESIASTÉS
La vida sin Dios no tiene
sentido. Toda la búsqueda y esfuerzos del hombre no tienen
Sentido cuando el hombre excluye
Dios de su vida. Y debido a que las obras de Dios no
Se puede ignorar, entonces
solamente una vida de servicio a El puede dar valor y propósito a nuestra vida.
CANTAR DE LOS CANTARES
Escrito también por Salomón, este es un libro poético que trata de la comunión personal del alma con el Señor Jesús. Siendo muy figurativo en su lenguaje, este libro debe ser interpretado con un piadoso cuidado y sobriedad. El versículo arriba citado encuentra su hermoso equivalente en el ungimiento del Señor Jesús por parte de María de Betania con su precioso perfume de nardo puro, símbolo de la fragante adoración que deleita el olfato de Dios.
El profundo placer de la esposa al contemplar las bellezas y glorias del Esposo es un refrescante retrato del eventual gozo de Israel en el Señor cuando sean reunidos nuevamente en su tierra y restaurados en un permanente favor en la era del milenio. Ciertamente esto tiene una aplicación espiritual también ahora para la Iglesia, la esposa celestial de Cristo; con todo, el libro no enseña ninguna relación eterna plenamente establecida de la Iglesia con Cristo, como lo hace el libro de Efesios. Por lo tanto, su ayuda para nosotros es principalmente en relación con experiencias en cuanto a la comunión personal con el Señor.
El deleite del Esposo en la esposa no es menos precioso también, y es más asombroso en vista de sus muchas imperfecciones en contraste con su Amado. Pero es la divina gracia la que le imparte una belleza tal que regocija Su corazón. Es un libro para una tranquila y diligente meditación en lo secreto de la presencia del Señor.
Nuestros ojos verán en tu faz adorable,
De tu Padre, Señor, la inmensa caridad;
Nos dejarás sondear el misterio insondable
De tu gracia suprema en la eternidad.
¡Oh! cuando Tú verás a los que has redimido
Cual fruto ya en sazón, de tu muerte en la cruz,
Con infinito amor del todo complacido,
Gozarás en tenerlos por siempre en tu luz.
PROFETICOS
ISAÍAS
El Libro de Isaías revela el juicio y la salvación de
Dios. Dios es “santo, santo, santo.” (Isaías 6:3) y por tanto, Él no puede
permitir que el pecado quede impune (Isaías 1:2; 2:11-20; 5:30; 34:1-2; 42:25).
Isaías describe el juicio venidero de Dios como un “fuego consumidor” (Isaías
1:31; 30:33).
Al mismo tiempo, Isaías comprende que Dios es un Dios de misericordia, gracia y compasión (Isaías 5:25; 11:16; 14:1-2; 32:2; 40;3; 41:14-16). La nación de Israel (ambas Judá e Israel) están ciegos y sordos a los mandamientos de Dios (Isaías 6:9-10; 42:7). Judá es comparado con una viña que debe ser, y será pisoteada (Isaías 5:1-7). Solo por Su misericordia y Sus promesas a Israel, Dios no permitirá que Israel o Judá sean completamente destruidas. Él traerá sobre ambas restauración, perdón y sanidad (43:2; 43:16-19; 52:10.12).
Más que ningún otro libro en el Antiguo Testamento, Isaías se enfoca en la salvación que vendrá a través del Mesías. Un día, el Mesías regirá con justicia y juicio (Isaías 9:7; 32:1). El reinado del Mesías traerá paz y seguridad a Israel (Isaías 11:6-9). A través del Mesías, Israel será una luz para todas las naciones (Isaías 42:6; 55:4-5). El reino del Mesías en la tierra (Isaías capítulos 65-66) es la meta hacia la cual señala todo el Libro de Isaías. Es durante el reinado del Mesías que la justicia de Dios será totalmente revelada al
mundo.
En una aparente paradoja, el Libro de Isaías también presenta al Mesías como uno que sufrirá. Isaías capítulo 53, describe vívidamente el sufrimiento del Mesías por el pecado. Es a través de Sus heridas que la sanidad es alcanzada. Es a través de Su sufrimiento que nuestras iniquidades son borradas. Esta aparente contradicción es resuelta en la Persona de Jesucristo. En Su primera venida, Jesús fue el siervo sufriente de Isaías capítulo 53. En Su segunda venida, Jesús será el Rey conquistador y soberano, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6).
Al mismo tiempo, Isaías comprende que Dios es un Dios de misericordia, gracia y compasión (Isaías 5:25; 11:16; 14:1-2; 32:2; 40;3; 41:14-16). La nación de Israel (ambas Judá e Israel) están ciegos y sordos a los mandamientos de Dios (Isaías 6:9-10; 42:7). Judá es comparado con una viña que debe ser, y será pisoteada (Isaías 5:1-7). Solo por Su misericordia y Sus promesas a Israel, Dios no permitirá que Israel o Judá sean completamente destruidas. Él traerá sobre ambas restauración, perdón y sanidad (43:2; 43:16-19; 52:10.12).
Más que ningún otro libro en el Antiguo Testamento, Isaías se enfoca en la salvación que vendrá a través del Mesías. Un día, el Mesías regirá con justicia y juicio (Isaías 9:7; 32:1). El reinado del Mesías traerá paz y seguridad a Israel (Isaías 11:6-9). A través del Mesías, Israel será una luz para todas las naciones (Isaías 42:6; 55:4-5). El reino del Mesías en la tierra (Isaías capítulos 65-66) es la meta hacia la cual señala todo el Libro de Isaías. Es durante el reinado del Mesías que la justicia de Dios será totalmente revelada al
mundo.
En una aparente paradoja, el Libro de Isaías también presenta al Mesías como uno que sufrirá. Isaías capítulo 53, describe vívidamente el sufrimiento del Mesías por el pecado. Es a través de Sus heridas que la sanidad es alcanzada. Es a través de Su sufrimiento que nuestras iniquidades son borradas. Esta aparente contradicción es resuelta en la Persona de Jesucristo. En Su primera venida, Jesús fue el siervo sufriente de Isaías capítulo 53. En Su segunda venida, Jesús será el Rey conquistador y soberano, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6).
Aunque escrito en el lenguaje del Antiguo Testamento,
este libro nos ayudará a obtener una perspectiva correcta del bendito Evangelio
de la gracia de Dios.
JEREMÍAS
El Libro de Jeremías es primeramente un mensaje de juicio sobre Judá por
la creciente idolatría. Después de la muerte del Rey Josías, el último rey
justo, la nación de Judá había abandonado casi completamente a Dios y Sus
mandamientos. Jeremías compara a Judá con una prostituta Dios había prometido
que Él juzgaría la idolatría de la forma más severa, Jeremías estaba
advirtiendo a Judá que el juicio de Dios estaba a la puerta. Dios había librado
a Judá de la destrucción en incontables ocasiones, pero Su misericordia había
llegado a su fin. Jeremías describe al rey Nabucodonosor conquistando y
sojuzgado a Judá bajo su dominio. Después de una rebelión posterior, Dios trajo
a Nabucodonosor, y el ejército babilonio regresó para destruir y desolar a Judá
y Jerusalén Aún en medio de este severísimo juicio, Dios promete restauración a
Judá cuando regrese a la tierra que Dios les había dado.
Jeremías («Jehová establece» o «Jehová levanta») ha sido
llamado el profeta llorón o lamentoso. Llamado por Dios cuando aún era joven,
profetizó durante los reinados de Josías, Joacim, Joaquín y Sedequías, y
después de la captura de Judá y de Jerusalén (al parecer cerca de cuarenta años
en total).Era de la familia de los sacerdotes, pero, al igual que Juan el Bautista, fue más un profeta que un sacerdote.
El profundo dolor de su alma acerca de la condición del reino de Judá es evidente, pero entrega fielmente el severo mensaje de Dios anunciando que los caldeos llevarían a Judá a la cautividad. Sin embargo, aunque fue afligido hasta angustiarse, el hecho de que escribiese el versículo arriba citado es precioso. La Palabra de Dios había penetrado en las profundidades de su ser, y en ella encontró gozo y regocijo en el corazón, porque conocía la realidad de ser llamado en el nombre de Jehová. Su gozo y fortaleza se destacan en medio del dolor y la debilidad. Tenía el corazón de un sacerdote y la fidelidad de un profeta.
Cuando Sedequías fue tomado cautivo y el reino de Judá fue hecho tributario, a Jeremías, así como a otros, se le permitió permanecer en la tierra bajo la autoridad de Gedalías. Pero otros problemas surgieron como consecuencia de la desobediencia de la pequeña parte del pueblo que quedó en Palestina. Jeremías continuó profetizando, pero sus palabras fueron rechazadas incluso por el remanente preservado. Su último capítulo es estrictamente histórico, pero demuestra la verdad de sus profecías.
Jeremías es un excelente libro para estimular a la perseverancia ante el pesar y la oposición.
LAMENTACIONES
Este libro es muy conmovedor; fue escrito después de la cautividad de Judá,
cuando la ciudad de Jerusalén estaba desolada. Pero el lenguaje mismo del
profeta testifica claramente de la tierna preocupación de Dios por su pueblo en
todas sus aflicciones.Si, por una parte, los dolores de Israel se consideran causados por la maldad de sus enemigos (y Dios tiene esto completamente en cuenta), por otra parte, Jeremías ve la mano de Dios castigando a Judá por sus pecados. El lenguaje del autor es apropiado para aquellos que son ejercitados en sus conciencias ante Dios, y que adoptan una posición de quebrantamiento y confesión.
El Libro de Lamentaciones está dividido en cinco
capítulos. Cada capítulo representa un poema separado. En el original hebreo,
los versos son acrósticos, los cuales inician cada verso con una letra sucesiva
del alfabeto hebreo. En el Libro de Lamentaciones, el Profeta Jeremías
comprende que los babilonios fueron la herramienta de Dios para traer juicio
sobre Jerusalén (Lamentaciones 1:12-15; 2:1-8; 4:11). Lamentaciones deja en
claro que el pecado y la rebelión fueron las causas de que la ira de Dios fuera
derramada (1:8-9: 4:13; 5:16). Lamentar es lo apropiado en tiempos de angustia,
pero pronto deberá dar paso a la contrición y al arrepentimiento (Lamentaciones
3:40-42; 5:21-22).
Como sacerdote, Jeremías conoció lo que en realidad significaba “comer la
ofrenda por el pecado” (compárese con Levítico 6:25-26); es decir, sentir en su
propia alma el pecado del pueblo de Dios como si fuera el suyo propio, y
confesarlo como tal. Este libro es muy importante para los creyentes de hoy,
especialmente en lo que concierne a la actitud que conviene adoptar ante la
tristeza y la confusión del testimonio público de la Iglesia de Dios en la
tierra. Las lecciones de este libro deberían influenciar nuestras propias
experiencias. No deberían desalentarnos ni entristecernos, sino que deberían
desarrollar en nosotros una actitud más seria, más humilde, y una determinación
para afrontar honestamente la verdad tal como es.
EZEQUIEL
Ezequiel pertenecía
a una familia de sacerdotes, y él mismo era sacerdote. Sabemos que era casado,
pero que de manera sorpresiva su esposa murió. Esta muerte se convirtió en una
señal de advertencia para el pueblo de Dios. Como su mensajero, Ezequiel fue de manera especial
por el espíritu de Dios.
Ezequiel predico la
palabra de Dios en Babilonia. Una parte del pueblo de Judá había sido llevado allá como esclava, luego
de que este imperio derrotó y destruyó a la ciudad de Jerusalén. Sin embargo este mensajero de Dios que también había sido
llevado a Babilonia tenía allí su
propia casa y en ella se juntaban los líderes del pueblo esclavo para
recibir consejos. Algunos piensan que
esto representa los comienzos de las
sinagogas, centros de adoración del pueblo
de Dios.
En el año 597 antes
de Cristo, Nabucodonosor rey de Babilonia
tenía rodeada a la cuidad de Jerusalén. No la destruyó ese año pero se
llevó como esclavos a varios de los líderes
del reino de Judá entre ellos estaba Ezequiel. Tenía 30 años cuándo
comenzó a predicar el mensaje de Dios a los judíos que habían sido llevados
como esclavos a Babilonia se piensa que predico entre los años 593y 571 antes
de Cristo.
La predicación de
Ezequiel va dirigida a un pueblo que yo no tiene tierra, ni libertad ni
esperanza. Ezequiel predica a la gente que vive esclavizada lejos de su país.
Dios lo anima con su espíritu de manera muy
especial y le exige que estudie la
palabra de Dios y se empape de ella. Su responsabilidad
mayor fue la de señalar la terrible maldad de la gente. También predicó que
cada uno se responsable de su propia
maldad y que toda persona que siga
pecando morirá.
Ezequiel es quizá
el primer predicador del exilio. Es el primer mensajero de Dios que proclama un mensaje al pueblo que vive
como esclavo en Babilonia. Ya no tiene que advertir ni amenazar que vendrá un enemigo
y destruirá a Jerusalén. Eso ya
había sucedido. Por lo tanto, su mensaje debía
presentar algo nuevo para una situación
nueva.
Asimismo Ezequiel
tiene una visión en la que ve un valle con un montón de huesos secos . En esa visión los huesos
comienzan a juntarse y a cobrar nueva
vida. Esta visión sirve de
señal para el pueblo de Judá que estaba atrapado en Babilonia. En el futuro, el
pueblo volvería a su tierra y sería una nación libre con posibilidades de crecer Ezequiel
proclama a su pueblo esta nueva esperanza.
Ezequiel («Dios fortalecerá»), al igual que
Jeremías, era también un sacerdote, pero profetizó fuera de la tierra de
Israel, en la cautividad. Profetizó primero tanto contra Judá como contra
Israel, describiendo la servidumbre, los sufrimientos y la humillación de ellos
de diversas maneras.
Dios se sirve de las circunstancias personales de Ezequiel para dirigirse a
Israel. El mismo profeta debe sentir la amargura de las cosas de las cuales
profetiza. He aquí otro sacerdote, por consiguiente, quien de manera muy seria
y práctica “come el sacrificio por el pecado” (Ezequiel 44:29). Debe sentir, no
solamente el pecado del pueblo de Dios, sino los juicios gubernamentales de
Dios contra el pecado.Incluso la humillación y la angustia de Ezequiel no logran tocar el corazón de su pueblo. Había sido advertido con anticipación que ellos no le escucharían, pero debe, de todos modos, hablar de parte de Dios.
En los capítulos 24 al 32, anuncia el juicio de Dios sobre las naciones gentiles de alrededor. Luego, vuelve a profetizar nuevamente con referencia a su propia nación. Esta vez, habla de la gracia de Dios que restaurará finalmente a aquella nación afligida después de haber pasado por dolorosos juicios.
Los capítulos 40 al 48 describen el futuro templo y las divisiones del país en el reino milenario.
Ezequiel es un libro muy provechoso para animar al alma a mantenerse firme ante Dios, incluso en la soledad y continua adversidad.
DANIEL
Daniel fue escrito para alentar a los judíos exiliados al revelar el
programa de Dios para ellos, tanto durante como después del tiempo del poder
gentil en el mundo. Preeminente sobre cualquier otro tema en el libro es el
control soberano de Dios sobres los asuntos de todos los gobernantes y
naciones, y su reemplazo final con el verdadero Rey. Los versículos clave son
2:20-22, 44 (capítulos 2:28, 37; 4:34-35; 6:25-27). Dios no había sufrido
derrota al permitirle a Israel caer sino que providencialmente estaba
cumpliendo sus propósitos seguros hacia un despliegue completo de su Rey, el
Cristo exaltado. Él soberanamente permitió a los gentiles dominar Israel, esto
es, Babilonia (605-539) a.C.), Medo-Persia (539-331 a.C.), Grecia (331-146
a.C.), Roma (146 a.C.-476 d.C.), y hasta el segundo advenimiento de Cristo.
Estas etapas en poder gentil son presentadas en los capítulos 2 y 7. Este mismo
tema también incluye la experiencia de Israel tanto en derrota como en,
finalmente, su bendición del reino en los capítulos 8-12 (cp. 2:35, 45; 7:27).
Un aspecto clave dentro del tema principal del control soberano de Dios es la
venida del Mesías para gobernar el mundo en gloria sobre todos los hombres
(2:35, 45; 7:13, 14, 27). Él es como una piedra en el capítulo 2, y como un
hijo de hombre en el capítulo 7. Además, Él es el Ungido (el Mesías) en el
capítulo 9:26. El capítulo 9 provee el marco cronológico desde el tiempo de
Daniel hasta el reino de Cristo. El segundo tema tejido en la tela de Daniel es el despliegue del poder soberano de Dios a través de milagros. La era de Daniel es una de seis en la Biblia con un gran enfoque en milagros mediante los cuales Dios llevó a cabo sus propósitos. Otros períodos incluyen: la creación y el diluvio , los patriarcas y Moisés .Elías y Eliseo .Jesús y los apóstoles ,el tiempo del Segundo Advenimiento (Apocalipsis). Dios, quien tiene dominio eterno y capacidad de operar de acuerdo con su voluntad, es capaz de llevar a cabo milagros, todos los cuales serian despliegues menores de poder de lo que fue exhibido cuando Él actuó como Creador e Génesis 1:1. Daniel narra el relato e interpretación de sueños, por la capacidad que Dios le dio, a través de los cuales Dios reveló su voluntad .Otros milagros incluyen: 1) su escritura en la pared y la interpretación por parte de Daniel de esto ,su protección de los tres hombres en un horno de fuego ardiendo ,su provisión de seguridad para Daniel en un foso de leones profecías sobrenaturales .
OSEAS
Oseas ("Dios es salvación") es nuevamente una profecía temprana,
entregada durante los reinados de varios reyes de Judá, finalizando con
Ezequías. Su primer capítulo es un breve repaso de los tratos de Dios con Judá
e Israel (Israel es llamado también "Efraín" en este libro, porque
fue esta tribu la que condujo Israel en la rebelión). El Libro de Oseas puede ser dividido en dos partes: (1) Oseas 1:1-3:5 es una descripción de una esposa adúltera y un esposo fiel, símbolo de la infidelidad de Israel hacia Dios a través de la idolatría, y (2) Oseas 3:6-14:9 contiene la condenación de Israel, especialmente Samaria, por la adoración de ídolos y su eventual restauración.
Dios señala, en primer lugar, la infidelidad sucesiva de cada uno, y que ellos habían sido reducidos al mismo nivel de los Gentiles ‑'no pueblo mío'‑, con todo, Él afirma Su gracia soberana al restaurarlos como "hijos del Dios viviente." Tanto Judá como Israel serán unidos otra vez bajo una Cabeza.
La primera sección del libro, contiene tres diferentes poemas ilustrando cómo los hijos de Dios regresan una y otra vez a la idolatría. Dios le ordena a Oseas casarse con Gomer, quien después de haberle dado tres hijos, ella abandona a Oseas para ir tras sus amantes. El énfasis simbólico puede ser claramente visto en el primer capítulo, mientras Oseas compara las acciones de Israel con el abandono del matrimonio para vivir como una prostituta. La segunda sección contiene la denuncia de Oseas de los israelitas, pero seguido por las promesas y las misericordias de Dios.
El Libro de Oseas es un registro profético del infinito amor de Dios por Sus hijos. Desde el principio de los tiempos, la ingrata e inmerecedora creación de Dios, ha estado recibiendo el amor, la gracia y la misericordia de Dios, mientras aún es incapaz de refrenar su maldad.
Luego la parte principal del libro se ocupa principalmente con Israel (o Efraín). Esto consiste en una exposición vigorosa y mordaz de la degradada corrupción de las diez tribus, mientras que Judá solamente es mencionado incidentalmente.
El último capítulo, sin embargo, muestra maravillosamente a Dios como el recurso y el remedio para la arruinada condición de Efraín ‑ Dios, de hecho, como en la bendita Persona de Su Hijo, aunque esto está medidamente velado, y no tan claramente declarado como en el Nuevo Testamento. El capítulo también llama tiernamente a Efraín a regresar al Señor Dios, un llamado que produce preciosos resultados.
La última parte de Oseas muestra como una vez más, el amor de Dios restaura a Sus hijos, perdonando sus transgresiones, cuando ellos se vuelven a Él con un corazón arrepentido. El mensaje profético de Oseas predice la venida del Mesías de Israel, 700 años en el futuro. Oseas es citado en el Nuevo Testamento.
Cuán necesario es este libro, no solamente para advertir contra un corazón que vaga, sino para mostrar como reponerse de ello.
JOEL
El primer versículo indica que Joel (= Jehová es Dios), hijo de Petuel, es
el autor de este breve libro. Además de esta breve mención, no conocemos otros
detalles acerca de Joel y de las circunstancias de su vida. Se ha conjeturado
mucho para tratar de precisar en qué época vivió Joel. Algunos estudiosos
afirman que el libro fue escrito aproximadamente en el siglo IV a.C., o quizá
antes. Otros expositores piensan que Joel vivió durante el siglo IX a.C.,
probablemente en el tiempo de Joás, rey de Judá.Una terrible plaga de langostas es seguida por una severa hambruna a través de la tierra. Joel usa estos acontecimientos como catalizador para enviar palabras de advertencia a Judá. A menos que la gente se arrepienta rápida y completamente, los ejércitos enemigos devorarán la tierra como lo hicieron los elementos naturales. Joel exhorta a todo el pueblo y a los sacerdotes de la tierra a ayunar y humillarse mientras buscan el perdón de Dios. Si ellos respondieren, habrá renovadas bendiciones materiales y espirituales para la nación. Pero el Día del Señor se acerca. En este tiempo, las temidas langostas, parecerán como mosquitos en comparación, mientras todas las naciones reciben Su juicio.
El tema principal del libro de Joel, es el Día del Señor, el Día de la ira y del juicio de Dios. Este es el Día en el cual Dios revela Sus atributos de ira, poder y santidad, y es un día terrible para Sus enemigos. En el primer capítulo, el Día del Señor es experimentado históricamente por la plaga de langostas sobre la tierra. Capítulo 2:1-17 es un capítulo transicional, en el cual Joel usa la metáfora de la plaga de langostas y la sequía para renovar un llamado al arrepentimiento. Los capítulos 2:18-3:21, describen el Día del Señor en términos escatológicos y responde el llamado al arrepentimiento, con profecías de restauración física (2:21-27), restauración espiritual (2:28-32), y restauración nacional (3:1-21).
El propósito del libro
La
profecía de Joel marca un amplio círculo que abarca desde las calamidades de su
época hasta el tiempo futuro en que el pueblo de Dios será oprimido y, luego,
restaurado y bendecido en el día de Cristo. De manera que Joel bien puede ser
llamado el profeta del día de Jehová. Este día está nombrado cinco veces en el
libro de Joel (ver punto 3, Peculiaridades).
La gran
plaga de langostas y la sequía eran castigos de Jehová. Moisés y Salomón ya
habían profetizado acerca de estos juicios (Deuteronomio 28: 38-39 y 1.º Reyes
8:37). Sin embargo, el pueblo no reconocía que dichos castigos provenían de la
mano de Jehová. Por esto, en el capítulo 1, el profeta se dirige a los ancianos
y a los sacerdotes exhortándoles a que se lamenten y a que se arrepientan.
El capítulo
2 muestra una visión ampliada. Ya no sólo vemos langostas, sino también un
ejército de enemigos que invaden la tierra desde el norte y la destruyen. La
trompeta suena en Sion como una alarma y el pueblo se arrepiente. El día de
Jehová viene, y Él mismo salva a su pueblo del ataque del ejército del norte.
La tierra no sólo es bendecida con la lluvia temprana y con la tardía, sino
también con el Espíritu Santo que es derramado sobre toda carne. Aun cuando
Pedro, en Hechos 2: 16-21, haya proclamado las palabras de Joel casi
textualmente, el cumplimiento de esta profecía es aún un hecho futuro.
El último
capítulo describe el juicio de las naciones, hecho que sucederá en el valle de
Josafat, en el día de Jehová. Este capítulo nos enseña también acerca de la
plenitud de la bendición del Milenio.
JONÁS
Jonás cuyo nombre
significa “paloma”.
Se considera que
este libro se escribió en una época cuando los israelitas odiaban a los asirios
por la destrucción de Samaria. En esa ocasión el imperio asirio llevó a los
israelitas como esclavos a otros países.
El contenido del
libro de Jonás se puede apreciar mejor a
través de la manera en que está redacto.
A continuación el lector podrá ver la estructura literaria del libro:
1
Jonás
rechaza el mandamiento de Dios ( 1.1-16)
2
Jonás
se arrepiente( 1.17-2.10)
1’ Jonás acepta el mandamiento de Dios.
(3.1-10)
2’
Jonás se queja (4.1-11).
El temor y el orgullo
de Jonás, causan que huya de Dios. Él no desea ir a Nínive a predicar el
arrepentimiento a la gente como Dios le había ordenado, porque siente que ellos
son sus enemigos, y él está convencido de que Dios no llevará a cabo su amenaza
de destruir la ciudad. En vez de ello, aborda un barco para Tarsis, que está en
la dirección opuesta. Pronto una embravecida tormenta causa que la tripulación
eche suertes y determine que Jonás es el. Luego Dios manda a un gran pez que
se traga a Jonás en su vientre por 3 días y 3 noches. Jonás se arrepiente de su
pecado hacia Dios, y el pez lo vomita en tierra seca (nos preguntamos que le
hizo tardar tanto en arrepentirse). Jonás entonces hace el viaje de 800
kilómetros a Nínive y conduce a la ciudad a un gran avivamiento.
Según el libro de Jonás
cuando el mensajero de Dios invita a que el pueblo de Nínive se arrepienta y
obedezca a Dios se produce un tremendo milagro entonces toda la gente de lac
ciudad se arrepiente y cree en el Dios verdadero.
MIQUEAS
Miqueas fue un
mensajero de Dios. Venía de un pueblo
llamado Moréset-gat. Este pueblo estaba a unos 40 kilómetros al suroeste de
Jerusalén la ciudad capital. No tenemos mucha información acerca de Miqueas. no
sabemos cómo recibió el llamado de Dios
ni tampoco qué hacía antes de dedicarse a proclamar su mensaje. Suponemos que era un hombre de
campo o quizá un artesano.
El profeta miqueas anuncia la destrucción de samaria,
capital del reino del norte. Sin embargo su mensaje va mayormente dirigido a
los líderes corruptos del reino del sur, conocido como el reino de Judá.
Seguramente por esto miqueas pasa la mayor parte del tiempo predicando en la
ciudad de Jerusalén que era la capital de este reino .Al hacer esto miqueas
denuncia constante a los líderes
políticos, a los profetas falsos y a los sacerdotes de Jerusalén.
Miqueas predicó
durante el mismo tiempo que su colega Isaías. Es muy probable que haya anunciado
el mensaje de Dios entre los años 742 y 687 antes de Cristo. Este significa que él mismo vio cómo se cumplía su
advertencia, ya que efectivamente en el
año 722 ó 721 antes de Cristo Samaria fue destruida por el imperio asirio.
Cuando miqueas predica el mensaje
de Dios lo hace con mucho valor y
entusiasmo. No les tiene miedo a los
líderes poderosos del pueblo; al
contrario les exige que se arrepientan
y cambien de actitud. A Miqueas le preocupa mucho el hecho de que los poderosos traten mal a la gente
pobre. También le preocupa que
muchos del pueblo adoren a otros
dioses y no sean fieles al único
Dios verdadero. Finalmente
miqueas se enfrenta a sus propios
colegas. Durante esta época son varios los que se enfrentas, pero que en realidad eran unos charlatanes. Cuando
Miqueas los enfrenta les dice que a diferencia de ellos él está. <<Lleno
del poder de Dios>>.
Este mensajero de
Dios proclama de manera muy especial lo
que se puede llamar la << regla de oro>> del mensaje profético .Cuando Miqueas
le está reclamando al pueblo de Judá que se arrepienta de su pecado le
explica con mucha claridad y brevedad
lo que Dios quiere que
haga: << Dios quiere que sean
justos los unos con los otros, que sean bondadosos con los más débiles y
que lo adoren como su único
Dios>>.
El profeta condena a los gobernantes, los sacerdotes
y profetas de Israel, quienes explotan y extravían al pueblo. Es debido a sus
hechos que Jerusalén será destruida. El profeta Miqueas proclama la liberación
de la gente que irá de Jerusalén a Babilonia y concluye con una exhortación
para que Jerusalén destruya a las naciones que se han unido contra ella. El
gobernante ideal vendría de Belén para defender a la nación y el profeta
proclama el triunfo del remanente de Jacob y vislumbra el día cuando Yahvé
purgará a la nación de su idolatría y confianza en el poder militar. El profeta
expone un poderoso y conciso resumen de los requerimientos de justicia y
lealtad de Yahvé, y anuncia el juicio sobre aquellos que han seguido los
caminos de Omri y Acab. El libro concluye con una liturgia profética que
contiene los elementos de un lamento. Israel confiesa su pecado y su liberación
es asegurada a través de los poderosos actos de Jehová.
NAHÚM
La profecía fue indudablemente ocasionada por la crueldad de Asiria cuando Senaquerib ("El devastador" cap. 2: 1 - VM) invadió Israel, y fue parcialmente cumplida cuando Nínive fue destruida: pero esto mira hacia el futuro juicio de Dios del Rey del Norte en los últimos días.
Noten que la decidida rapacidad de este enemigo es igualada plenamente por el rigor inflexible del juicio de Dios.
Con todo, mientras que los primeros pocos versículos del Libro describen la indignación y fiereza de Su ira, esto es seguido por el maravilloso consuelo del versículo 7: "Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían." Él es lento para la ira, perfecto en tranquila deliberación; porque Él no desea condenar. Pero Él juzgará el mal, ya sea por medio de un torbellino o de una tempestad: y aquí será vista la sabiduría de "Su camino".
Aprendamos bien, entonces, de este profeta, la tremenda fuerza de la ira de Dios así como la bendita fuerza de Su protección.
Nahúm no escribió este libro como una advertencia o
“llamado al arrepentimiento” para la gente de Nínive. Dios ya les había enviado
al profeta Jonás 150 años antes, con Su promesa de lo que sucedería si ellos
continuaban en sus malos caminos. La gente de ese tiempo se había arrepentido,
pero ahora vivían de la misma forma o aún más impía, de lo que lo hicieron
anteriormente. Los asirios se habían hecho terriblemente brutales en sus
conquistas (colgando los cuerpos de las víctimas en astas y poniendo su piel en
las paredes de sus tiendas entre otras atrocidades). Ahora Nahúm estaba
diciéndole a la gente de Judá que no desesperara porque Dios había pronunciado
juicio y los asirios recibirían justo lo que merecían.
HABACUC
Habacuc ("Ardiente abrazo") es una profecía que trata
particularmente con el profundo ejercicio y dolor de un Israelita piadoso al
considerar la vergüenza y degradación de su propia nación, habiendo sido ellos
llevados cautivos por "los caldeos, nación cruel y presurosa." Este
enemigo despectivo - el Imperio Babilónico - es el retrato exacto del mundo en
su corrupción y confusión religiosa, es decir, en su grosero mal uso de las
bendiciones de Dios. Poco nos maravilla que un alma piadosa sea profundamente
apenada por la cautividad de Israel por un tipo tal de maldad. ¿Acaso no ha
esclavizado hoy en día el mismo terrible enemigo a la Iglesia profesante?Con todo, estas penas son la causa de que el profeta 'abrace ardientemente' las promesas de Dios. Lo conducen a una confianza completa en el poder y la gracia soberanos de Dios. Él reconoce que Dios mide por sí mismo la tierra y, por lo tanto, todo lo que hay en ella: las naciones que Él humillará dolorosamente: las montañas (las más altas autoridades) que él dispersará, aunque los hombres piensen que son eternos; y las colinas (las autoridades de menor rango) se inclinarán en señal de reverencia ante Él. Siendo esto verdad, entonces no obstante lo grande que pueda ser la destitución y desolación a la que Israel sea reducida, el profeta puede decir verdaderamente, "Con todo, yo me alegraré en Jehová" (cap. 3: 18).
Este es un libro de preciosa ayuda a aquellos que, enfrentados al mal y a difíciles condiciones, se afligen delante de Dios.
SOFONÍAS
Sofonías pronuncia el juicio del Señor sobre toda la
tierra, sobre Judá, sobre las naciones circundantes, sobre Jerusalén y sobre
todas las naciones. Esto es seguido por proclamaciones de la bendición del
Señor sobre todas las naciones, y especialmente sobre el remanente fiel de Su
pueblo en Judá.
Sofonías tuvo el valor de hablar con determinación, porque sabía que estaba proclamando la Palabra del Señor. Su libro comienza con “La palabra de Jehová” y termina con “dice Jehová.” Él sabía que ni los muchos dioses que la gente adoraba ni aún el poder de la armada asiria podrían salvarles. Dios es misericordioso y compasivo, pero cuando todas Sus advertencias son ignoradas, ha de esperarse el juicio. El día del juicio de Dios es mencionado frecuentemente en las Escrituras. Los profetas lo llaman el “Día del Señor.” Ellos se refieren a varios eventos, tales como la caída de Jerusalén como a las manifestaciones del Día del Señor, cada una de las cuales apunta hacia el último Día del Señor.
Sofonías tuvo el valor de hablar con determinación, porque sabía que estaba proclamando la Palabra del Señor. Su libro comienza con “La palabra de Jehová” y termina con “dice Jehová.” Él sabía que ni los muchos dioses que la gente adoraba ni aún el poder de la armada asiria podrían salvarles. Dios es misericordioso y compasivo, pero cuando todas Sus advertencias son ignoradas, ha de esperarse el juicio. El día del juicio de Dios es mencionado frecuentemente en las Escrituras. Los profetas lo llaman el “Día del Señor.” Ellos se refieren a varios eventos, tales como la caída de Jerusalén como a las manifestaciones del Día del Señor, cada una de las cuales apunta hacia el último Día del Señor.
Gran parte de las bendiciones finales sobre Sión
pronunciadas en los versos 14-20, aún están por cumplirse, lo que nos lleva a
concluir que estas son profecías mesiánicas que aguardan la Segunda Venida de
Cristo para que se lleven a cabo. El Señor ha quitado nuestro castigo solo a
través de Cristo, quien vino a morir por los pecados de Su pueblo (Sofonías
3:15; Juan 3:16). Pero Israel aún no ha reconocido a su verdadero Salvador.
Esto aún está por suceder (Romanos 11:25-27).
La promesa de paz y seguridad para Israel, un tiempo cuando su Rey esté en medio de ellos, será cumplida cuando Cristo regrese a juzgar y redimir al mundo para Él mismo. Así como Él ascendió a los cielos después de Su resurrección, así también Él regresará y establecerá una nueva Jerusalén sobre la tierra (Apocalipsis 21). En ese tiempo, todas las promesas de Dios para Israel serán cumplidas.
La promesa de paz y seguridad para Israel, un tiempo cuando su Rey esté en medio de ellos, será cumplida cuando Cristo regrese a juzgar y redimir al mundo para Él mismo. Así como Él ascendió a los cielos después de Su resurrección, así también Él regresará y establecerá una nueva Jerusalén sobre la tierra (Apocalipsis 21). En ese tiempo, todas las promesas de Dios para Israel serán cumplidas.
ZACARÍAS
Se ha aceptado en general que el profeta Zacarías es la misma persona cuyo nombre aparece mencionado en Nehemías 12:16. De manera que Zacarías fue profeta y sacerdote a la vez, como también lo fueron Jeremías y Ezequiel. Al leer el capítulo 2:4 podemos observar que él comenzó su ministerio profético a una temprana edad.
Zacarías proclamó su primera profecía (1:1) dos meses después del primer mensaje de Hageo, en el segundo año de Darío I (533-485 a.C.), es decir, en el 521/520 a.C. Hallamos otros datos en el capítulo 7:1, donde se menciona el cuarto año del rey Darío (519/518). Es probable que Zacarías haya escrito la segunda parte del libro (capítulos 9 al 14), cuya fecha de escritura se desconoce, aproximadamente en 480 a.C. Se cree que luego fue asesinado por sus propios compatriotas (ver punto 3 Peculiaridades).
Los críticos no le han dedicado mucha atención a la primera parte del libro (capítulos 1 al 8), mientras que sí han abordado insistentemente la segunda parte (capítulos 9 al 14). Sin embargo, estos críticos no presentan un criterio unánime. Los evangelios presentan repetidamente la segunda parte, mesiánica, del libro de Zacarías en relación con el Señor Jesús:
Zacarías
9:9
Mateo 21:4-5; Juan 12:15
Zacarías
11:13 Mateo 27:9-10
Zacarías
12:10 Juan 19:37
Zacarías
13:7 Mateo 26:31;
Marcos 14:27
El propósito del libro
Aun
cuando Zacarías, según la comisión que había recibido de Dios, se dirigía al
remanente de Israel al mismo tiempo en que también lo hacía Hageo, su mensaje
era totalmente diferente. Mientras que Hageo, la mayor parte del tiempo, tenía
que reprocharle al pueblo el desgano que mostraba para la construcción del
templo, Zacarías se refiere más precisamente a la ciudad de Jerusalén. Además,
él es el único profeta posterior al exilio que brinda un detallado resumen de
la historia del pueblo de Dios y de las naciones señalando principalmente a la
ciudad de Jerusalén. Este profeta describe el rechazo del Mesías por parte de
su propio pueblo terrenal, Israel, y el posterior arrepentimiento de dicho
pueblo y el consecuente reconocimiento de dicho Mesías, quien aparecerá para
establecer su reinado de paz. En esto podemos apreciar cierta similitud con la
profecía de Daniel. Zacarías también ha sido comparado con Isaías, «el profeta
evangelista». La clave del mensaje de Zacarías es el invariable amor de Dios y
sus cuidados a favor de su pueblo terrenal. El profeta enseña que Dios
preservará a los suyos de todo peligro que provenga del poder del mundo y que
los guardará a fin de introducirlos en Su reinado terrenal.
MALAQUÍAS
Malaquías,
el nombre del último libro del Antiguo Testamento, significa «mi mensajero». Es
probable que sea una abreviatura de malachjah,
palabra hebrea que significa «mensajero de Jehová».
Algunos
consideran que Malaquías no es un nombre sino una designación, debido a que
esta misma palabra hebrea malachi
es traducida «Malaquías» en el capítulo 1:1 y «mi mensajero» en el 3:1. No
conocemos otros detalles personales de Malaquías.
Malaquías
es el último de los tres profetas posteriores al exilio. Él no brinda ningún
detalle acerca de la fecha y de la duración de su ministerio. No obstante, al
leer el libro uno puede deducir que el templo de Jerusalén ya había sido
reconstruido y que los sacerdotes ofrecían sacrificios (Malaquías 1:6-14).
También observamos que un príncipe (del rey de Persia) reinaba en la tierra
(Malaquías 1:8). Por otro lado, la triste condición del pueblo es muy similar a
la que describe Nehemías 13.
Teniendo
en cuenta estos hechos, concluimos que Malaquías vivió aproximadamente en la
época de Nehemías. Algunos estudiosos ubican el servicio de Malaquías antes del
tiempo de Nehemías, mientras que otros piensan que él profetizó cuando Nehemías
había retornado de Jerusalén a la corte persa (Nehemías 13: 6-7). Otros incluso
determinaron que el ministerio de Malaquías fue posterior a la época de
Nehemías. En todo caso estaríamos hablando de la segunda mitad del siglo V a.C.
(aproximadamente 450-425 a.C.).
Luego del
último mensaje del Antiguo Testamento, dado por Malaquías, siguieron 400 años
de silencio durante los cuales Dios no se dirigió a su pueblo hasta que Juan el
Bautista se levantó para preparar el camino del Señor (cfr. Malaquías 3:1 y
Marcos 1:2).
El último
mensaje de Dios a su pueblo terrenal, Israel, fue dirigido al remanente que
había retornado de la cautividad babilónica. Este remanente fracasó durante las
décadas siguientes a su retorno en lo que respecta a su testimonio para Dios.
Si bien es cierto que estos judíos no servían más a los ídolos que tenían antes
del exilio, sin embargo su condición moral estaba marcada por la indiferencia,
el desprecio y la incredulidad hacia Dios. En estas circunstancias, Jehová
manifiesta su invariable amor por su pueblo, a la vez que le muestra con
severidad sus pecados y cómo se desviaron de Sus mandamientos (Malaquías 1-2).
Dios también anuncia a los judíos que caerán sobre ellos juicios severos antes
del día de Jehová, el cual, en cambio, se levantará para bendición de aquellos
que se arrepientan (Malaquías 3-4). Como si Dios quisiera remarcar Su último
mensaje, la expresión “así dice Jehová” aparece unas 25 veces en todo el
libro.
NUEVO TESTAMENTO
MATEO
Mateo
La vida de Cristo, escrita
especialmente para los judíos, revelando a Jesucristo como su Rey-Salvador
esperado por tanto tiempo.
El libro de Mateo fue escrito por el apóstol
Mateo, también conocido por el nombre de “Leví” (Mateo 9:9-13). Era un cobrador
de impuestos cuando conoció a Jesús. Jesús escogió a Mateo como uno de los doce
apóstoles (Mateo 10:1-4, Marcos 3:13-19, Lucas 6:12-16, Hechos 1:13)
Aunque no sabemos exactamente el tiempo ni el
lugar donde fue escrito, sabemos por el contenido de Mateo que tenía que ser
escrito antes de 70 A.D. La razón es que hay una mención de la profecía de la
destrucción de Jerusalén en Mateo capítulo 24, pero no hay una descripción de
su cumplimiento.
Generalmente se cree que el libro de Mateo se
escribió alrededores de 60 A.D. Mateo escribió para una audiencia judía. El
libro de Mateo es claramente el más judío de los cuatro evangelios. Era el más
popular de los cuatro evangelios en los primeros días de la iglesia. En Mateo
el Viejo Testamento es citado extensivamente y Jesús es presentado como el
cumplimiento de la esperanza mesiánica revelado en el Viejo Testamento. (Mateo
1:22, 2:15, 17)
Podemos resumir el propósito de Mateo al decir
que su propósito es de presentar a Jesús como “Rey sobre el reino de los cielos.”
Muchas de las parábolas relatadas en Mateo tienen como tema el reino de los
cielos.
Mateo 3:2
2 Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado.
2 Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado.
Más de treinta veces Mateo se refiere al Reino de
los Cielos. En Marcos y Lucas encontramos expresiones sinónimas, “Reino de
Dios.” El Reino de los Cielos, o el Reino de Dios es la regla de Dios en los
corazones y vidas de seres humanos y es la bendición que viene al estar en el
Reino.
La Biblia nos dice que toda la humanidad está
bajo el reino de Satanás:
Juan 12:31
Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
Jesús vino para derrotar a Satanás, lo cual sí
hizo, y al mismo tiempo vino para establecer al Reino de Dios, o sea su reino
en la tierra sobre su gente, lo cual se cumplió con la llegada de la iglesia
según el Nuevo Testamento. (Daniel 2:44; Hechos 2)
Así pues, Mateo presenta a Jesús como Rey sobre
el Reino de los Cielos. Esto fue un concepto importantísimo para los leyentes
judios del primer siglo.
Después de miles de años como sirvientes de
varios reinos (Egipcio, Asirio, Babilonio, Griego, Romano) todos los ciudadanos
de Dios ahora servirán al Señor de los Señores y al Rey de los Reyes,
Jesucristo.
Mateo comienza con la genealogía de Jesús, y entonces
nos cuenta la historia de la vida de Cristo. Como el resto de la Biblia, la
orden cronológica no es el factor más importante al relatar el cuento. Aunque
Mateo sigue una orden cronológica general, la mayoría del cuento está escrito
por temas.
He aquí uno de mis pasajes favoritos de Mateo:
Mateo 16:13-16
13 Y viniendo Jesús a las partes de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos diciendo: Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dice: Y vosotros, quién decís que soy?
16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
13 Y viniendo Jesús a las partes de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos diciendo: Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dice: Y vosotros, quién decís que soy?
16 Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
MARCO
Marcos La vida de
Cristo revelando a Jesús como el Siervo obediente de Dios.
El Evangelio de Marcos fue escrito por Juan Marco quien acompañó a Pablo y
Bernabé en el primer viaje misionero (Hechos 13:13). Por alguna razón que no
sabemos, Marcos quiso volver a casa durante el viaje misionero lo cual causó un
desacuerdo entre Pablo y Bernabé (Hechos 15:36-40). También sabemos que Marcos
fue un amigo íntimo del apóstol Pedro (1Pedro 5:13). Muchos eruditos piensan
que Pedro fue el que enseñó a Marcos acerca de Cristo. Mientras que Mateo escribió para los judios, Marcos parece haber escrito para los leyentes gentiles y tal vez específicamente para los gentiles del Imperio Romano. El énfasis de Marcos es el poder milagroso de Jesús el Cristo. Mientras que Mateo nos da muchos detalles de lo que Jesús dijo, Marcos nos da detalles de lo que Jesús hizo. Como la civilización romana valoreaba la idea de gobierno y poder, el evangelio de Marcos cuenta de los Milagros de Jesús, demostrando su poder súper humano. El libro de Marcos seguramente se escribió alrededores de 60 A.D.
Acuérdense, aunque cada uno de los evangelios fue dirigido a todos, cada uno tenía su audiencia específica en el mundo del primer siglo. Cada evangelio ponía énfasis en un aspecto de la vida y enseñanzas de Jesús que impresionaría a un grupo particular de la sociedad con la verdad de que Cristo es el Hijo de Dios.
En Marcos capítulo nueve tenemos un ejemplo muy bueno de la manera en que Marcos ponía énfasis en el poder de Jesús:
Marcos 9:1
1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con potencia.
LUCAS
Lucas La vida de
Cristo revelando a Jesús como el Hombre perfecto, enfatizando Su humanidad.
El evangelio de Lucas fue escrito por el único autor no-judío del Nuevo
Testamento (Colosenses 4:10-17) El era un médico quien acompañó a Pablo durante
su tiempo en la prisión en Roma. El libro de Lucas es el único evangelio dirigido originalmente a una sola persona. Los primeros versículos de Lucas son muy interesantes.
Lucas 1:1-4
1 Habiendo muchos tentado a poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,
2 Como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;
3 Me ha parecido también a mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo
4 Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
Estos versículos nos dan la razón por la cual se escribió el Nuevo Testamento entero, para que sepamos “la verdad exacta” acerca de Jesucristo.
Aunque fue dirigido a Teófilo, el libro es obviamente para el público. De hecho que esto fue una herramienta literaria de esos tiempos.
La sociedad griega del primer siglo valoreaba a la cultura, las artes, la filosofía, la sabidura, y la educación. Para impresionar a esta audiencia, Lucas presenta el relato más completo y ordenado de la vida de Cristo. El evangelio de Lucas ha tenido la reputación tras los siglos de ser literatura clásica y lo han llamado “el libro más hermoso que se ha escrito.” Lucas presenta a Jesús como el ideal Hijo del hombre quien cargó nuestros pecados. El libro de Lucas debe ser estudiado en conjunto con el libro de Hechos, también escrito por el mismo autor. El evangelio de Lucas seguramente se escribió alrededor de 60 A.D.
JUAN
Juan La vida de
Cristo revelando a Jesús como el Hijo de Dios, enfatizando Su deidad.
El Evangelio de Juan está organizado
en 21 capítulos. El libro comienza con la verdad fundamental de Dios con un
estilo poético de presentación. "En el principio era el Verbo
(Jesucristo), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios." (Juan 1:1-2). Los relatos de la vida de Cristo
comienzan en el capítulo uno, con Juan el Bautista confirmando la profecía e
identificando a Jesús como "el cordero de Dios que quita el pecado del
mundo" (Juan 1:29). En el primer capítulo, Jesús también llama a Sus
primeros discípulos a que le sigan.
En el segundo capítulo del Evangelio de Juan, Jesús ejecuta Su primer milagro al cambiar el agua en vino. En Juan 2:19, Él también predice Su resurrección después de tres días. El capítulo 3 contiene dos de los versículos más importantes de toda la Biblia, Juan 3:16 y 17, los cuales resumen la importancia de Jesucristo y Su propósito para el mundo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él."
El resto del libro contiene vívidas lecciones e instrucciones de Jesucristo de cómo vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y qué prioridades son importantes en la vida. Jesús utilizó muchas parábolas para enseñar efectivamente a la gente. Por ejemplo, en el capítulo 15, Jesús explica la importancia de tener una relación con Él, y la verdadera diferencia que puede hacer en la vida. Él se describe como la vid y a Sus discípulos como las ramas que crecen de la vid. Él describe a Dios como el jardinero que poda la vid para maximizar la cosecha. En el Evangelio de Juan hay muchas otras ilustraciones de Jesús hablando a través de parábolas.
En el segundo capítulo del Evangelio de Juan, Jesús ejecuta Su primer milagro al cambiar el agua en vino. En Juan 2:19, Él también predice Su resurrección después de tres días. El capítulo 3 contiene dos de los versículos más importantes de toda la Biblia, Juan 3:16 y 17, los cuales resumen la importancia de Jesucristo y Su propósito para el mundo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él."
El resto del libro contiene vívidas lecciones e instrucciones de Jesucristo de cómo vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y qué prioridades son importantes en la vida. Jesús utilizó muchas parábolas para enseñar efectivamente a la gente. Por ejemplo, en el capítulo 15, Jesús explica la importancia de tener una relación con Él, y la verdadera diferencia que puede hacer en la vida. Él se describe como la vid y a Sus discípulos como las ramas que crecen de la vid. Él describe a Dios como el jardinero que poda la vid para maximizar la cosecha. En el Evangelio de Juan hay muchas otras ilustraciones de Jesús hablando a través de parábolas.
El Evangelio de Juan presenta muchas
lecciones para vivir la vida en la tierra y determinar nuestro destino eterno
después de morir. Primero, el libro establece claramente que Jesucristo es el Mesías judío que fue profetizado en el Antiguo Testamento de la Biblia.
Segundo, el libro sustancia el propósito de Jesucristo y la razón de que fuera
enviado a la tierra por Dios. Además, el Evangelio de Juan se diferencia de los
otros evangelios al enfocarse menos en los eventos y más en los temas
espirituales. Finalmente, existe un claro mensaje en el Evangelio de Juan que
nos ayuda a entender la verdad acerca de Dios, la verdad acerca de la
eternidad, y la verdad acerca de tomar la decisión de aceptar a Jesucristo como
nuestro Salvador personal. Por supuesto, un resumen del Evangelio sólo puede
proporcionar lo más relevante del texto real y no puede reemplazarlo. Le
exhortamos grandemente a leer el Evangelio de Juan para aprender más acerca de
Jesucristo y de Su plan para su vida.
HECHOS
Los Hechos de los Apóstoles El comienzo y la extensión de la Iglesia Cristiana. Este libro bien
podría haber sido llamado "Los Hechos del Espíritu Santo."
Escrito por Lucas mientras
estaba en Roma con Pablo, Hechos continua el relato de su evangelio, comenzado
con los eventos que siguieron a la crucifixión de Cristo. Su relato cubre un
periodo de uno de 30 años, comenzando en el año 30 D.C. Incluye un relato de la
organización y los comienzos de la historia de la iglesia cristiana. Uno de los
libros mas fáciles de leer y mejor organizados, el propósito central de este
libro es mostrar que Cristo continua Su obra a través de los creyentes y la
iglesia bajo la dirección del Espíritu Santo.
El libro de Hechos proporciona la historia de la
iglesia cristiana y la expansión del Evangelio de Jesucristo, así como la
creciente oposición al mismo. Aunque muchos siervos fieles fueron usados para
predicar y enseñar el Evangelio de Jesucristo, Saulo, cuyo nombre fue cambiado
a Pablo, fue el que tuvo más influencia. Antes de ser convertido, Pablo se
complacía en perseguir y matar a los cristianos. La dramática conversión de
Pablo en el camino a Damasco (Hechos 9:1-31) es un punto culminante del libro
de Hechos. Después de su conversión, él se fue al extremo opuesto en su amor
por Dios y en predicar Su Palabra con poder, fervor y el Espíritu del Dios vivo
y verdadero. Los discípulos recibieron el poder del Espíritu Santo para ser Sus
testigos en Jerusalén (capítulos 1-8:3), Judea y Samaria (capítulos 8:4-12:25),
y hasta lo último de la tierra (capítulos 13:1–28). Incluidos en la última sección,
están los tres viajes misioneros de Pablo (13:1-21:16), sus juicios en
Jerusalén y Cesárea (21:17-26:32) y su viaje final a Roma (27:1-18:31).
El libro de Hechos actúa como una transición entre
el Antiguo Pacto de la observancia de la ley y el Nuevo Pacto de gracia y fe.
Esta transición es apreciada en muchos eventos claves del libro de Hechos.
Primero, hubo un cambio en el ministerio del Espíritu Santo, cuya función
principal en el Antiguo Testamento era el “ungimiento” externo del pueblo de
Dios, entre ellos Moisés (Números 11:17), Otoniel (Jueces 3:8-10), Gedeón
(Jueces 6:34), y Saúl (1 Samuel 10:6-10). Después de la resurrección de Jesús,
el Espíritu vino a vivir en el corazón de los creyentes (Romanos 8:9-11; 1
Corintios 3:16), guiándolos y llenándolos de poder desde dentro. El Espíritu
que mora en el hombre, es un don de Dios para aquellos que vienen a Él en fe.
La conversión de Pablo fue un ejemplo dramático de la transición del Antiguo al Nuevo Pacto. Pablo admitió que, antes de conocer al Salvador resucitado, él era el más celoso de los israelitas, siendo irreprensible “en cuanto a la justicia de la ley” (Filipenses 3:6), llegando a ser tan extremista como para perseguir a aquellos que enseñaban la salvación por gracia a través de la fe en Cristo. Pero después de su conversión, él se dio cuenta de que todos sus esfuerzos legalistas eran inútiles, diciendo que él los tenía “por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.” (Filipenses 3:8b-9). Ahora nosotros también vivimos por fe, no por las obras de la ley, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
La visión de Pedro del lienzo en Hechos 10:9-15, es otra señal de la transición del Antiguo Pacto –en este caso, de las exclusivas leyes dietéticas de los judíos –a la unidad del Nuevo Pacto de judíos y gentiles en una sola iglesia universal. Los animales “limpios” simbolizando a los judíos, y los animales “inmundos” simbolizando a los gentiles, fueron declarados ambos “limpios” por Dios a través de la muerte sacrificial de Cristo. Dejando de estar bajo el Antiguo Pacto de la ley, ahora ambos están unidos en el Nuevo Pacto de la gracia, a través de la fe en la sangre derramada de Cristo en la cruz.
La conversión de Pablo fue un ejemplo dramático de la transición del Antiguo al Nuevo Pacto. Pablo admitió que, antes de conocer al Salvador resucitado, él era el más celoso de los israelitas, siendo irreprensible “en cuanto a la justicia de la ley” (Filipenses 3:6), llegando a ser tan extremista como para perseguir a aquellos que enseñaban la salvación por gracia a través de la fe en Cristo. Pero después de su conversión, él se dio cuenta de que todos sus esfuerzos legalistas eran inútiles, diciendo que él los tenía “por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.” (Filipenses 3:8b-9). Ahora nosotros también vivimos por fe, no por las obras de la ley, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
La visión de Pedro del lienzo en Hechos 10:9-15, es otra señal de la transición del Antiguo Pacto –en este caso, de las exclusivas leyes dietéticas de los judíos –a la unidad del Nuevo Pacto de judíos y gentiles en una sola iglesia universal. Los animales “limpios” simbolizando a los judíos, y los animales “inmundos” simbolizando a los gentiles, fueron declarados ambos “limpios” por Dios a través de la muerte sacrificial de Cristo. Dejando de estar bajo el Antiguo Pacto de la ley, ahora ambos están unidos en el Nuevo Pacto de la gracia, a través de la fe en la sangre derramada de Cristo en la cruz.
Dios puede hacer cosas
extraordinarias a través de personas ordinarias, cuando Él los llena de poder a
través de Su Espíritu. Esencialmente, Dios tomó a un grupo de pescadores y los
utilizó para poner al mundo de cabeza (Hechos 17:6). Dios tomó a un asesino
aborrecedor de cristianos y lo cambió en el evangelista cristiano más grande,
el autor de casi la mitad de los libros del Nuevo Testamento. Dios utilizó la
persecución para producir la difusión más acelerada de una “nueva fe” en la
historia del mundo. Dios puede y hace lo mismo a través de nosotros –cambiando
nuestros corazones, llenándonos de poder por el Espíritu Santo, y dándonos una
pasión por difundir las buenas nuevas de salvación a través de Jesucristo. Si
tratamos de hacer estas cosas en nuestras propias fuerzas, fracasaremos. Al
igual que los discípulos en Hechos 1:8, debemos esperar ser llenos del poder
del Espíritu, y entonces ir en Su poder, a cumplir con la Gran Comisión (Mateo
28:19-20).
LAS EPISTOLAS DE PABLO
PABLO LOS ROMANOS
Pablo estaba en Corintio
en el año 58 D.C. cuando escribió esta carta a los cristianos que Vivian el la
capital del imperio, Roma. Considerado por muchos el escrito mas importante de
Pablo, Romanos es también uno de los libros más importantes de la Biblia. Su
tema principal es la justificación por la fe. Había una controversia que estaba
dividiendo a los cristianos judios y gentiles. Algunos pensaban que los judios
debían tener el primer lugar con respecto a los gentiles. Pablo enseña que Dios
es justo. Siendo que "todos pecaron" (tanto judios como gentiles),
los judios no son superiores ante los ojos de Dios.
Pablo estaba entusiasmado con la idea de poder
ministrar al fin en esta iglesia, y todos estaban bien enterados de este hecho
(Romanos 1:8-15). La carta a los Romanos fue escrita desde Corinto justo antes
del viaje de Pablo a Jerusalén para llevar las ofrendas que le habían sido
entregadas para los pobres de allá. Él había intentado ir a Roma y
posteriormente a España (Romanos 15:24), pero sus planes fueron interrumpidos
cuando fue arrestado en Jerusalén. Eventualmente él iría a Roma pero como
prisionero. Febe, quien era un miembro de la iglesia en Cencrea cerca de
Corinto (Romanos 16:1), es quien probablemente llevó la carta hasta Roma.
El libro de Romanos es principalmente una obra de doctrina y puede ser dividido en cuatro secciones: la necesidad de justicia, 1:18—3:20; la justificación provista, 3:21—8:39; la justicia vindicada, 9:1—11:36; la justicia practicada, 12:1—15:13. El tema principal de esta carta es obviamente – la justificación. Guiado por el Espíritu Santo, Pablo primeramente condena a todos los hombres por su pecaminosidad. Él expresa su deseo de predicar la verdad de la Palabra de Dios a aquellos que estaban en Roma. Era su esperanza que ellos permanecieran en el camino correcto. Señala enérgicamente que no se avergüenza del evangelio (Romanos 1:16), porque es el poder mediante el cual todos son salvados.
El libro de Romanos nos habla acerca de Dios, quién es Él y lo que Él ha hecho. Nos habla de Jesucristo, de lo que Él logró con Su muerte. Nos dice acerca de nosotros mismos, de lo que éramos sin Cristo y lo que somos después de haber confiando en Cristo. Pablo señala que Dios no demandó que los hombres hubieran ya enderezado sus vidas antes de venir a Cristo. Mientras que aún éramos pecadores, Cristo murió en la cruz por nuestros pecados.
El libro de Romanos es principalmente una obra de doctrina y puede ser dividido en cuatro secciones: la necesidad de justicia, 1:18—3:20; la justificación provista, 3:21—8:39; la justicia vindicada, 9:1—11:36; la justicia practicada, 12:1—15:13. El tema principal de esta carta es obviamente – la justificación. Guiado por el Espíritu Santo, Pablo primeramente condena a todos los hombres por su pecaminosidad. Él expresa su deseo de predicar la verdad de la Palabra de Dios a aquellos que estaban en Roma. Era su esperanza que ellos permanecieran en el camino correcto. Señala enérgicamente que no se avergüenza del evangelio (Romanos 1:16), porque es el poder mediante el cual todos son salvados.
El libro de Romanos nos habla acerca de Dios, quién es Él y lo que Él ha hecho. Nos habla de Jesucristo, de lo que Él logró con Su muerte. Nos dice acerca de nosotros mismos, de lo que éramos sin Cristo y lo que somos después de haber confiando en Cristo. Pablo señala que Dios no demandó que los hombres hubieran ya enderezado sus vidas antes de venir a Cristo. Mientras que aún éramos pecadores, Cristo murió en la cruz por nuestros pecados.
Pablo utiliza a varios personajes y eventos del
Antiguo Testamento como ilustraciones de las gloriosas verdades en el libro de
Romanos. Abraham creyó y fue justificado por su fe, no por sus obras (Romanos
4:1-5). En romanos 4:6-9, 6-8 Pablo se refiere a David quien reitera la misma
verdad: “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos
pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de
pecado.” Pablo usa a Adán para explicar a los romanos la doctrina de la
herencia del pecado y usa la historia de Sara e Isaac, el hijo de la promesa,
para ilustrar el principio de que los cristianos son los hijos de la promesa de
la gracia divina de Dios a través de Cristo. En los capítulos 9—11, Pablo
resume la historia de la nación de Israel y declara que Dios no ha rechazado
completa y definitivamente a Israel (Romanos 11:11-12), pero sí ha permitido
que ellos “tropiecen” solo hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles
para salvación.
El libro de romanos deja en claro que no hay nada
que podamos hacer para salvarnos a nosotros mismos. Cada “buena” obra que
hayamos hecho alguna vez, es como un trapo inmundo ante Dios. Así que tenemos
sobre nosotros la sentencia de muerte por nuestras transgresiones y pecados, de
la que solo la gracia y misericordia de Dios puede salvarnos. Dios expresó esa
gracia y misericordia al enviar a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en
nuestro lugar. Cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, ya no somos
controlados por nuestra naturaleza de pecado, sino que somos controlados por el
Espíritu. Si confesamos que Jesús es el Señor, y creemos que Él fue levantado de
los muertos, somos salvados, nacidos de nuevo. Necesitamos vivir nuestras vidas
como una ofrenda a Dios, como un sacrificio vivo para Él. La adoración del Dios
que nos salvó, debe ser nuestro más alto deseo. Tal vez la mejor aplicación de
romanos sería aplicar romanos 1:16 y no avergonzarnos del evangelio. En vez de
ello, ¡seamos todos fieles en proclamarlo!.
1 EPISTOLA PABLO A LOS CORINTIOS
Esta epístola a los
corintios fue escrita desde Éfeso un año después de haberse establecido la
iglesia en Corinto. Corinto era un ciudad cosmopolita en una época cuando las
restricciones morales eran mínimas. Naturalmente, era muy difícil establecer
una iglesia y mantenerla pura en esas circunstancias. El propósito de Pablo al
escribir esta carta fue doble: guiar a la iglesia a separarse del error y del
desorden moral, y contestas algunas preguntas especificas que le dirigieron a
el.
La iglesia corintia estaba llena de divisiones. Los
creyentes en Corinto estaba divididos en grupos leales a ciertos líderes
espirituales (1 Corintios 1:12; 3:1-6). Pablo exhortó a los creyentes corintios
a tener unidad por devoción a Cristo (1 Corintios 3:21-23). Muchos en la
iglesia estaban esencialmente aprobando una relación inmoral (1 Corintios
5:1-2). Pablo les ordenó expulsar a ese perverso de la iglesia (1 Corintios
5:13). Los creyentes corintios estaban llevándose unos a otros ante la corte (1
Corintios 6:1-2). Pablo enseñó a los corintios que sería mejor aceptar sufrir
el agravio que dañar su testimonio cristiano (1 Corintios 6:3-8).
Pablo le dio instrucciones a la iglesia de Corinto sobre el matrimonio y el celibato (capítulo 7), la comida sacrificada a los ídolos (capítulos 8 y 10), la libertad cristiana (capítulo 9), el velo sobre la cabeza de las mujeres (1 Corintios 11:1-16), la Cena del Señor (1 Corintios 11: 17-34), los dones espirituales (capítulos 12-14), y la resurrección (capítulo 15). Pablo organizó el libro de 1 Corintios respondiendo a preguntas que los creyentes corintios le habían planteado, y respondiendo ante la conducta impropia y las creencias erróneas que ellos habían aceptado.
Pablo le dio instrucciones a la iglesia de Corinto sobre el matrimonio y el celibato (capítulo 7), la comida sacrificada a los ídolos (capítulos 8 y 10), la libertad cristiana (capítulo 9), el velo sobre la cabeza de las mujeres (1 Corintios 11:1-16), la Cena del Señor (1 Corintios 11: 17-34), los dones espirituales (capítulos 12-14), y la resurrección (capítulo 15). Pablo organizó el libro de 1 Corintios respondiendo a preguntas que los creyentes corintios le habían planteado, y respondiendo ante la conducta impropia y las creencias erróneas que ellos habían aceptado.
2
EPISTOLA DE PABLO A LOS CORINTIOS
La segunda carta a los
corintios fue escrita unos pocos meses después de la primera. De parte de Tito,
Pablo se había enterado que si primera carta a los corintios había hecho que
muchos de ellos se arrepintieran. Pero también se entero que los judaizantes
habían llegado allí, predicando un evangelio falso y rechazando su autoridad.
El escribió su segunda carta, no solo para expresar su satisfacción por el
arrepentimiento de ellos, pero también para amonestarles contra los falsos
maestros y a la vez defender su apostolado.
Después de saludar a los creyentes en la iglesia de
Corinto y explicarles por qué no los había visitado como originalmente lo había
planeado (vv.1:3-2:2), Pablo explica la naturaleza de su ministerio. El triunfo
a través de Cristo y la sinceridad a los ojos de Dios, eran los distintivos de
su ministerio a las iglesias (2:14-17). Él compara el glorioso ministerio de la
justificación de Cristo con el “ministerio de condenación” el cual es la Ley.
(v. 3:9), y declara su fe en la validez de su ministerio a pesar de la intensa
persecución (4:8-18). El capítulo 5 bosqueja las bases de la fe cristiana – la
nueva naturaleza (v.17) y el intercambio de nuestro pecado por la justificación
de Cristo (v.21).
En los capítulos 6 y 7 encontramos a Pablo defendiéndose a sí mismo y a su ministerio, asegurándoles nuevamente a los corintios su sincero amor por ellos y exhortándoles a arrepentirse y a vivir santamente. En los capítulos 8 y 9, Pablo exhorta a los creyentes en Corinto a seguir el ejemplo de los hermanos en Macedonia y extender su generosidad a los santos en necesidad. Él les enseña los principios y recompensas del ofrendar con un corazón alegre.
Pablo termina su carta reiterando su autoridad entre ellos (capítulo 10) y su preocupación por su fidelidad a él ante la feroz oposición de los falsos apóstoles. Él se llama “necio” a sí mismo por haber tenido que gloriarse de mala gana de sus credenciales y su sufrimiento por Cristo (capítulo 11). Termina su epístola describiendo la visión celestial que se le permitió experimentar, y el “aguijón en la carne” que le fue dado por Dios para asegurar su humildad (capítulo 12). El último capítulo contiene su exhortación a los corintios a examinarse ellos mismos para ver si su profesión es real, y termina con una bendición de amor y paz.
En los capítulos 6 y 7 encontramos a Pablo defendiéndose a sí mismo y a su ministerio, asegurándoles nuevamente a los corintios su sincero amor por ellos y exhortándoles a arrepentirse y a vivir santamente. En los capítulos 8 y 9, Pablo exhorta a los creyentes en Corinto a seguir el ejemplo de los hermanos en Macedonia y extender su generosidad a los santos en necesidad. Él les enseña los principios y recompensas del ofrendar con un corazón alegre.
Pablo termina su carta reiterando su autoridad entre ellos (capítulo 10) y su preocupación por su fidelidad a él ante la feroz oposición de los falsos apóstoles. Él se llama “necio” a sí mismo por haber tenido que gloriarse de mala gana de sus credenciales y su sufrimiento por Cristo (capítulo 11). Termina su epístola describiendo la visión celestial que se le permitió experimentar, y el “aguijón en la carne” que le fue dado por Dios para asegurar su humildad (capítulo 12). El último capítulo contiene su exhortación a los corintios a examinarse ellos mismos para ver si su profesión es real, y termina con una bendición de amor y paz.
PABLO
A LAS GALATAS
El aposto Pablo visito Galicia
en su primer viaje misionero estableciendo allí una iglesia. Algunos años más
tarde se entero que los judaizantes se habían infiltrado en la iglesia de Galicia.
Los creyentes eran engañados alejándose del verdadero cristianismo aceptando
ritos y ceremonias judías. Pablo se dio cuenta de existía una crisis seria en
esa iglesia. En su carta, Pablo reafirma de nuevo la doctrina de la justificación
por la fe.
El resultado de la justificación por gracia a través
de la fe es la libertad espiritual. Pablo hace un llamado a los gálatas a
permanecer firmes en su libertad, y no estar nuevamente “sujetos al yugo de
esclavitud (esto es, la ley mosaica)” La libertad cristiana no es una excusa
para gratificar la propia naturaleza carnal; más bien, es una oportunidad para
amarnos unos a otros (Gálatas 5:13; 7:7-10). Tal libertad no nos excluye de las
luchas de la vida. De hecho, puede intensificar la batalla entre la carne y el
Espíritu. Sin embargo, la carne (la naturaleza carnal) ya ha sido crucificada
con Cristo (Gálatas 2:20); y como consecuencia, el Espíritu producirá su fruto,
cosas tales como el amor, el gozo y la paz en la vida del creyente (Gálatas
5:22-23).
La carta a los Gálatas fue escrita en un espíritu de inspirada agitación. Para Pablo, el asunto no era si la persona era circuncidada, sino si se había convertido en “una nueva creación” (Gálatas 6:15). Si Pablo no hubiera tenido éxito en su argumento sobre la justificación por fe solamente, el cristianismo hubiera permanecido como una secta dentro del judaísmo, en vez de convertirse en la forma universal de salvación. Por lo tanto, Gálatas no es solo la epístola de Lutero; es la epístola de cada creyente que confiesa con Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20).
Los libros de Santiago y Gálatas, ilustran dos aspectos del cristianismo, que desde el principio mismo parecen haber estado en conflicto, aunque en realidad ambos son suplementarios. Santiago insiste en la ética de Cristo, una demanda de que la fe prueba su existencia por sus frutos. Sin embargo Santiago, no menos que Pablo, enfatiza la necesidad de la transformación del individuo por la gracia de Dios (Santiago 1:18). Gálatas hace hincapié en la dinámica del Evangelio que produce la ética (Gálatas 3:13-14). Pablo no estaba menos preocupado que Santiago acerca de la vida ética (Gálatas 5:13). Como los dos lados de la moneda, estos dos aspectos de la verdad cristiana, deben siempre ir acompañados uno del otro.
La carta a los Gálatas fue escrita en un espíritu de inspirada agitación. Para Pablo, el asunto no era si la persona era circuncidada, sino si se había convertido en “una nueva creación” (Gálatas 6:15). Si Pablo no hubiera tenido éxito en su argumento sobre la justificación por fe solamente, el cristianismo hubiera permanecido como una secta dentro del judaísmo, en vez de convertirse en la forma universal de salvación. Por lo tanto, Gálatas no es solo la epístola de Lutero; es la epístola de cada creyente que confiesa con Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20).
Los libros de Santiago y Gálatas, ilustran dos aspectos del cristianismo, que desde el principio mismo parecen haber estado en conflicto, aunque en realidad ambos son suplementarios. Santiago insiste en la ética de Cristo, una demanda de que la fe prueba su existencia por sus frutos. Sin embargo Santiago, no menos que Pablo, enfatiza la necesidad de la transformación del individuo por la gracia de Dios (Santiago 1:18). Gálatas hace hincapié en la dinámica del Evangelio que produce la ética (Gálatas 3:13-14). Pablo no estaba menos preocupado que Santiago acerca de la vida ética (Gálatas 5:13). Como los dos lados de la moneda, estos dos aspectos de la verdad cristiana, deben siempre ir acompañados uno del otro.
EFESIOS
Esta
carta ha sido llamada la corona de los escritos de Pablo. Aunque escrita en
forma de carta, es realmente un discurso con la siguiente verdad: Cristo es el
centro de todas las cosas y la iglesia está unida con El. El misterio de las
edades encuentra su explicación en Cristo.
El Libro de Efesios fue escrito muy probablemente
entre el 60—63 d.C.
La doctrina ocupa una gran parte del libro de
Efesios. La mitad de la enseñanza en esta epístola describe nuestra posición en
Cristo, y el recordatorio de ello afecta nuestra condición. Con mucha
frecuencia aquellos que enseñan de este libro, pasan por alto toda la
instrucción fundamental y van directamente al capítulo final. Este es el
capítulo que enfatiza la guerra o la lucha de los santos. Sin embargo, para
beneficiarse totalmente del contenido de esta epístola, uno debe comenzar por
la enseñanza inicial de Pablo en esta carta.
Primero, como seguidores de Cristo, debemos entender plenamente quienes declara Dios que somos. También debemos estar cimentados en el conocimiento de lo que Dios ha realizado por toda la humanidad. En seguida, debemos ejercitar y fortalecer nuestra existencia y caminar actual. Esto debe continuar hasta que ya no seamos fluctuantes y nos dejemos llevar de aquí para allá por cualquier viento de doctrina y por sutilezas de hombres.
La escritura de Pablo se divide en tres segmentos principales (1) En los capítulos del uno al tres, introduce los principios con respecto a lo que Dios ha hecho. (2) En los capítulos cuatro y cinco, expone cuatro principios respecto a nuestra presente existencia. (3) El capítulo seis presenta los principios concernientes a nuestra lucha diaria.
Primero, como seguidores de Cristo, debemos entender plenamente quienes declara Dios que somos. También debemos estar cimentados en el conocimiento de lo que Dios ha realizado por toda la humanidad. En seguida, debemos ejercitar y fortalecer nuestra existencia y caminar actual. Esto debe continuar hasta que ya no seamos fluctuantes y nos dejemos llevar de aquí para allá por cualquier viento de doctrina y por sutilezas de hombres.
La escritura de Pablo se divide en tres segmentos principales (1) En los capítulos del uno al tres, introduce los principios con respecto a lo que Dios ha hecho. (2) En los capítulos cuatro y cinco, expone cuatro principios respecto a nuestra presente existencia. (3) El capítulo seis presenta los principios concernientes a nuestra lucha diaria.
El enlace principal de Efesios con el Antiguo
Testamento, está en el sorprendente (para los judíos) concepto de la iglesia
como el cuerpo de Cristo (Efesios 5:32). Este asombroso misterio (una verdad no
antes revelada) de la iglesia, es que “los gentiles son herederos juntamente
con Israel; todos unidos como miembros de un cuerpo, y que conjuntamente
comparten la promesa de Jesucristo” (Efesios 3:6). Este era un misterio
totalmente escondido de los santos del Antiguo Testamento (Efesios 3:5, 9). Los
israelitas que eran verdaderos seguidores de Dios, siempre creyeron que solo
ellos eran el pueblo elegido de Dios (Deuteronomio 7:6). El aceptar a los
gentiles en un estatus igual en este nuevo paradigma, fue extremadamente
difícil y causó muchas disputas entre los creyentes judíos y gentiles
convertidos. Pablo también habla del misterio de la iglesia como la “novia de
Cristo,” un concepto nunca antes escuchado en el Antiguo Testamento.
Tal vez más que en ningún otro libro de la Biblia,
el libro de Efesios enfatiza la conexión entre la sana doctrina y la práctica
correcta en la vida cristiana. Hay demasiada gente que ignora la “teología” y
en vez de conocerla, solo quiere discutir cosas que sean “prácticas.” En
Efesios, Pablo argumenta que la teología es práctica. A fin de vivir en la
práctica la voluntad de Dios para nuestras vidas, debemos entender primeramente
quienes somos doctrinalmente en Cristo.
Versos
Clave: Efesios 1:3, “Bendito sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”
Efesios 2:8-10, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Efesios 4:4-6, “Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
Efesios 5:21, “Someteos unos a otros en el temor de Dios.”
Efesios 6:10-11, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
Efesios 2:8-10, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Efesios 4:4-6, “Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
Efesios 5:21, “Someteos unos a otros en el temor de Dios.”
Efesios 6:10-11, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
FILIPENSES
La
iglesia de Filipos fue la primera en establecerse en Europa (ver Hechos
16:8-40). Filipenses fue escrita por Pablo, probablemente desde Roma, cerca del
final de su encarcelamiento. La fecha fue alrededor del 62 D.C. Filipenses es
llamada en algunas ocasiones la "Epístola de la Experiencia
Cristiana." porque trata de la conducta personal más que de la teología.
Su nota predominante es el gozo de la vida cristiana.
El libro de Filipenses fue escrito aproximadamente
en el 61 d.C.
La epístola a los Filipenses, una de las epístolas
de las prisiones de Pablo, y fue escrita en Roma. Fue en Filipos, donde el
apóstol estuvo de visita en su segundo viaje misionero (Hechos 16:12), que
Lidia y el carcelero de Filipos con su familia, fueron convertidos a Cristo.
Ahora, algunos años después, la iglesia estaba bien establecida, como puede
inferirse por sus destinatarios, los cuales incluyen a “obispos (ancianos) y
diáconos” (Filipenses 1:1).
El motivo de la epístola fue agradecer una ofrenda de dinero procedente de la iglesia en Filipos, llevada al apóstol por Epafrodito, uno de sus miembros (Filipenses 4:10-18). Esta es una tierna carta dirigida a un grupo de cristianos, quienes eran especialmente cercanos al corazón de Pablo (2 Corintios 8:1-6), y comparativamente, poco es lo que dice acerca del error doctrinal.
El motivo de la epístola fue agradecer una ofrenda de dinero procedente de la iglesia en Filipos, llevada al apóstol por Epafrodito, uno de sus miembros (Filipenses 4:10-18). Esta es una tierna carta dirigida a un grupo de cristianos, quienes eran especialmente cercanos al corazón de Pablo (2 Corintios 8:1-6), y comparativamente, poco es lo que dice acerca del error doctrinal.
Filipenses puede ser llamado “Bienes a través del
Sufrimiento.” El libro es acerca de Cristo en nuestra vida, Cristo en nuestra
mente, Cristo como nuestra meta, Cristo como nuestra fortaleza y gozo a través
del sufrimiento. Fue escrito durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, cerca
de treinta años después de la ascensión de Cristo y aproximadamente diez años
después de la primera predicación de Pablo en Filipos.
Pablo era prisionero de Nerón, sin embargo la Epístola abunda en exclamaciones de triunfo. Las palabras “gozo” y “regocijo” aparecen con frecuencia (Filipenses 1:4, 18, 25, 26; 2:2, 28; Filipenses 3:1; 4:1, 4, 10). La correcta experiencia cristiana es el experimentar, independientemente de nuestras circunstancias, la vida, naturaleza, y mente de Cristo viviendo en nosotros (Filipenses 1:6, 11; 2:5, 13). Filipenses alcanza su cúspide en 2:5-11 con la gloriosa y profunda declaración concerniente a la humillación y exaltación de nuestro Señor Jesucristo.
Filipenses puede ser dividido como sigue:
Introducción, 1:1-7
I. Cristo la Vida Cristiana: Regocijarse a Pesar del Sufrimiento, 1:8-30
II. Cristo el Modelo Cristiano: Regocijarse en Servir con Humildad, 2:1-30
III. Cristo el Objeto de la Fe, el Deseo, y la Expectación Cristiana, 3:1-21
IV. Cristo la Fortaleza del Cristiano: Regocijarse en medio de la Angustia, 4:1-9
Conclusión, 4:10-23
Pablo era prisionero de Nerón, sin embargo la Epístola abunda en exclamaciones de triunfo. Las palabras “gozo” y “regocijo” aparecen con frecuencia (Filipenses 1:4, 18, 25, 26; 2:2, 28; Filipenses 3:1; 4:1, 4, 10). La correcta experiencia cristiana es el experimentar, independientemente de nuestras circunstancias, la vida, naturaleza, y mente de Cristo viviendo en nosotros (Filipenses 1:6, 11; 2:5, 13). Filipenses alcanza su cúspide en 2:5-11 con la gloriosa y profunda declaración concerniente a la humillación y exaltación de nuestro Señor Jesucristo.
Filipenses puede ser dividido como sigue:
Introducción, 1:1-7
I. Cristo la Vida Cristiana: Regocijarse a Pesar del Sufrimiento, 1:8-30
II. Cristo el Modelo Cristiano: Regocijarse en Servir con Humildad, 2:1-30
III. Cristo el Objeto de la Fe, el Deseo, y la Expectación Cristiana, 3:1-21
IV. Cristo la Fortaleza del Cristiano: Regocijarse en medio de la Angustia, 4:1-9
Conclusión, 4:10-23
Al igual que en muchas de sus cartas, Pablo advierte
a los nuevos creyentes en la iglesia de Filipos, a estar alertas ante la
tendencia hacia el legalismo, la cual continuamente se cultivaba en las
iglesias primitivas. Los judíos estaban tan atados a la ley del Antiguo
Testamento, que había un constante esfuerzo por parte de los judaizantes, para
regresar a la enseñanza de la salvación por obras. Pero Pablo reitera que la
salvación es solo por la fe en Cristo solamente, y califica a los judaizantes como
“perros” y “malos obreros.” En particular, los legalistas insistían en que los
nuevos creyentes en Cristo debían continuar siendo circuncidados de acuerdo a
los requerimientos del Antiguo Pacto (Génesis 17:10-12; Levítico 12:3). De esta
manera, ellos intentaban complacer a Dios por sus propios esfuerzos y elevarse
ellos mismos sobre los gentiles cristianos, quienes no participaban en el
ritual. Pablo explicó que aquellos que ya habían sido lavados por la sangre del
Cordero, ya no tenían que someterse a rituales que simbolizaban la necesidad de
un corazón limpio.
Filipenses es una de las cartas más personales de
Pablo, y como tal, tiene muchas implicaciones personales para los creyentes.
Escrita durante su encarcelamiento en Roma, Pablo exhorta a los filipenses a
seguir su ejemplo y a “tener ánimo para hablar la palabra de Dios sin temor.”
(Filipenses 1:14) durante los tiempos de persecución. Todos los cristianos han
experimentado en uno u otro momento, la animosidad de los incrédulos en contra
del evangelio de Cristo. Esto es de esperarse. Jesús dijo que si el mundo lo
odiaba a Él, también odiaría a sus seguidores (Juan 5:18). Pablo nos exhorta a
perseverar ante la persecución, a estar “firmes en un mismo espíritu, luchando
unánimes por la fe del evangelio.” (Filipenses 1:27).
Otra aplicación de Filipenses, es la necesidad de
los cristianos de estar unidos en humildad. Estamos unidos con Cristo, y
necesitamos luchar para mantenernos unidos unos con otros de la misma manera.
Pablo nos recuerda que debemos ser de “del mismo sentir, conservando el mismo
amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito” y dejando a un lado
la vanagloria y el egoísmo, “que con actitud humilde cada uno de vosotros
considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus
propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.” (Filipenses
2:2-4). Habría mucho menos conflictos en las iglesias de hoy, si todos
adoptáramos el consejo de Pablo.
Otra aplicación de Filipenses, es el del gozo y el regocijo que se encuentra a través de su carta. Él se regocija de que Cristo estuviera siendo proclamado (Filipenses 1:18); se regocija en su persecución (2:17); exhorta a otros a regocijarse en el Señor (3:1); y se refiere a sus hermanos filipenses como su “gozo y corona” (4:1). Él sintetiza esta exhortación a los creyentes diciéndoles: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!” (4:4-7). Como creyentes, podemos regocijarnos y experimentar la paz de Dios, llevando todas nuestras preocupaciones ante Él, si es que “mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.” (4:6). El gozo de Pablo, a pesar de las persecuciones y encarcelamientos, brilla a través de toda esta epístola, y a nosotros se nos promete el mismo gozo que él experimentó cuando centramos nuestros pensamientos en el Señor (Filipenses 4:8).
Otra aplicación de Filipenses, es el del gozo y el regocijo que se encuentra a través de su carta. Él se regocija de que Cristo estuviera siendo proclamado (Filipenses 1:18); se regocija en su persecución (2:17); exhorta a otros a regocijarse en el Señor (3:1); y se refiere a sus hermanos filipenses como su “gozo y corona” (4:1). Él sintetiza esta exhortación a los creyentes diciéndoles: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!” (4:4-7). Como creyentes, podemos regocijarnos y experimentar la paz de Dios, llevando todas nuestras preocupaciones ante Él, si es que “mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.” (4:6). El gozo de Pablo, a pesar de las persecuciones y encarcelamientos, brilla a través de toda esta epístola, y a nosotros se nos promete el mismo gozo que él experimentó cuando centramos nuestros pensamientos en el Señor (Filipenses 4:8).
COLONENSES
Colosas
fue una ciudad de Frigia, una provincia en el centro de Asia Menor. Los
judaizantes se habían introducido en la iglesia de Colosas, y hubo otros que
trataron de enseñar una forma de misticismo oriental. Pablo, escribiendo desde
su encarcelamiento final en Roma, les dice a los Colosenses que el misticismo
no tiene ningún valor, y que hay muy poco valor en los rituales vacios y la
ceremonia. Cristo está por encima de todo, Pablo escribe, y el gozo real se
obtiene viviendo la vida cristiana.
El Libro de Colosenses fue escrito probablemente
entre el 58-62 d.C.
El libro de Colosenses es un mini curso de ética,
dirigido a cada una de las áreas de la vida cristiana. Pablo va desde la vida
individual a la vida en el hogar y la familia, desde el trabajo, hasta la
manera en que debemos tratar a otros. El tema de este libro es la suficiencia
de nuestro Señor, Jesucristo, para suplir nuestras necesidades en cada área.
Colosenses fue escrito expresamente para anular la
herejía que había surgido en Colosas, la cual ponía en peligro la existencia de
la iglesia. Mientras que no sabemos que le fue dicho a Pablo, esta carta es su
respuesta.
Podemos resumir, basados en la respuesta de Pablo,
que él estaba lidiando con una percepción equivocada de Cristo (Su real y
verdadera naturaleza humana y la falta de aceptación de Su completa deidad.)
Pablo parece también disputar respecto el énfasis “judío” sobre la circuncisión
y las tradiciones (Colosenses 2:8-11; 3:11). Aparentemente la herejía provenía
del gnosticismo-judaico o de una mezcla entre el ascetismo judío y la filosofía
griega (¿Estoicos?). Él logra un increíble trabajo en señalarnos la suficiencia
de Cristo.
El libro de Colosenses contiene instrucción
doctrinal acerca de la deidad de Cristo y las falsas filosofías (1:15—2:23),
así como exhortaciones prácticas respecto a la conducta cristiana, incluyendo
las amistades y el hablar (3:1—4:18).
Como con todas las iglesias primitivas, el problema
del legalismo judío en Colosas fue de gran preocupación para Pablo. Tan radical
era el concepto de la salvación por gracia, aparte de las obras, que para
aquellos sumergidos en la ley del Antiguo Testamento, les resultaba muy difícil
de entenderla. Por consecuencia, había un continuo movimiento entre los
legalistas, para añadir ciertos requerimientos de la ley a esta nueva fe.
Primeramente entre ellos estaba el requisito de la circuncisión, el cual aún se
practicaba entre algunos de los judíos convertidos. Pablo contradijo este error
en Colosenses 2:11-15, en donde declara que la circuncisión de la carne ya no
era necesaria, porque Cristo había venido. La suya era la circuncisión del
corazón, no de la carne, haciendo ya innecesarios los ritos ceremoniales del
Antiguo Testamento (Deuteronomio 10:16, 30:6; Jeremías 4:4, 9:26; Hechos 7:51;
Romanos 2:29).
Versos
Clave: Colosenses 1:15-16, “El es la imagen
del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”
Colosenses 2:8 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
Colosenses 3:12-13, “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
Colosenses 4:5-6, “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
Colosenses 2:8 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
Colosenses 3:12-13, “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
Colosenses 4:5-6, “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
1Y
2 TESALONICENSES
1 TESALONICENSES
Esta
carta dirigida a la iglesia de Tesalónica, la cual fue organizada en el segundo
viaje misionero de Pablo, fue la primera de los epístolas de Pablo. Fue escrita
desde Corinto en el año 51 D.C. Pablo estaba satisfecho con la vitalidad de la
iglesia, la cual estaba formada por convertidos de diferentes orígenes. Pero él
pensaba que era necesario corregir ciertos errores en sus pensamientos,
particularmente con respecto a la segunda venida de Cristo. Tanto la primera
como la segunda carta a los tesalonicenses explican la doctrina de la segunda
venida de Cristo.
El Libro de 1 Tesalonicenses fue escrito
aproximadamente en el año 50 d.C.
En la iglesia de Tesalónica había algunos
malentendidos acerca del regreso de Cristo. Pablo deseaba aclarárselos en su
carta. También la escribe como una instrucción sobre la vida santa.
Los primeros tres capítulos son acerca de Pablo
anhelando visitar la iglesia en Tesalónica, pero sin haberlo logrado porque
Satanás se los impidió (1 Tesalonicenses 2:18), y la manera en que Pablo
cuidaba de ellos y se animaba al escuchar como habían estado. Luego Pablo ora
por ellos (1 Tesalonicenses 3:11-13). En el capítulo 4, Pablo instruye a los
creyentes en Tesalónica sobre cómo vivir una vida santa en Cristo Jesús (1
Tesalonicenses 4:1-12). Pablo prosigue instruyéndolos sobre un malentendido que
ellos tenían. Les dice que la gente que había muerto en Cristo Jesús, también
irá al cielo cuando Él regrese (1 Tesalonicenses 4:13-18, 5:1-11). El libro
termina con instrucciones finales de vivir la vida cristiana.
Versos
Clave: 1 Tesalonicenses 3:5, “Por lo cual
también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no
sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en
vano.”
1 Tesalonicenses 3:7, “ Por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe.”
1 Tesalonicenses 4:14-17, “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
1 Tesalonicenses 5:16-18, “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
1 Tesalonicenses 3:7, “ Por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe.”
1 Tesalonicenses 4:14-17, “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
1 Tesalonicenses 5:16-18, “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
2 TESALONICENSES
Esta
carta fue enviada desde Corinto unos pocos meses después de haberse enviado
primera tesalonicenses. Algunos malos entendimientos con respecto a la primera
carta y ciertas palabras de Pablo con respecto a la tribulación al final del
siglo hizo necesario que Pablo escribiera esta segunda epístola.
El Libro de 2 Tesalonicenses fue escrito probablemente
en el 51-52 d.C.
La iglesia de Tesalónica aún tenía algunos
malentendidos acerca del Día del Señor. Ellos pensaban que ya había acontecido,
así que dejaron de trabajar. Ellos estaban siendo gravemente perseguidos. Pablo
escribió para aclarar los malentendidos y para consolarlos
Pablo saluda a la iglesia en Tesalónica y los anima
y exhorta. Los alaba por lo que ha oído que están haciendo en el Señor, y ora
por ellos (2 Tesalonicenses 1:11-12). En el capítulo 2, Pablo explica lo que
sucederá en el Día del Señor (2 Tesalonicenses 2:1-12). Luego los anima a
permanecer firmes y apartarse de los hermanos que no vivan de acuerdo al
evangelio (2 Tesalonicenses 3:6).
Pablo se refiere a varios pasajes del Antiguo Testamento en su discurso sobre el fin de los tiempos, con lo cual confirma y concilia a los profetas del Antiguo Testamento. Mucha de su enseñanza sobre el final de los tiempos en esta carta, está basada en el profeta Daniel y sus visiones. En 2 Tesalonicenses 2:3-9, él se refiere a la profecía de Daniel con respecto al “hombre de pecado” (Daniel 7-8).
El libro de 2 Tesalonicenses está lleno con información que explica el final de los tiempo. También nos exhorta a no estar ociosos y a trabajar por lo que tenemos. Hay también algunas grandes oraciones en este libro que pueden ser un ejemplo para nosotros sobre cómo orar por otros creyentes en la actualidad.
Pablo se refiere a varios pasajes del Antiguo Testamento en su discurso sobre el fin de los tiempos, con lo cual confirma y concilia a los profetas del Antiguo Testamento. Mucha de su enseñanza sobre el final de los tiempos en esta carta, está basada en el profeta Daniel y sus visiones. En 2 Tesalonicenses 2:3-9, él se refiere a la profecía de Daniel con respecto al “hombre de pecado” (Daniel 7-8).
El libro de 2 Tesalonicenses está lleno con información que explica el final de los tiempo. También nos exhorta a no estar ociosos y a trabajar por lo que tenemos. Hay también algunas grandes oraciones en este libro que pueden ser un ejemplo para nosotros sobre cómo orar por otros creyentes en la actualidad.
Versos
Clave: 2 Tesalonicenses 1:6-7, “Porque es
justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a
vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste
el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder.”
2 Tesalonicenses 2:13, “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.”
2 Tesalonicenses 3:3, “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.”
2 Tesalonicenses 3:10, “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
2 Tesalonicenses 2:13, “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.”
2 Tesalonicenses 3:3, “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.”
2 Tesalonicenses 3:10, “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
1
Y 2 TIMOTEO
1
TIMOTEO
Fue
escrita después que Pablo fue liberado de la prisión, probablemente alrededor
del 63 D.C.
Pablo le escribió a Timoteo para animarlo en su responsabilidad
de supervisar la obra de la iglesia de Efeso y posiblemente otras iglesias en
la provincia de Asia (1 Timoteo 1:3). Esta carta finca los fundamentos para
ordenar ancianos (1 Timoteo 3:1-7), y proporciona una guía para la gente común
dentro de la administración de la iglesia (1 Timoteo 3:8-13). En esencia. 1
Timoteo es un manual de liderazgo para la organización y administración de la
iglesia.
Esta es la primera carta que Pablo escribió a
Timoteo, un joven pastor quien había sido de gran ayuda para Pablo en su obra.
Timoteo era griego. Su madre era judía y su padre griego. Pablo era más que
solo un tutor y líder para Timoteo, él era como un padre para él y Timoteo era
como un hijo para Pablo (1 Timoteo 1:2). Pablo comienza la carta urgiendo a Timoteo
a estar alerta ante los falsos maestros y la falsa doctrina. Sin embargo, buena
parte de la carta trata sobre la conducta pastoral. Pablo instruye a Timoteo en
la adoración (capítulo 2) y el desarrollo de líderes maduros para la iglesia
(capítulo 3). La mayor parte de la carta trata de la conducta pastoral,
advertencias sobre los falsos maestros, y la responsabilidad de la iglesia
hacia los miembros que pequen, las viudas, ancianos y esclavos. A través de
toda la carta, Pablo anima a Timoteo a permanecer firme, a perseverar, y a
permanecer fiel a su llamado.
Versos
Clave: 1 Timoteo 2:5, “Porque hay un solo
Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”
1 Timoteo 2:12, “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.”
1 Timoteo 3:1-2, “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar.”
1 Timoteo 4:9-10, “Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.”
1 Timoteo 6:12, “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.”
1 Timoteo 2:12, “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.”
1 Timoteo 3:1-2, “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar.”
1 Timoteo 4:9-10, “Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.”
1 Timoteo 6:12, “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.”
2
TIMOTEO
La
última epístola escrita por Pablo, fue enviada desde la prisión de Roma, en
donde Pablo estaba aguardando su ejecución. Timoteo quien era de padre griego y
de madre hebrea, se había convertido bajo el ministerio de Pablo. Más tarde
llego ser un compañero de Pablo en sus viajes misioneros. Después llego a ser
el pastor de la iglesia de Efeso. Pablo le escribe como un padre espiritual al
joven pastor, instruyéndole en asuntos de doctrina y de conducta. Esta es una
de las epístolas pastorales de Pablo, llamada así por haber sido dirigida a un
individuo en lugar de una congregación.
El Libro de 2 Timoteo fue escrito aproximadamente en
el 67 d.C., poco antes de que el apóstol Pablo fuera condenado a muerte.
Encarcelado en Roma una vez más, el apóstol Pablo se
sintió solo y abandonado. Pablo reconoció que su vida terrenal probablemente
pronto llegaría a su fin. El libro 2 de Timoteo es esencialmente “las últimas
palabras” de Pablo. Pablo miró más allá de sus propias circunstancias para
manifestar su preocupación por las iglesias y especialmente por Timoteo. Pablo
quería utilizar sus últimas palabras para animar a Timoteo, y a todos los demás
creyentes, a perseverar en la fe (2 Timoteo 3:14) y a proclamar el evangelio de
Jesucristo (2 Timoteo 4:2).
Pablo anima a Timoteo a permanecer apasionado por
Cristo y a permanecer firme en la sana doctrina (2 Timoteo 1:1-2, 13-14). Pablo
le recuerda a Timoteo evitar prácticas y creencias impías y huir de todo lo
inmoral (2 Timoteo 2:14-26). Al final de los tiempos habrá una intensa
persecución así como apostasía de la fe cristiana (2 Timoteo 3:1-17). Pablo
cierra con una intensa súplica porque los creyentes permanezcan firmes en la fe
y terminen la carrera fortalecidos (2 Timoteo 4:1-8).
Versos
Clave: 2 Timoteo 1:7, “Porque no nos ha dado
Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
2 Timoteo 3:16-17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
2 Timoteo 4:2, “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
2 Timoteo 4:7-8, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
2 Timoteo 3:16-17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
2 Timoteo 4:2, “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
2 Timoteo 4:7-8, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
TITO
La
epístola a Tito es también una epístola pastoral. Tito, quien era gentil, era
el pastor de la iglesia en Creta. Esa iglesia estaba pasando por un tiempo de
dificultades, con herejías floreciendo. Pablo le escribe a Tito para animarlo y
aconsejarlo. Aunque fue escrita antes de las epístolas a Timoteo, esta carta es
una de los últimos escritos de Pablo.
La epístola de Tito fue escrita aproximadamente en
el 66 d.C. Los múltiples viajes de Pablo están bien documentados, y muestran
que él escribió Tito desde Nicópolis en Epiro. En algunas Biblias, la anotación
sobre la epístola puede mencionar que Pablo escribió desde Nicópolis en
Macedonia. Sin embargo, no hay conocimiento de tal lugar, y tales afirmaciones
no tienen autoridad por no ser auténticas.
La epístola de Tito es conocida como una de las
Epístolas Pastorales, semejantes a las dos cartas a Timoteo. Esta epístola fue
escrita por el apóstol Pablo para animar a su hermano en la fe, Tito, a quien
había dejado en Creta para dirigir la iglesia que Pablo había establecido en
uno de sus viajes misioneros (Tito 1:5). Esta carta aconseja a Tito respecto a
las cualidades que debían buscarse en los líderes para la iglesia. También le
advierte a Tito sobre la reputación de aquellos que vivían en la isla de Creta
(Tito 1:12).
Además de instruir a Tito en lo que debía buscar en un líder de la iglesia, Pablo también lo anima a regresar a Nicópolis para visitarlo. En otra palabras, Pablo continuaba discipulado a Tito y a otros, mientras crecían en la gracia del Señor (Tito 3:13).
Además de instruir a Tito en lo que debía buscar en un líder de la iglesia, Pablo también lo anima a regresar a Nicópolis para visitarlo. En otra palabras, Pablo continuaba discipulado a Tito y a otros, mientras crecían en la gracia del Señor (Tito 3:13).
Que maravilloso debe haber sido cuando Tito recibió
una carta de su tutor, el apóstol Pablo. Pablo era un hombre muy honrado por
muchos, y con razón, después de haber establecido varias iglesias en todo el
mundo oriental. Esta famosa introducción del apóstol debió haber sido leída por
Tito, “A Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de
Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.” (Tito 1:4).
La isla de Creta, donde Pablo dejó a Tito para dirigir la iglesia, estaba habitada por nativos de la isla y judíos quienes no conocían la verdad de Jesucristo (Tito 1:12-14). Pablo sintió que era su responsabilidad seguir discípulando a Tito para instruirlo y alentarlo en el desarrollo de líderes dentro de la iglesia en Creta. Mientras que el apóstol dirigía a Tito en su búsqueda de líderes, Pablo también sugirió la manera en que Tito debía instruir a los líderes, a fin de que pudieran crecer en su fe en Cristo. Sus instrucciones incluían aquellas destinadas tanto para hombres como para mujeres de todas las edades (Tito 2:1-8).
Para ayudar a que Tito permaneciera en su fe en Cristo, Pablo le sugirió venir a Nicópolis y traer con él a otros dos miembros de la iglesia (Tito 3:12-13).
La isla de Creta, donde Pablo dejó a Tito para dirigir la iglesia, estaba habitada por nativos de la isla y judíos quienes no conocían la verdad de Jesucristo (Tito 1:12-14). Pablo sintió que era su responsabilidad seguir discípulando a Tito para instruirlo y alentarlo en el desarrollo de líderes dentro de la iglesia en Creta. Mientras que el apóstol dirigía a Tito en su búsqueda de líderes, Pablo también sugirió la manera en que Tito debía instruir a los líderes, a fin de que pudieran crecer en su fe en Cristo. Sus instrucciones incluían aquellas destinadas tanto para hombres como para mujeres de todas las edades (Tito 2:1-8).
Para ayudar a que Tito permaneciera en su fe en Cristo, Pablo le sugirió venir a Nicópolis y traer con él a otros dos miembros de la iglesia (Tito 3:12-13).
Versos
Clave: Tito 1:5, “Por esta causa te dejé en
Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada
ciudad, así como yo te mandé.”
Tito 1:16, “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.”
Tito 2:15, “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.”
Tito 3:3-6, “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.”
Tito 1:16, “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.”
Tito 2:15, “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.”
Tito 3:3-6, “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.”
FILEMÓN
La más
breve de las epístolas de Pablo, es también una epístola privada. Onésimo, un
esclavo que se había escapado de la casa de su amo Filemón robándole algunas
pertenencias, se encontró en Roma. Allí se convirtió bajo el ministerio de
Pablo. Pablo escribe esta carta para solicitarles a Filemón, un hombre rico y
miembro de la iglesia de Colosas que perdone a Onésimo y lo reciba como hermano
en Cristo. Esta epístola fue escrita durante el primer encarcelamiento de Pablo
en Roma.
Filemón ("uno que besa") no es, estrictamente hablando, una
epístola a un individuo, puesto que también es dirigida a otros: a una hermana
que probablemente puede ser la esposa de Filemón; y a un hermano, Arquipo, de
quien se habla como "compañero de milicia", un hombre particularmente
dotado de parte del Señor para el ministerio (comparar con Colosenses 4: 17); y
a la asamblea que se reunía en casa de Filemón. Aunque escrita en un tono
personal, sin embargo se hizo de ella una materia de interés y preocupación
para toda la asamblea. Esta epístola es un hermoso ejemplo de la gracia divina que procura despertar en los corazones de los santos un verdadero regocijo por la salvación de un esclavo fugitivo quien, convertido por medio de Pablo en prisión, es enviado ahora de regreso por el apóstol a Filemón, su amo. Y Pablo desea que sea recibido, no sólo por Filemón, sino por su esposa, por uno que trabaja en difundir la Palabra, y por la asamblea. La gracia se deleita en la más plena restauración, no meramente en medidas parciales.
Pero Pablo, sabiamente y de forma amable, apela a Filemón sobre la base de la gracia que él sabía que ya había influenciado profundamente a este amado hermano al confortar los corazones de los santos. La gran gratitud y el estímulo sentido por el apóstol debido a esto, disiparían, con toda seguridad, cualquier resentimiento que Filemón podría haber sentido hacia Onésimo.
El significado del nombre Filemón es una encantadora indicación del gozo de la reconciliación; y el libro seguramente hará surgir los más tiernos sentimientos de deleite en la gracia restauradora de Dios.
EPISTOLA
GENERALES
HEBREOS
Esta carta fue escrita a un grupo de judios cristianos, probablemente alrededor del año 64 D.C. Estos cristianos, que habían pasado por la persecución, se estaban alejando de su fe y estaban cediendo a la tentación de volver al judaísmo. El autor escribe esta carta para señalar la superioridad de la religión cristiana y animarles en la fe. Enfáticamente el autor señala que Cristo es superior a los profetas, los ángeles, Moisés, Josué, y Aarón. Dios habia hablado a través de cada uno de ellos, pero ahora El ha hablado a través de Su Hijo! Después de Romanos, Hebreos ha ejercido la influencia más grande en el pensamiento de las generaciones sucesivas de cristianos.
El libro de Hebreos está dirigido a tres diferentes
grupos: los creyentes en Cristo; los no creyentes que tenían conocimiento de y
una aceptación intelectual de los hechos de Cristo; y los no creyentes que
fueron atraídos a Cristo, pero que a última instancia lo rechazaron. Es
importante entender a que grupo se dirige cada pasaje. El fallar en hacerlo de
esta forma, nos llevará a conclusiones que son inconsistentes con el resto de
la Escritura.
El escritor de Hebreos continuamente hace mención de la superioridad de Cristo, tanto de Su persona como de Su obra ministerial. En los escritos del Antiguo Testamento, entendemos que los rituales y ceremonias del judaísmo señalaban simbólicamente la venida del Mesías. En otras palabras, los ritos del judaísmo no fueron sino sombras de las cosas que habrían de venir. Hebreos nos dice que Jesucristo es mejor que lo que la mera religión pueda ofrecer. Toda la pompa y circunstancia de la religión, palidece en comparación con la persona, la obra, y el ministerio de Jesucristo. Es la superioridad de nuestro Señor Jesús, entonces, el tema que prevalece en la escritura de esta elocuente carta.
El escritor de Hebreos continuamente hace mención de la superioridad de Cristo, tanto de Su persona como de Su obra ministerial. En los escritos del Antiguo Testamento, entendemos que los rituales y ceremonias del judaísmo señalaban simbólicamente la venida del Mesías. En otras palabras, los ritos del judaísmo no fueron sino sombras de las cosas que habrían de venir. Hebreos nos dice que Jesucristo es mejor que lo que la mera religión pueda ofrecer. Toda la pompa y circunstancia de la religión, palidece en comparación con la persona, la obra, y el ministerio de Jesucristo. Es la superioridad de nuestro Señor Jesús, entonces, el tema que prevalece en la escritura de esta elocuente carta.
Versos
Clave: Hebreos 1:1-2, “Dios, habiendo hablado
muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero
de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”
Hebreos 2:3, “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?....”
Hebreos 4:14-16, “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 12:1-2, “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
Hebreos 2:3, “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?....”
Hebreos 4:14-16, “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 12:1-2, “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
SANTIAGO
Santiago, junto con las epístolas de Pedro, Juan y Judas, forma parte de las llamadas epístolas generales, debido a que no está dirigida a ninguna iglesia o individuo en particular, sino a la iglesia cristiana en general. La carta contiene muy poca doctrina. Se concentra en la moral, la ética, y en la demostración practica de la fe personal.
El Libro de Santiago es probablemente el más antiguo
del Nuevo Testamento, escrito tal vez en el 45 d.C., antes del primer concilio
de Jerusalén del 50 d.C. Santiago fue martirizado aproximadamente en el año 62
d.C. de acuerdo con el historiador Josefo.
El libro de Santiago bosqueja el caminar en la fe a
través de la religión verdadera (1:1-27), de la fe verdadera (2:1—3:12) y la
verdadera sabiduría (3:13—5:20). Este libro contiene un extraordinario
paralelismo con el Sermón del Monte de Jesús, en Mateo 5—7. Santiago comienza
en el primer capítulo describiendo los rasgos generales del caminar en la fe.
En el capítulo dos y al principio del capítulo tres, él habla sobre la justicia
social y hace un discurso sobre la fe en acción. Luego, compara y contrasta la
diferencia entre la sabiduría terrenal y la que proviene de lo alto, y nos pide
alejarnos del mal y acercarnos a Dios. Santiago hace una reprensión
particularmente severa a los ricos que acumulan riquezas y a aquellos que se
piensan autosuficientes. Finalmente él termina animando a los creyentes a ser
pacientes en el sufrimiento, orando y cuidando unos de otros y reforzando
nuestra fe a través del compañerismo.
Versos
Clave: Santiago 1:2-3, “Hermanos míos, tened
por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia.”
Santiago 1:19, “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.”
Santiago 2:17-18, “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”
Santiago 3:5, “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”
Santiago 5:16b, “La oración eficaz del justo puede mucho.”
Santiago 1:19, “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.”
Santiago 2:17-18, “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”
Santiago 3:5, “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”
Santiago 5:16b, “La oración eficaz del justo puede mucho.”
1 Y 2 DE PEDRO
1 PEDRO
Otra de las epístolas generales, 1 Pedro
fue enviada a los cristianos del Asia Menor. Es principalmente una exhortación
a permanecer firmes frente a la persecución. El escritor de la epístola fue el
apóstol Pedro. Fue escrita probablemente durante los años 62-69 D.C.
El Libro de 1 Pedro fue escrito probablemente entre
el 60 y el 65 d.C.
1 Pedro es una carta de Pedro a los creyentes que habían sido dispersados a través de todo el mundo antiguo y estaban bajo una intensa persecución. Si alguien entendía lo que era persecución, era Pedro. Él fue golpeado, amenazado, castigado y encarcelado por predicar la Palabra de Dios. Él sabía lo que costaba permanecer firme sin amargarse, sin perder la esperanza, y afianzado en la fe vivir una vida obediente y victoriosa. Este conocimiento de una esperanza viva en Jesús era el mensaje, así como seguir el ejemplo de Jesucristo.
1 Pedro es una carta de Pedro a los creyentes que habían sido dispersados a través de todo el mundo antiguo y estaban bajo una intensa persecución. Si alguien entendía lo que era persecución, era Pedro. Él fue golpeado, amenazado, castigado y encarcelado por predicar la Palabra de Dios. Él sabía lo que costaba permanecer firme sin amargarse, sin perder la esperanza, y afianzado en la fe vivir una vida obediente y victoriosa. Este conocimiento de una esperanza viva en Jesús era el mensaje, así como seguir el ejemplo de Jesucristo.
Aunque este tiempo de persecución era desesperante,
Pedro dice que realmente era un tiempo de regocijo. Diciéndoles que vieran como
un privilegio el sufrir por amor a Cristo, así como su Salvador sufrió por
ellos. Esta carta hace referencia a las experiencias personales de Pedro con
Jesús, así como a sus sermones registrados en el libro de Hechos. Pedro
confirma que Satanás es el gran enemigo de cada cristiano, pero la seguridad en
el futuro regreso de Cristo, proporciona el incentivo para la esperanza.
Versos
Clave: 1 Pedro 1:3, “Bendito el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer
para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.”
1 Pedro 2:9, “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”
1 Pedro 2:24, “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
1 Pedro 5:8-9, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”
1 Pedro 2:9, “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”
1 Pedro 2:24, “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
1 Pedro 5:8-9, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”
2 PEDRO
En contraste con 1 Pedro, que fue
escrita para animar a los cristianos que enfrentan persecución, 2 Pedro
amonesta contra los falsos maestros. Contiene muchas referencias a la segunda
venida de Cristo.
El Libro de 2 Pedro fue escrito hacia el final de la
vida de Pedro. Puesto que Pedro fue martirizado en Roma durante el reinado de
Nerón, su muerte debe haber ocurrido antes del 68 d.C. Probablemente él
escribió 2 Pedro entre el 65 y el 68 d.C.
Pedro estaba alarmado de que los falsos maestros hubieran comenzado a infiltrarse en las iglesias. Él hizo un llamado a los cristianos a crecer y fortalecerse en su fe, para que pudieran detectar y combatir la creciente apostasía. Enfatizó fuertemente la autenticidad de la Palabra de Dios y el seguro regreso del Señor Jesús.
Pedro estaba alarmado de que los falsos maestros hubieran comenzado a infiltrarse en las iglesias. Él hizo un llamado a los cristianos a crecer y fortalecerse en su fe, para que pudieran detectar y combatir la creciente apostasía. Enfatizó fuertemente la autenticidad de la Palabra de Dios y el seguro regreso del Señor Jesús.
Sabiendo que le quedaba poco tiempo (2 Pedro
1:14-15), y que estas iglesias enfrentaban un peligro inminente (2 Pedro
2:1-3), él hace un llamado a los lectores para despertar su memoria (2 Pedro
1:13) y estimular su pensamiento (2 Pedro 3:1-2), para poder recordar sus
enseñanzas (2 Pedro 1:15). Él reta a los creyentes a ser más maduros en su fe,
añadiendo a ella específicas virtudes cristianas, a fin de convertirse en
creyentes productivos y eficaces en su conocimiento del Señor Jesucristo (2
Pedro 1:5-9) Los escritores del Antiguo y Nuevo Testamento, fueron expuestos
como ejemplos de autoridad por su fe (2 Pedro 1:12-21, 3:2, 3:15-16). Pedro
deseaba que se hicieran más fuertes en la fe, para resistir a los falsos maestros
que se habían infiltrado y que estaban afectando negativamente a las iglesias.
En su denuncia de ellos, él describe su conducta, su condenación y sus
características (2 Pedro capítulo 2), y quienes también hacían burla de la
Segunda Venida del Señor (2 Pedro 3:3-7). Pedro enseñó que para los cristianos,
la Segunda Venida de Cristo es el incentivo para una vida santa (2 Pedro 3:14).
Después de una advertencia final, Pedro los anima nuevamente a crecer en la
gracia y el conocimiento de su Señor y Salvador Jesucristo. Posteriormente
concluye con una palabra de alabanza a su Señor y Salvador (2 Pedro 3:18).
Versos
Clave: 2 Pedro 1:3-4, “Como todas las cosas
que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por
medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de
la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.”
2 Pedro 3:9, “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
2 Pedro 3:18, “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.”
2 Pedro 3:9, “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
2 Pedro 3:18, “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.”
1A,
2A Y 3A DE JUAN
Las epístolas de Juan son diferentes a
las otras epístolas generales. La primera es una homilía doctrinal, mientras
que las otras dos son principalmente cartas privadas a individuos. La primera
epistola fue escrita para corregir herejías y afirmar las cualidades de la vida
cristiana. Segunda Juan, dirigida probablemente a una mujer cristiana, enfatiza
la verdad del evangelio de Cristo y advierte en contra de los falsos maestros.
La tercera epistola, dirigida a Gaio, alaba a este por la buena manera en que
trata a sus hermanos cristianos. Aunque muchos han sugerido que esas cartas
fueron escritas por otra persona y no el apóstol Juan, hay una firme evidencia
de que él fue el autor.
1 JUAN
El Libro de 1 Juan fue escrito probablemente entre el 85-95
d.C.
El libro de 1 Juan parece ser una sinopsis en la que se
asume el conocimiento del Evangelio por parte de sus lectores, según lo escrito
por Juan, y donde se les brinda seguridad por su fe en Cristo. La primera
epístola indica que los lectores fueron confrontados con el error del
gnosticismo, lo cual se convirtió en un problema más serio en el segundo siglo.
Como una filosofía de la religión, sostenía que la materia es mala y el
espíritu bueno. La solución a la tensión entre estos dos, era el conocimiento,
o gnosis, a través del cual, el hombre se elevaba de lo mundano a lo
espiritual. En el mensaje del Evangelio, esto condujo a dos falsas teorías
concernientes a la persona de Cristo. El docetismo – que describía al Jesús
humano como un fantasma – y el cristianismo – que aseguraba que Jesús poseía
una doble personalidad, a veces humana y a veces divina. El propósito
primordial de 1 Juan, es establecer los límites sobre el contenido de la fe, y
dar a los creyentes la seguridad de su salvación.
Los falsos maestros espirituales eran un gran problema en la
iglesia primitiva. En razón de que no había aún un Nuevo Testamento completo al
que los creyentes pudieran consultar, muchas iglesias cayeron presas de estos
engañadores, quienes enseñaban sus propia ideas y se erigían a sí mismos como
líderes. Juan escribió esta carta para establecer la verdad sobre algunos
puntos importantes, particularmente lo concerniente a la identidad de
Jesucristo.
Esta carta de Juan ayudó a sus lectores a reflejar honestidad en su fe, porque en ella trata los fundamentos de la fe en Cristo. Esto les ayudó a responder a la pregunta, ¿Somos verdaderos creyentes? Juan les dijo que ellos podrían decirlo, observando sus acciones. Si se amaban unos a otros, esa era evidencia de la presencia de Dios en sus vidas. Pero si ellos discutían y peleaban todo el tiempo, o eran egoístas y no veían unos por los otros, entonces estaban demostrando que, de hecho, no conocían a Dios.
Eso no significaba que tenían que ser perfectos. De hecho, Juan también reconoció que el creer involucra el admitir nuestros pecados y buscar el perdón de Dios. El depender de Dios para limpiarnos de la culpa, así como admitir nuestras faltas contra otros y enmendarlas, era otro aspecto importante para llegar a conocer a Dios.
Esta carta de Juan ayudó a sus lectores a reflejar honestidad en su fe, porque en ella trata los fundamentos de la fe en Cristo. Esto les ayudó a responder a la pregunta, ¿Somos verdaderos creyentes? Juan les dijo que ellos podrían decirlo, observando sus acciones. Si se amaban unos a otros, esa era evidencia de la presencia de Dios en sus vidas. Pero si ellos discutían y peleaban todo el tiempo, o eran egoístas y no veían unos por los otros, entonces estaban demostrando que, de hecho, no conocían a Dios.
Eso no significaba que tenían que ser perfectos. De hecho, Juan también reconoció que el creer involucra el admitir nuestros pecados y buscar el perdón de Dios. El depender de Dios para limpiarnos de la culpa, así como admitir nuestras faltas contra otros y enmendarlas, era otro aspecto importante para llegar a conocer a Dios.
2
JUAN
El Libro de 2 Juan pudo haber sido escrito por la
misma época de las otras cartas de Juan, 1 y 3 Juan, probablemente entre el 85
y 95 d.C.
El libro de 2 Juan está dirigido a ‘la señora
elegida y a sus hijos.’ Esto bien pudo tratarse de una dama importante de la
iglesia, de o un código con el que se refería a la iglesia local y su congregación.
En aquellos días cuando los cristianos estaban siendo perseguidos, se usaban
con frecuencia esta clase de salutaciones en código.
El libro de 2 Juan contiene una gran preocupación con una urgente advertencia respecto a algunos engañadores, quienes no estaban enseñando la verdadera doctrina de Cristo, y quienes mantenían que Jesús realmente no resucitó en carne, sino solo espiritualmente. Juan estaba muy ansioso de que los verdaderos creyentes estuvieran alertas ante estos falsos maestros y no tuvieran nada que ver con ellos.
El libro de 2 Juan contiene una gran preocupación con una urgente advertencia respecto a algunos engañadores, quienes no estaban enseñando la verdadera doctrina de Cristo, y quienes mantenían que Jesús realmente no resucitó en carne, sino solo espiritualmente. Juan estaba muy ansioso de que los verdaderos creyentes estuvieran alertas ante estos falsos maestros y no tuvieran nada que ver con ellos.
Juan describe el amor no como una emoción o
sentimiento, sino como la obediencia a los mandamientos de Dios. Jesús reiteró
la importancia de los mandamientos, especialmente “el primer gran mandamiento,”
amar a Dios (Deuteronomio 6:5) y el segundo – amarse los unos a los otros
(Mateo 22:37-40; Levítico 19:18). Lejos de abolir la ley de Dios del Antiguo
Testamento, Jesús vino para observarla, proveyendo el medio para su
cumplimiento en Él mismo.
Versos
Clave: 2 Juan 6, “Y este es el amor, que
andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor,
como vosotros habéis oído desde el principio.”
2 Juan 8-9, “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.”
2 Juan 8-9, “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.”
3
JU AN
El Libro de 3 Juan fue escrito probablemente al
mismo tiempo que las otras cartas de Juan, 1 y 2 Juan, aproximadamente entre el
85 y 95 d.C.
El propósito de Juan al escribir esta tercera
epístola es triple. Primero, él escribe para elogiar y animar a su amado
colaborador Gayo, en su ministerio de hospitalidad hacia los hermanos viajeros,
quienes iba de un lugar a otro para predicar el Evangelio de Cristo. Segundo,
indirectamente él advierte y condena la conducta de Diótrefes, un líder
dictatorial quien se había enseñoreado de una de las iglesias en la provincia
de Asia, y cuyo comportamiento era totalmente opuesto a todo lo que el apóstol
y su Evangelio enseñaban. Tercero, él elogia el ejemplo de Demetrio cuyo buen
testimonio fue avalado por todos.
Juan está escrito con su habitual subrayado énfasis
en la verdad, a este muy amado hermano en Cristo, Gayo, un laico de cierta
riqueza y distinción que vivía en una ciudad cercana a Efeso. Él elogia
grandemente el cuidado y la hospitalidad de Gayo hacia sus mensajeros, ya sea
que fueran conocidos de él o no, y cuya misión era llevar el Evangelio de un
lugar a otro. Juan lo exhorta a continuar haciendo el bien y a no imitar lo
malo, como en el ejemplo de Diótrefes. Este hombre se había apoderado del
liderazgo de una iglesia en Asia, y no solo se rehusaba a reconocer la
autoridad de Juan como un apóstol, sino también a recibir sus cartas y seguir
sus instrucciones. También hacía circular maliciosas calumnias en contra de
Juan y excomulgaba a los miembros que proporcionaban ayuda y hospitalidad a los
mensajeros de Juan. Antes de concluir su carta, él también elogia el ejemplo de
Demetrio, de quien había oído excelentes reportes.
Versos
Clave: 3 Juan 4, “No tengo yo mayor gozo que
este, el oír que mis hijos andan en la verdad.”
3 Juan 11, “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.”
3 Juan 11, “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.”
JUDAS
La epistola general de Judas es una
apelación a los cristianos a mantenerse consistes en su fe y su vida. Señala
las penalidades de la inmoralidad y termina con una bendición, señalando la
verdad que solo Cristo puede guardar al creyente de ceder a las tentaciones de
la vida. Judas, hermano de Santiago, por lo tanto medio hermano de Jesús, fue
el autor de esta epistola.
El libro de Judas está estrechamente relacionado con
el libro de 2 Pedro. La fecha de la escritura de Judas depende de si Judas
utilizó el contenido de 2 Pedro, o Pedro usó el contenido de Judas cuando
escribió 2 Pedro. Entonces, el libro de Judas fue escrito en algún tiempo entre
el 60 y el 80 d.C.
De acuerdo con el verso 3, Judas estaba ansioso de
escribir acerca de nuestra salvación; sin embargo, él cambia el tema para
abordar el contender por la fe. Esta fe personifica todo el cuerpo de la
doctrina cristiana enseñada por Cristo, y dada posteriormente a los apóstoles.
Después de advertir Judas sobre los falsos maestros (versos 4-16), él nos
aconseja cómo podemos vencer en la guerra espiritual (versos 20-21). Aquí hay
sabiduría que haríamos bien en aceptar y adoptar, mientras avanzamos a través
de estos días del final de los tiempos.
El libro de Judas está lleno de referencias al Antiguo Testamento, incluyendo Éxodo (v.5); la rebelión de Satanás (v.6); Sodoma y Gomorra (v.7); la muerte de Moisés (v.9); Caín (v.11); Balaam (v.11); Coré (v.11); Enoc (vv.14-15); y Adán (v.14). El uso de Judas de las bien conocidas ilustraciones históricas de Sodoma y Gomorra, Caín, Balaam, y Coré, les recuerda a los judíos cristianos la necesidad de la fe verdadera y la obediencia.
El libro de Judas está lleno de referencias al Antiguo Testamento, incluyendo Éxodo (v.5); la rebelión de Satanás (v.6); Sodoma y Gomorra (v.7); la muerte de Moisés (v.9); Caín (v.11); Balaam (v.11); Coré (v.11); Enoc (vv.14-15); y Adán (v.14). El uso de Judas de las bien conocidas ilustraciones históricas de Sodoma y Gomorra, Caín, Balaam, y Coré, les recuerda a los judíos cristianos la necesidad de la fe verdadera y la obediencia.
Versos
Clave: Judas 3, “Amados, por la gran solicitud
que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario
escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una
vez dada a los santos.”
Judas 17-19, “Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Éstos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.”
Judas 24-25, “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.”
Judas 17-19, “Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Éstos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.”
Judas 24-25, “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.”
APOCALIPSIS
De todos los escritos del Nuevo
Testamento, Apocalipsis es el más difícil de interpretar. Los eruditos difieren
acerca del significado exacto de algunos de los pasajes más importantes de este
libro. Pero el propósito básico es el mismo: revelar a Cristo como Señor,
triunfante sobre el mal. Escrito por el anciano discípulo Juan mientras estaba
encarcelado en la isla de Patmos alrededor del año 95 D.C., Apocalipsis ha sido
una fuente de estimulo e inspiración a los cristianos de todas las
generaciones.
El Libro de Apocalipsis fue escrito probablemente
entre el 90 y el 95 d.C.
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.” Este libro está
lleno de misterios acerca de las cosas por venir. Es la advertencia final de
que el mundo ciertamente acabará y el juicio será seguro. Nos da un pequeño
vislumbre del cielo y de todas las glorias que esperan a aquellos que mantengan
sus ropajes blancos. Apocalipsis nos lleva a través de la gran tribulación con todos
sus males y el fuego final que todos los incrédulos enfrentarán por una
eternidad. El libro reitera la caída de Satanás y la condenación a la que se
dirigen él y sus ángeles. Se nos muestran los deberes de todas las criaturas y
ángeles del cielo y las promesas para los santos que vivirán para siempre con
Jesús en la Nueva Jerusalén. Al igual que Juan, es difícil encontrar palabras
para describir lo que leemos en el libro de Apocalipsis.
El Apocalipsis es pródigo en coloridas
descripciones, que proclaman para nosotros los últimos días antes del regreso
de Cristo y la introducción de los nuevos cielos y la nueva tierra. El
Apocalipsis comienza con cartas dirigidas las siete iglesias de Asia Menor, y
continúa revelando las series de devastaciones que serán derramadas sobre la
tierra; la marca de la bestia, “666”; la decisiva batalla de Armagedón; la
atadura de Satanás; el reino del Señor; el Juicio del Gran Trono Blanco; y la
naturaleza de la eterna ciudad de Dios. Las profecías concernientes a Jesucristo
son cumplidas y un llamado a Su Señorío como conclusión, nos asegura que Él
regresará pronto.
Versos
Clave: Apocalipsis 1:19, “Escribe las cosas
que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.”
Apocalipsis 13:16-17, “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.”
Apocalipsis 19:11, “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.”
Apocalipsis 20:11, “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.”
Apocalipsis 21:1, “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.”
Apocalipsis 13:16-17, “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.”
Apocalipsis 19:11, “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.”
Apocalipsis 20:11, “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.”
Apocalipsis 21:1, “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.”
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